miércoles, 19 de octubre de 2011

14.

-¿Cómo dices que se pone un enlace al perfil?.
-Pues es fácil, Angela. En la barra del navegador, seleccionas y copias estando en el perfil que quieres o dentro de un perfil en alguna foto o parte del mismo, y me lo pegas en la ventana en que escribes y me lo envías. Así puedo yo cogerlo y entrar y verlo.
-Ah, vale. Que todo parece fácil, chico, pero cuando una no está acostumbrada a hacerlo pues no sabe como hasta que se lo explican.
-Eso si.

Angela se iba soltando con el ordenador a la vez que nos soltábamos en nuestros encuentros en la red. Como a mi me gustaba la informática, pues todo lo que ella no sabía por ser raro o complicado, ya fuese como usar programas, o trucos para realizar esta o aquella tarea, se lo explicaba. Y ella estaba encantada con ello, pues además de conectar y tener conversaciones geniales, acababa sabiendo sacarle mucho más partido al ordenador y a internet.

-Aquí sigue lloviendo, chica. Me gusta el sonido de la lluvia golpeando el cristal de la ventana de mi habitación. Es relajante.
-Pues aquí también llueve mucho. Por cierto. ¿Recuerdas que unos de los besos que me escribiste y enviaste eran 'besos de lluvia'?.
-Si me acuerdo. Esta noche es ideal para compartir juntos besos de lluvia, Angela.
-Si, jajaja. Otros de chocolate, de tarde de rocío, de luna llena... Uf, cuanta cantidad y variedad de besos. ¡Dios, cuántos besos!. Me dieron ganas casi de borrar lo que yo tengo escrito en mi perfil, y en su lugar poner esos besos, Víctor.
-Son hermosos, pues los besos son instantes. Besos de playa desierta, de gatito de pelo suave, besos de chocolate amargo y dulce, besos en Hong Kong, en Buenos Aires...
-Esos mismos...
-Pues si quieres cógelos y ponlos en tu perfil, Angela. Me parece estupendo.
-¿Entonces me das permiso para ponerlos?. Diré que me los ha enviado una persona muy especial.
-¡Claro que si!. Besos de diamante, de brillo en tus ojos, de sábanas revueltas, besos de arcilla, de falda corta y blusa abierta...
-¿Sabes? Soy muy feliz...
-Me alegra saber que estás sintiéndote feliz, Angela.
-Estás haciendo que me estremezca, Víctor. Y ya me vas conociendo, y sabes que si te lo digo y expreso es porque lo siento.
-Me alegra que me digas eso, porque yo siento que si tu eres feliz, y pongo alegría en tu vida, mi día se vuelve mejor en todo.
-Víctor, la gente por aquí suele decir que no se sienten sensaciones, emociones, vibraciones... Yo les diría a quienes piensan así, que qué sabrán ellos.
-Si. Qué sabrán.
-Yo al menos por aquí si que he sentido, amor, y amistad, y muy sentidas dentro de mi corazón.
-Es que es así. Si te insultan, o se ríen de ti, o se pasan escribiendo contigo, mismo que no hagas caso o que te resbale, pero sales ese día de la página de Badoo diferente, quizá hasta desanimada. En cambio, después de una conversación como las nuestras, uno sale con energía, con positividad, y sintiéndose mejor.
-Y los que dicen, Víctor, que por aquí todo es mentira, que es falsedad lo que la gente muestra para poder así conseguir relacionarse como ellos desean pero no quieren que se sepa. Pues yo habré tenido suerte en la vida, pero entre tanta mentira y falsedad yo he conocido el Amor como nunca, y la amistad sincera.
-Hasta ahora, Angela. Hasta ahora. Siempre se puede amar más, o más correctamente, se puede amar cada vez mejor.
-Jajaja, no creo que pueda amar más, si amase más quizá llegaría a la locura.
-Se puede amar siempre más y mejor, e ir un poquito más allá cada día en el amor. Eso tiene una palabra hermosa, que es VIVIR.
-Quizá tienes razón. Yo creo que ya no tengo capacidad de amar más de lo que he amado. Ha sido tanto, que igual es mi límite en cuanto a amar se refiere. Puedo amar, pero hasta ese nivel.
-Pues si que la tienes. Porque los límites en el amor los pone cada uno. Y si uno cree firmemente que no tiene límites, al final resulta que te das cuenta de que es así, de que siempre puede uno ir más allá. Yo lo he vivido y experimentado, por eso se que es así.
-Es posible, Víctor.
-Mira, Angela. Se puede amar sin vivir, más no es recomendable, pues lo coherente es llegar al equilibrio. Se puede vivir sin amar, pero entonces será una vida vacía, sin un sentido. Lo mejor, así lo siento yo, es vivir amando, y poner amor en todo cuanto vivimos.
-Claro que si, tu lo has dicho. ¡Preciosa frase!. La voy a recordar siempre.

Siempre me gustaba hablarle a Angela de la Vida, con mayúsculas. De esa Vida que es la que le da sentido a todo cuanto hacemos, y a nuestro paso por el mundo. Esa Vida que nos es regalada para que la aprovechemos, la disfrutemos, la sintamos, y hagamos por dar lo mejor de nosotros mismos, siendo un ejemplo de amor, de consciencia, de alegría, de amistad, de solidaridad, y mucho más.

Y a ella le encantaba leer esas palabras, pues sabía que una persona que escribía así, y que sentía así, era una persona con un corazón grande, con un alma limpia, y con una visión de la vida tremendamente positiva y alegre. Y todo eso siempre merece la pena compartirlo e incorporarlo a nuestras vidas, y si es a través de una persona que nos agrada o nos gusta, o que llega a ser nuestra pareja, mucho mejor.

-Angela, ¿Nos vamos a la cama?.
-¿Qué?
-Si, digo que si nos vamos a la cama. Los dos, por supuesto.
-Jajaja...
-Si cada uno a la suya, me temo de momento. Aunque prefiero seguir escribiéndome contigo que acostarme ahora mismo.
-Claro que nos podemos ir a la cama. Y juntos. Ponemos un cartón u otra separación en medio, y solucionado.
-¿Y a que esperamos? jajaja, ¡vamos a ello chica!.
-Claro, hasta puede haber abrazos, mimos, algún beso...
-Si, pero entre tu y yo igual empiezan a salir chispas, y terminamos lo que se comienza.
-Mmmmm... Es posible, Víctor. Es muy posible. Aunque por como somos tu y yo de forma de ser, acabaríamos apretándonos fuertemente con cariño y diciéndonos 'te quiero', 'te amo' y expresando sentimientos así.
-Pues yo si quiero que nos lo digamos, Angela.
-Yo también.
-Te quiero, Angela, desde lo más bonito y profundo de nuestro Ser y de mi corazón, TE QUIERO...
-TE QUIERO, Víctor, desde lo más profundo de mi, y lo más bonito e importante de mi corazón.
-Te quiero, Angela, de la manera más preciosa que se pueda querer a otra persona.
-Dios, que paz interior siento ahora mismo, chiquillo... Es precioso.
-No esperaba estar todo este rato, Angela, diciéndote cosas hermosas, y deseándote todo lo que mi corazón desea que te ocurra de bueno, pero es algo maravilloso, nos ha venido así, y así de especial ha surgido.
-Víctor, entre nosotros, doy gracias a este mundo virtual. ¿Sabes por qué?. Porque sin él, nunca te hubiese conocido.

Yo sí que daba gracias a internet, a la tecnología, al mundo virtual, a las páginas de la red, a mi conexión de alta velocidad. Angela era -y es- una mujer como no hay otra igual en la mágica y maravillosa forma de ser y vivir.

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