martes, 4 de octubre de 2011

7.

-Es como yo, al despertarme cada día. Me enrollo con la sábana, sin abrir los ojos todavía. Y sintiendo esa sensación tan agradable que va del sueño al despertar, doy gracias a la Vida por estar vivo un día más, y poder disfrutarlo con salud en las experiencias nuevas que este día me quiera traer y en la relación que tenga con otras personas -le comenté a Angela-.
-Eso yo también lo hago cada mañana, Víctor.

Cada nueva conversación, cada nuevo encuentro frente a la magia de la pantalla, me traía más y más sorpresas. Como un medio como Internet, nos hacía mostrar lo mejor de nosotros mismos. La mayoría de las personas que conectaban por estas páginas de redes sociales, bien pudiese ser que buscasen alguien con quien compartir sus días, sus momentos, sus vivencias... Pero la realidad es que la mayoría, lo que compartía estaba vacío, desprovisto de sentimiento alguno. Con la emoción del momento de lo que sea que uno anda buscando, pero sin dar lo bueno que uno tiene para dar dentro de si.

Y ya se sabe, como bien dice la frase del siempre sorprendente Jodorowsky, 'lo que das, te lo das, lo que no das, te lo quitas'. Que viene a decir que si no das de manera incondicional, seguramente no recibirás nada. Y si das solo esperando recibir a cambio, en verdad que o no recibirás, o te darán lo que no esperabas.

-¿Sabes?. Cuando tu me saludaste, solo con ver tu 'nick', me estremecí -me confesó ella-. Sentí una sensación de bienestar increíble.
-¿PuraVida?. Me puse este apodo, por la sencilla razón de que es lo que siento y quiero sentir dentro de mi. Y a la vez es lo que deseo transmitir y que le llegue a la gente con quien comparta.
-Pues... es precioso -dijo Angela haciendo que mi piel vibrase de emoción-.
-Ese apodo refleja muy bien mi sentir interior. Angela, no necesito grandes cosas, ni vivencias megageniales. Claro que quiero y deseo, como cualquier persona, mejorar en mi calidad de vida tanto personal como emocional y material. Pero estoy en una etapa en que quiero conocer gente muy muy especial, con chispa, llena de vida, con energía, con una riqueza interior en su vida, que disfrute intensamente los momentos...
-Víctor, me encanta como escribes, sin una falta de ortografía, poniendo todos los signos de puntuación...
-Claro Angela. Es que entiendo que se puede poner interés en escribir bien también. Es una forma de superarse y mejorar en las pequeñas y grandes cosas que podamos.
-Aunque por aquí se escribe mal y te comes muchas letras, te lo digo yo, chico.
-Vale, lo acepto. Pero una cosa es querer escribir deprisa y condensar las frases para aprovechar mucho mejor el tiempo, y otra es escribir mal por vaguerío o pereza sin tener necesidad de ello.
-Cierto.
-Así te culturizas, Angela, que no de hacer culturismo -dije bromeando-.
-Jajaja... Eso me decía a mi el monitor del gimnasio donde iba, que no me culturizara mucho que me iba a desaparecer el estómago y la tripa. Yo le respondía que caray, pues entonces súbeme el culo y las tetas.
-Que bueno...
-Si, no veas como nos reíamos con cosas como esas... La verdad que a mis años, no puedo quejarme de mi cuerpo, Víctor.
-Ya te digo yo, y puedes creértelo, que físicamente estás de fábula, y tienes un cuerpo realmente atractivo que no veas. Yo te veo preciosa, si te soy sincero.

Me daba cuenta de que me gustaba mucho decirle a esta mujer todo lo bello e intenso que me iba surgiendo. El querer despertar en ella la alegría, y a la vez tocar su lado más íntimo con mis palabras, era algo que en mi interior latía con fuerza. Y aprovechaba cualquier ocasión para decírselo, algo que a ella, sabiendo y sintiendo que mis palabras eran sinceras, le llenaba de emoción, y me lo hacía saber.

-Pues la verdad, que no es por ser meloso, pero si me dicen que diga tu edad, ya te digo yo que diez años menos los aparentas, chica.
-Eso me dicen los que me conocen -me respondió Angela-, y que no solo en el físico y en la edad aparento menos, sino en mi energía y forma de ser. Mira, pincha en este álbum mío que es privado, son unas fotos en bikini.
-Vale. A ver... ¡Vaya! Estás preciosa, Angela. Realmente tienes una figura muy intensa y atractiva.
-¡Gracias de nuevo!.
-Es que los bikinis le sientan a tu cuerpo estupendamente, la verdad...
Y el reloj seguía contando las horas, que para nosotros eran minutos, pues tan intensamente compartíamos que el tiempo, cuando estábamos juntos, no se había hecho para nosotros. Cronos, en su trono allá en el Olimpo, no debía de estar muy contento, ya que habíamos roto sus reglas para darnos el espacio en el que deseábamos estar cada vez que conectábamos.

-¿Niño has visto las horas que llevamos escribiéndonos?
-Ahora que me lo dices, si, jajaja.
-¿Te digo una cosa? Me siento tan a gusto contigo, Víctor, que ni me he dado cuenta de la hora.
-Mejor así, es que es muy agradable conversar contigo.
-Además de que me encantan los comentarios que me pones.
-Pues son todos para ti y nada más que para ti, Angela.
-Ahora estoy contentísima de que hayas puesto comentarios en mis fotos, y eso nos haya llevado a conectar así.
-Me alegro de que tengas esa buena sensación, chica.
-Buena no. Bueniiiiiisima.
-Niño, la verdad te digo... ¿dónde estabas escondido, que llevo más de un año en esto y no te vi nunca?
-Mmm, pues escondido, precisamente no.
-Y gracias a la Vida, te he encontrado, muchacho...
-Gracias por encontrarme, mujercita...

Sentimientos, pasión, corazón. Cuando el Universo te quiere hacer un regalo como este, todo lo que hay dentro de uno y a su alrededor tiembla, se estremece, salta por los aires como un volcán, y corre rápido como el río en la montaña.

Y eso es cuanto nos sucedía a ambos. Las palabras intensas, los sentimientos acompañando las frases que nos dábamos uno al otro. La emoción que se sentía en cada una de nuestras conversaciones, por pequeña que fuese. Todo nuestro pequeño universo, iba girando cada vez más en una misma dirección. Miles de estrellas, haciendo una danza cósmica de movimientos inigualables. Miles de soles alumbrando un nuevo amanecer. Y dos personas, transmitiendo los más bellos sentimientos que los millones de años de edad de la tierra habían conocido jamás.

No hay comentarios: