lunes, 31 de octubre de 2011

21.

-¿Dos mil qué?
-Ten en cuenta, Víctor, que con el otro chico fueron doscientos, y euros. En tu caso serán besos y abrazos.
-¡Besos y abrazos! ¡Entonces te digo desde ya mismo que si, Angela!.
-Perfecto, chico.
-Por cierto, Angela. ¿No te sobrarán por ahí que me puedas dejar unos diez mil euros?. Es para regalárselos a una chica que se llama como tu por haberme regalado unas fotografías personales suyas que son una maravilla...
-Jajaja... ¡Hecho!.
-Estupendo. Además, que es un buen trato. Porque yo te voy a dar los besos y los abrazos despacio, aprovechando al máximo cada uno, haciendo que los sientas en todo tu cuerpo y tu ser. Nada de ir deprisa o juntándolos demasiado para acabar antes. De eso nada, mujer.
-Uf, que bueno. Esos besos y abrazos los vamos a compartir de la mejor manera posible, Víctor.
-Es que es y va a ser así. Incluso si me dijeses que tu tienes el poder de juntar todos esos besos y abrazos y condensarlos en uno tan inmenso como el universo y con emociones y sentimientos comparables al estallido de una estrella, me dejaría dar ese beso.

Como dijo un sabio. 'Es la posibilidad de realizar los sueños, lo que hace la Vida interesante'. Y yo al compartir con Angela, cada vez era más consciente y me daba más y más cuenta de que con una mujer como ella, la posibilidad de realizar sueños se hacía más real, más tangible, más cercana.

-Yo creo, Víctor, que si que tenemos la capacidad y el don de poder condensar y crear ese beso tan afortunado, bendecido, lleno de valentía y explosión de Vida, que lo vamos a compartir tu y yo. Ese beso aún no lo he sentido ni conocido, pero te puedo asegurar que cuando lo viva, lo sienta y lo exprese, traspasaré esta dimensión, y me hará escuchar sonidos y melodías que aún no he oído, y me mostrará en un instante mi vida y lo que puedo aún vivir. Así de grande siento que ha de ser ese beso. Así y más, que las palabras se quedan cortas para describir este beso.
-Ufff. ¿Podrás aguantarlo sin explotar?. Ten en cuenta que será un beso, que cuando nos lo demos, el Universo dejará de existir, todo cuanto ha sido, es, y será, nos parecerá que no está en ese momento, solo estaremos tu y yo. El ambiente, donde tenga lugar ese beso, se transformará en un lugar con tal vibración y energía, que quién entre después en ese espacio, mejorará en salud y armonía, tanto física como emocional y espiritualmente, sin saber porque. Será un beso, que al recordarlo, se convertirá en una imagen, en melodía, en el tacto de nuestros labios, en gusto y un sabor nuevo, en un olor agradable, todos los sentidos en sintonía haciéndonos recordar siempre ese beso.
-Ufff, si que es grande eso que has escrito, chico.
-¿Crees que podrás intentarlo al menos, como yo haré?.
-Eso será precioso. Y te lo estoy escribiendo, y se lo que escribo, y te digo que si de verdad yo llego a sentir eso, y esa felicidad y alegría sin límite en mi corazón, en ese momento creeré firmemente que existe algo más grande que el ser humano, algo que alienta y da vida a las emociones más bellas y puras en las personas. Ya solo con pensar en eso como tu lo haces, Víctor, y desear hacerlo, ya hace pensar en que el milagro de la Vida es vivirla. Vivirla intensamente y con pasión hasta el último aliento, hasta que uno se vaya de este mundo. Vivirla amando sin límites, y amar viviendo sin límites.
-¡Dios, que precioso, Angela!. Vivir amando sin límites, y amar viviendo sin límites. Tu si que estás del lado de la Vida, chica. Tu si que sabes expresar la vida que llevas dentro. Y me gusta.

Angela escribía inspirada por su corazón. De eso no me cabía duda. Las palabras que ella ponía y que iban apareciendo en mi pantalla. Sus frases donde un repicar de campanas anunciaba algo bueno. Cada conversación que iba de las cosas más sencillas a las experiencias más profundas. Ella demostraba tanta sabiduría en sus palabras. Claro que su corazón estaba en una perfecta conexión con su alma y su mente. Y todo cuanto ella expresaba llevaba mucha vida, más sentimiento aún, y el ser de una persona buena en su esencia.

Porque a pesar de haber en el mundo personas negativas, egocéntricas, incluso cabrones y malas en su actuar. A pesar de las envidias que se generaban cada día en los ámbitos más normales. Dentro de saber que una gran parte de la gente actuaba movida solo por el interés personal y el beneficio propio a costa incluso de las personas que uno tiene alrededor. Con todo esto y más. Entre todo esto, destacaba esta mujer activa, valiente, decidida, que peleaba con uñas y dientes por lo suyo, sin por ello dejar de estar siempre bien dispuesta a ayudar y compartir con la gente.

Alguien así, como Angela, que estaba metida de lleno en la actualidad y en el día a día, y a la vez cogiendo lo bueno y positivo de ayer, hoy y siempre. Una mujer así, estaba destinada a conquistar su mundo interior, a ser un ejemplo para el Mundo, y a dar y recibir un Amor tan gigantesco que las generaciones venideras lo recordarían y se fijarían en él como uno de los ejemplos de Amor Verdadero. Cosa que acabaría pasando...

-Yo SÍ QUE PUEDO intentarlo, Víctor. ¿Y tu?.
-Yo también puedo. ¡SI QUE PUEDO!.
-Entonces...
-Entonces yo digo que si. Que quiero que surja la ocasión, que sea como lo hemos sentido, y que sea entre tu y yo.
-Pues ten por seguro, Víctor, que ese momento nos llegará.
-Yo siento que nos llegará, Angela. Es más, mi corazón me dice que nos llegará, y no solo ese, sino muchos momentos como ese.
-Impresionante, chico...
-Maravilloso, chica...

domingo, 30 de octubre de 2011

20.

Los fríos días del invierno se van sucediendo, y el devenir del tiempo va acercando cada vez más, aún sabiéndose lejana, la nueva primavera.

Y, sin saber cómo, los corazones de dos personas despiertan un día sintiendo que desean compartir momentos juntos. Y a partir de ese instante, desean estar juntos, y encontrarse en cada ocasión que les es posible. Y esos dos corazones, de momento se juntan sin saberlo las personas a las que dan vida, pues ellas se conectan a través de la Red, de ordenador a ordenador, y estos traspasan las barreras del espacio para verse frente a frente.

-Víctor, por favor, dime una canción que te guste, y que desearas que yo la escuchase y la hiciera mía.
-Ok. A ver que piense...
-Una canción que cada vez que la escuche piense en ti.
-He de pensarlo bien, ya que quieres que sea algo muy especial. Me vienen varias a la cabeza. Veamos, que escojo... entre Rebecca Lynn o Angela Aki.
-Chico, yo en internet no encuentro nada de Angela Aki, que tu dices.
-Pues anda que no es famosa en Japón y cada vez más conocida aquí en Europa. Mira vídeos suyos en Youtube, ahí la encuentras seguro. Ya bajarte la música, pues no se decirte de donde. Canta en japonés.
-¿Es en japonés?. Bueno tu me la vas traduciendo, por ejemplo.
-Si, jajaja, espera que tome algo así como un año de lecciones de japonés, y luego si eso te pongo las letras en español. Como no esté ya traducida al inglés al menos, me va a costar lo mío, chica.
-Jajajajaja... Me encantas, niño, desde luego eres genial. Muuuuuaaaaak, te ganas besitos, que lo sepas.
-Eres un solete, Angela. Ya me estás dando esos besos en mis labios, que me gusta sentir los tuyos.
-Pues hasta que nos veamos, ya sabes, acerca tu cara a la pantalla, que los sintamos los dos.
-Hecho Angela, venga. Ya me acerco.
-Muuuaaaaak... muuuaaak... muak... muuuuuuuuaaaaaaaaaaak... muy suaves y despacio, para que los sientas más y mejor, Víctor.
-Yo también te he dado algunos, chica preciosa.
-Tus besos sabían a turrón, Víctor.
-Mmm... los tuyos, sabían a... ¡Croissant y nata montada!
-Ey, eso no vale, jajaja. ¿Cómo sabes que eso es lo que he merendado yo hoy? Fíjate que aún tengo el sabor.
-Anda ya... ¿En serio?
-Que si chico, que es en serio. Te lo juro, de verdad.
-Nada, quiero pruebas chica, a ver.
-Porque no tengo cam, sino te lo mostraba que todavía tengo croissants aquí conmigo.
-Tendrás que besarme de nuevo, para que pueda volver a saborearte y comprobarlo. ¿Qué me dices, Angela?
-¡Si! ¡Claro que te doy otro beso!
-Mmm.
-Muuuuaaaak...
-Estupendo, Angela.
-Mmm, como te quiero, chico.
-Bueno, como hemos comido dos cosas distintas, tu nata y bollería y yo turrón, se mezclan los sabores.
-Si, al final se difuminan unos con otros, Víctor, pero en este caso queda más el de la nata.
-Claro, es que si tu comes croissant con nata y yo ajos, pues como que mi sabor no deja mostrar el tuyo.
-Vaya ejemplo, eso si que es un sabor fuerte.

A veces podían ser conversaciones más de andar por casa. Otras veces muy intensas y románticas. Otras apasionadas, y llenas de sensaciones, y hasta de lujuria picante y sana. Pero todas llevaban sentimientos profundos entre los dos.

-Eres una persona estupenda, Angela.
-Lo soy, niño lo soy. Ahora mismo te estoy dando un abrazo enorme.
-Recuerda, que si algún día me sonríe la suerte, y me voy a una isla del Pacífico y monto un pub en la playa donde poner buena música para bailar, disfrutar de los amigos y sentir y vivir la Vida, por ejemplo en Bora Bora, Papúa o Seychelles, recuerda que te avise para que te apuntes y te vengas.
-Guau, Víctor, eso está muy bien. Segurísimo que me voy.
-Y nos perdemos, en el buen sentido de perderse, y ser inmensamente felices por dar un vuelco al destino y simplemente Ser y sentir, Angela.
-Eso, en el mejor de los sentidos.
-Sentarse a la orilla del mar, al atardecer, escuchar las historias de los turistas, contar las nuestras...
-A mi eso se me da muy bien, Víctor. Escuchar, que me cuenten historias y vivencias, quedarme con lo mejor de cada una de ellas, y enriquecerme con todo lo que pueda aprender. Eso sería una maravilla.
-Es algo muy bueno, fluir con la Vida y aprender de ella y de como actuamos y nos movemos en ella. Eso es cierto.
-Niño, cuando nos ponemos a escribir tu y yo, se nos va el tiempo. Fíjate...
-Ya lo se, nos pasan las horas y ni nos enteramos. Eso quiere decir algo muy bueno entre los dos, Angela. Lo bueno es que tu me puedes dar siempre una colleja para decirme 'eeeeyyyy, venga que tengo un sueño enorme, vamos a ir terminando por hoy'.
-Claro, ya tenemos confianza suficiente para decírnoslo.

Si que la había. Al conectar de manera tan clara y sincera, se había creado una conexión muy sutil, y había nacido una confianza mutua muy grande. Eso nos llevaba a contarnos confidencias, a hablar de temas profundos o complicados sabiendo en todo momento que la otra persona leía con el corazón y comprendía, poniéndose en la piel del otro. Eso era algo que merecía la pena.

Angela y yo gustábamos de las conversaciones lentas, donde se cuentan muchas cosas pero se van saboreando poco a poco. Lo cual no quitaba para que hubiese conversaciones muy subidas de tono. Y es que la Vida a veces junta a dos personas, que desean abrirse a la maravillosa experiencia de ser y estar con el otro. Y eso nos pasaba a Angela y a mi. Nos gustaba conversar, como no. Pero sabíamos que incluso al pasear agarrados de la mano sin decirnos nada, estábamos compartiendo todo. Mirarnos a los ojos ya era hablar de corazón a corazón. Era emocionante cruzar frases llenas de sentimiento y sensaciones, más a nosotros, que ya éramos capaces de hablar con el corazón directamente, nos podían sobrar las frases siempre que lo deseásemos.

-Mujer, quiero que nos demos una buena cantidad de besos, que dicen que besarse activa músculos del cuerpo y ciertas funciones y órganos se ponen en funcionamiento, y se queman calorías. Y eso me vendrá muy bien.
-¿Si?. Pues mándame muchos besos de esos, Víctor, que quiero quitarme cuatro kilos, que no es que esté gorda, pero los he cogido de más según creo yo.
-Hecho, ya nos daremos montones de besos, eso tenlo por seguro. Además de los que compartimos por aquí por la Red y te doy también.
-Aunque la gente me dice que estoy mejor así, que no me quite para nada estos cuatro kilitos, que no son tantos.
-Bueno, eso tiene solución, Angela. Nos damos cientos de besos, y como vamos a quemar un buen número de calorías, luego te invito a un postre y un delicioso capuccino y compensamos. ¿Mejor así?.
-¡Si! Buenísima idea. Si lo que a ti no se te ocurra. Me parece una idea magnífica, Víctor.

Creo sinceramente que hemos compartido tantísimos besos por internet y por la red social de Badoo, que las pantallas de nuestros ordenadores brillaban como recién estrenadas no de no usarlas o limpiarlas demasiado, sino de tanto como las rozábamos con manos y labios.

-Por cierto, Angela, pásame a tamaño de la cámara la foto esa que tienes de 'Maja Vestida'.
-¿De Maja Vestida?. Jajaja. ¿Cuál es?.
-Si chica, es esa que sales tumbada en un sillón negro delante con una mesa metálica. Estás puesta igual que la mujer de Goya, solo que en versión actualizada.

Daba igual de Maja Vestida, de chica moderna, o de mujer actual. Angela deslumbraba, porque a su forma de ser tan transparente y limpia, se sumaba la belleza de una persona que era bella por dentro, y sabiendo eso, ella misma sacaba todo ello hacia fuera y su cuerpo y su figura reflejaban la maravillosa y bonita chica que era. Y eso me gustaba, pues tenía frente a mi a una mujer en todos los sentidos. Una persona que merecía muchísimo como era en su forma de ser. Alguien especial por sus sentimientos y emociones. Por su alegría interminable. Por su sonrisa capaz de derribar los muros más altos y abrir paso a la luz. Por... tantas y tantas cosas.

Por supuesto que me gustaba todo eso. Una atractiva, femenina, deseable, intensa y preciosa mujer en todos los sentidos...

viernes, 28 de octubre de 2011

19

-¿Has dicho que te vas a poner chula y guapa para mi? Uff que bueno, tantos detalles que estás teniendo conmigo, Angela.
-Joer Víctor, te quiero. TE QUIERO...

Y así, las conversaciones transcurriendo por insondables y curiosos caminos, todos ellos llevándonos a puertos donde entre cada frase reposaban nuestros corazones juntos, donde entre sentimientos y emociones nuestros espíritus y nuestras almas compartían bellos atardeceres a la orilla del mar, degustando las mieles del triunfo de saber cuanto del uno iba penetrando en el otro y viceversa.

-Angela. Eres un encanto de mujer y una persona muy especial. Angela, como no quererte, apreciarte en lo que vales, como no desear que leas mis mensajes y pienses en mi, con muchísima amistad, cariño y ternura. Quiero y deseo que tu mente se concentre en desearme lo mejor y más positivo que la Vida pueda darme, que es lo mismo que yo hago cuando pienso en ti, mujer de vida...
-Víctor, se que tu energía, y cuanto tu eres, estáis conmigo. Esta noche también voy de baile. Y recuerda que a las 12 en punto estaremos bailando juntos. No te despistes y se te vaya a pasar la hora, ehhhh, jajaja. ¡Besos y más besos! ¡Te Quiero!.

Habíamos conseguido un nivel de conexión entre Angela y yo, que aprovechábamos cualquier momento del día para intentar conectar aunque uno estuviese haciendo una cosa y otro hiciese otra totalmente distinta. Si ella salía a bailar, en un momento dado bailaba para mi y solo para mi, y yo, aún pareciendo increíble, lo llegaba a sentir en mi cuerpo y en mi ser. Si era yo el que iba de buena mañana a correr por la orilla del río entre naranjos, concentraba mi pensamiento en ella, y al despertarse Angela, sentía una alegría inmensa en su corazón, un gozo indescriptible que le hacía saber que yo estaba pensando en ella. Así era nuestra relación en ese momento.

-Hola mi niño. Me cachis, que no leí tu frase de que me hiciese una foto bailando para ti... Pero me he hecho fotos, eso si. Ya las subiré, y sabrás cual me hice para ti, que he pensado en ello.

-¿Sabes Víctor? Anoche a las 12, estábamos tu y yo bailando, muy juntitos. Y te juro que fue algo muy real. Fue tan real, que una amiga se acercó y me dijo 'niña, que te pasa que estás en Babia, ay, en quien estarás pensando. No me digas nada, que tu sabrás, porque reflejas una cara de felicidad, que se diría que estás enamorada'. Yo la sonreí sintiéndome inmensamente feliz, la miré fijamente, y le dije '¿tu me ves feliz, verdad? Pues ya está, Noe... solo te digo que es un momento mágico...'. Nos abrazamos, y la noche fue estupenda. Y en que haya sido estupenda, también tienes parte tu, chico.
-¡Estupendo! Voy a besar tu mejilla para que sientas que estoy cerca tuyo, Angela. Es más, besaré tus labios, así te llegará más intenso aún. ¡Ssssmuuuuuack!.
-¿Y tu cómo estás, niño?
-Bien, acabo de salir un momento, y el termómetro junto al río marcaba un grado. ¡Imagínate que frío!. Brrrrr...
-Uff, que frío. Habrás salido con la naricilla tapada, digo.
-No, que va. He salido de casa calentito, y bien abrigado, que con eso ya va bien. Además que es agradable sentir el frío a veces, para darse uno cuenta al darte en el rostro que estamos vivos y sentimos. Que la gente se protege tanto que ya evitan hasta sentir las estaciones del año, algo que es natural en el mundo.
-Pues tienes razón, Víctor.
-Eso si, Angela, he vuelto, como tu dices, con la naricilla fría, y quizá con un besito tuyo entrase mejor en calor, mmm.
-Anda, chico, venga, acércate al monitor, que te de un besico, muy, muy suave, y con mucho mimo.
-Vale, ya pego la nariz a la pantalla, chica.
-¿Ya?
-¡Ya!
-Hummmmmmmmmmmmm... Muuuuuuuaaaaaak. Ahí te va, rico, rico, jajaja...
-Jajaja. Pues rico, rico para mi, Angela, que cuando me has dado el beso en vez de la nariz he puesto los labios, y lo he saboreado mucho mejor.
-Puff, pues yo he hecho lo mismo, he intentado besar tus labios y los he llegado a sentir.
-Imagino a que saben tus labios, mujer, y es algo muy interesante...
-¡Me gusta! Somos dos personas traviesas, Víctor.
-Claro, eso demuestra que estamos y nos sentimos muy vivos.
-¿Sabes una cosa?
-Dime, Angela.
-Coño, QUE TE QUIERO, y perdona la expresión.
-Vale. Te perdono la palabra 'expresión'. El resto déjalo que me gusta y mucho. Yo también te quiero que no veas como.
-Chico. Tu igual piensas que estoy lokita. Pero me da igual. Es una lokura rica, y sana, y muy limpia en sentimientos.
-Ayer cuando bailaba, llegué incluso a imaginarme y sentir tu olor, además de tu presencia bailando juntos muy apretados.
-Entonces Angela, bailamos abrazándonos intensamente.
-De eso puedes estar seguro. Disfruté muchísimo.
-Pues ya me pasarás fotos, chicas, de esa noche de baile.
-¡Si! ¡Eso está hecho!. Fíjate si te he sentido, que he llegado a casa a las cinco y media, y lo primero que he hecho ha sido entrar en Badoo a ver si había mensajes o algo escrito tuyo, antes de irme a dormir. Prefería leerte a dormirme a esas horas.
-Maravilloso, Angela. Sublime, grande y maravilloso lo que ocurre entre tu y yo, chica.
-Es verdad.
-Me encantará verte bailar para mi, y luego bailar juntos.
-Pues cuando lo desees quedamos y te bailo, para ti si que me encantará hacerlo.

Era estar en la casa de las delicias, en un palacio japonés con la reina de las geishas dándolo todo por su chico, bajo una cascada con la princesa del cuento, cabalgando por la estepa dos bravos guerreros en pos del viento y mil aventuras...

miércoles, 26 de octubre de 2011

18

-Vaya. Este corazón mío es una caja de sorpresas. Me ha metido en la mente una canción, y nada, que te ponga el enlace, que te lo ponga... Canta una japonesa. Me llamarás pesado o insistente, pero cuando te viene algo así, pues has de compartirlo. Y mi corazón me hace sentir que quiero compartirlo contigo. Tenía que ser esta música y no otra. Venga, ya nos vemos. Ahora si me voy a dormir, con el espíritu y el ser contentos...

Me venían las señales una detrás de otra. Sin dudar un momento, mi corazón seguía expresando todo con la claridad que la luz que me inundaba le llegaba también a Angela.

La luz, cuando encuentra un cuerpo, refleja solo un color, y el material que sea absorbe el resto de la gama de colores, por eso cuando vemos una prenda azul, por ejemplo, es porque al chocar la luz contra la tela refleja el color que vemos. Yo al mirar a Angela, veía reflejados todos los colores, los que existían ya y los nuevos que nuestra conexión iba creando. Nunca me cansaría de llenar la vida de Angela de luz. Esta mujer se lo merecía, y yo quería dárselo con todas mis fuerzas.

-¡Hola, buenas tardes! Como cada día, y desde hace ya dos o tres, cuando me levanto y miro al ordenador, tu nombre, y tu carita, es lo primero que se me viene, a mi cabeza. No se cual es el motivo por el que me sucede esto, quisiera descubrirlo, más de momento solo se que es algo que me gusta, que me causa maravillosas sensaciones y emociones. Para un día expresarlas...

Chico es lo que siento, pensarás si esta mujer está loca, sin conocernos. Yo te digo, que es mi lokura... y te escribo lokura con 'k', porque así suena mejor, suena bonita, suena sana.

Todo lo que me escribes, me llega muy dentro de mi, Víctor. Me hace ser una personita, inmensamente feliz y llena de alegría. Desde hace unos meses había perdido un cincuenta por ciento de lo que yo era, de cómo yo era antes. Y recuperarlo gracias a ti, me gusta un montonazo.

-Venga, te dejo porque me he leído unas cien veces lo que me escribes. Quizá más. Y ahora mismo no veo las teclas para seguir escribiéndote. En este momento tengo, como te he dicho ya alguna vez, 'orgasmos del alma'. Si, como lo lees, orgasmos del alma. Y eso es muy enriquecedor...

Y a veces el estallido que recorría mi cuerpo al leer sus frases, hacía que fuese posible el conectar más y más con ella, ya fuese al mismo tiempo o en horarios distintos, como si estuviésemos escribiéndonos cartas.

Ya era tal el cúmulo de sensaciones que se daban entre ella y yo, que escribirla era una auténtica pasión para mi. Apasionarme con ella y desear mejorar su vida. Algo que me hacía sentir bien, y me transmitía una auténtica y verdadera paz, un equilibrio lleno de vida y energía, en todos los sentidos.

-Tu cuerpo se vuelve ligero, Angela. A cada inspiración y expiración pesa menos, pues necesita de menos tensión para estar erguido o tumbado. Sientes como mis palabras van relajando cada parte de tu cuerpo... Vuelves a inspirar, y al soltar relajas tus brazos, hasta las manos... Siente tu cuerpo estupendamente bien, mujer...

-Angela, ahora siente una energía muy especial, muy viva. Muy llena de felicidad y de cariño, de alegría y de ternura, que comienza a recorrer todo tu cuerpo. Siente como te va entrando por la cabeza una inmensa felicidad que hace que toda tu piel sienta un agradable cosquilleo, y esa sensación baja por tu rostro, tu cuello, tu espalda, tus pechos... Relajas todo tu cuerpo y lo sientes así unos momentos... TE QUIERO, ANGELA...

Y volvíamos a conectar, pero a horarios distintos de vez en cuando.


-Ey, hola niño, buenos días. Ayer me desconecté antes que tu conectaras. Me hubiera encantado darte las buenas noches y que tuvieras dulces sueños, lo mismo que los he tenido yo. Hace quince minutos que me he levantado, hace un día malo, pero yo como siempre me he mirado en el espejo, me he dicho cuanto valgo y lo estupenda que estoy. He sonreído y he comenzado el día cargadita de energía. Y dando gracias al de arribita por estar sana y con tantas ganas de comenzar un nuevo día. Hoy difícil que conectemos, tengo cena de Navidad con unos alumnos míos, que les he dado un cursillo, y me voy a la peluquería, y luego hacer cosas, y de noche ya de cena y luego algo de juerga. Pero el primer baile, prometo que solo pensaré en ti, y bailaremos juntos. Para que te llegue toda mi energía, ¿ok?. Venga, te mando billones de besos, y recuerda siempre que Angela Te Quiere un montón...

Hermosas palabras que se cumplirán muchísimos años. Recuerda siempre que Angela te quiere un montón...

domingo, 23 de octubre de 2011

17.

-Chica, eres un ángel.
-Niño, tu si que eres especial.
-Venga cielo, que descanses mucho y bien. Y que te aparezcas en mis sueños, por favor.
-Lo pediré, Víctor. De verdad que lo voy a pedir.

Tratándose de los sueños, y yo sabiendo que si uno desea mucho soñar con algo o alguien, y se acuesta pensando en ello, puede surgir un sueño en el cual eso que uno desea salga reflejado, me acostaba por las noches con la imagen de Angela en mi pensamiento, y mis últimas palabras deseando lo mejor para ella y pidiendo soñar con ella.

-Besos de chocolate blanco, y galletitas. Besos de manantial de montaña, y atardecer en la playa. Besos de una persona sencilla, hacia un ángel del cielo. Es decir, besos de mi para ti... Besos de un corazón a otro corazón, un corazón que te quiere, que te aprecia, que valora mucho cuanto ha vivido y compartido con el tuyo... Besos... de un maravilloso día que vas a tener y a disfrutar, Angela.

Era un auténtico privilegio el poder enviar estos mensajes a Angela cuando no coincidíamos a la misma hora. Pues cada uno de los dos sabía que si al conectar había escrito el otro, la emoción, la alegre sorpresa, y las sensaciones, iban a salir disparadas con fuerza hacia el infinito.

-¡Buenos días Víctor!. Ay, tus besos. Me hacen cada día sonreír más, me estremecen, se me eriza la piel solo con leerte escribir así. Saber que estás ahí, detrás de esa caja tonta, como yo digo, pero maravillosa a la vez. De saber que aún sin conocernos, ya compartimos una amistad, un cariño y unos sentimientos muy especiales uno por el otro. Eso es todo un lujazo, no todos pueden decir lo mismo, y por eso TE DOY GRACIAS. Gracias, gracias, gracias, Víctor.
-Tienes algo mágico, Angela. Me entran ganas de entrar y dejarte un beso -rozar nuestros labios apenas-, recibir uno tuyo y sentirte, mujer hermosa. Siempre estaré agradecido por haberte conocido. Y creo que eso es solo el principio. Por cierto que has puesto 'quiero hacer cena para dos, con un chico' en tus preferencias actuales de la página. Yo quiero. Si, quiero ser yo. ¡Me apunto!.

Y ella siempre estaba ahí. Para contestarme con letras llenas de vida. Para recoger mi guante y aceptar el ofrecimiento. Para demostrarme que se puede ser muy fuerte, sin dejar de ser tierno.

-¡Hola!. Acabo de entrar en casa, he conectado, y veo que me has escrito otra vez. Y al leerte, se me ha quitado todo el frío que traía en mi cuerpo. Y a continuación me has sacado esa sonrisa de oreja a oreja que sabes que provocas con tus sentimientos y palabras. Quiero que sepas, que desde que te conozco, y te has abierto a darme tu confianza, mis días son más brillantes, y mis pensamientos más felices por causa tuya. Aaaaahhh, y lo de la cena, cuando tu lo desees, te tomo la palabra, y la organizamos. Te apunto, y no te me eches para atrás, ojito, jajaja... Como esto lo leerás seguramente por la mañana, pues cierro por ahora enviándote millones y millones de besitos.

Después de cruzarnos frases así, lo que mi corazón sentía era de un gozo indescriptible. Las palabras más intensas, más vívidas, más espléndidas y con más corazón, no eran suficientes para describir fielmente todo cuanto las palabras de Angela me hacían vibrar.

Yo, a su vez, lleno de ganas por transmitirle y hacerle sentir todo, le escribía de la misma manera. De una manera apasionada, con coraje, con valentía, a la vez que con la caricia que es capaz de sacar lo mejor de cada persona por medio del amor.

-Angela, mis días también son más 'brillantes' porque en mi interior siento la necesidad de regalar luz a tu corazón. Mis pensamientos al igual que a ti te sucede, son más 'felices' porque de mi corazón brota una alegría inmensa cuando de escribirte se trata. No se puede explicar el por qué, mujer, porque no hay explicación para ello, pues es un milagro. Pero hay una energía, con un mensaje que toca mi mente y una vibración pulsando en mi corazón, que me dicen que te exprese todo esto. Angela, tu sabes que yo escucho y hablo con mi corazón, y me muevo mucho al ritmo de sus señales. Y mi corazón me responde, y me dice que tengo que expresarte todo esto. Que si no mi vida no estará completa.

Mi corazón me dice también, que de tu felicidad y tu alegría interior, surgen vibraciones positivas, y que tengo que ayudarte a potenciarlas, y a hacer que en ti crezca y se desarrolle esa energía creadora.

Mi corazón, oh si, me habla de ti, aunque sea sin palabras por el momento, a través de los sentimientos. Me cuenta lo dulce que eres, pues tu ya sabes que los corazones se conectan y hablan aunque sus dueños no sean conscientes de ello, se hablan de manera sutil y se van descubriendo. Y mi corazón me dice que eres una buena persona. Que eres comprensiva. Que eres muy cariñosa y a la vez sabes ser fuerte.

Dice mi corazón, que un día tu serás mucho más de lo que ahora ya eres, y que darás un salto consciente muy grande. Y que te diga que quiere estar ahí para compartirlo contigo cuando llegue ese momento.

Dice mi corazón que tu ya eres una mujer completa. Que todos necesitamos siempre seguir aprendiendo, y pulir nuestros fallos, y a veces cambiar piezas viejas por otras nuevas en nuestro ser. Y me dice que tu eres dinámica, que si es necesario en tu vida cambias con facilidad lo viejo por lo nuevo, y que puedes enseñarme a mejorarme como persona, y que te diga que le apasionaría emocionarse con tus enseñanzas y tus vivencias, Angela.

También dice mi corazón que no me preocupe, que no me apresure, que tu corazón y el mío se han conectado y se hablan -y mucho-, y tu y yo no nos damos cuenta aún, pero se estiman, se quieren, se aprecian muchísimo, y les encanta conversar.

Y como no, jajaja, me dice mi corazón que no solo es parte espiritual, que también es un corazón físico dentro de un cuerpo que ve a otro corazón dentro de tu cuerpo de mujer, y que le ha dicho al tuyo lo bonita que eres, porque siente que quiere ver a tu corazón emocionado.

Angela, yo no pongo límites a que mi corazón hable y tenga buenos ratos de charla con el tuyo, mismo que no seamos conscientes todavía ni tu ni yo. Ya te iré contando si me dice algo más de lo que está compartiendo...

viernes, 21 de octubre de 2011

16.

-TE QUIERO, VÍCTOR. TE QUIERO...
-Angela, venga, que entro a dejarte unos besos de esos que nos gusta tanto compartir... Ya conecto contigo y seguimos, que veo que ahora no estás por aquí. Te Quiero, Angela.

Las teclas de mi ordenador se movían como locas entre mis dedos. Cuanto más rápido escribía, mejor me iba sintiendo en todo el ser. Porque al no dejar que mi cabecita pensase en lo que estaba escribiendo de tanta velocidad con que tecleaba, era mi corazón y solo mi corazón el que estaba escribiendo a Angela. Al igual que ahora, que muchas veces comienzo a expresarle con palabras mi amor, y mi corazón toma el control absoluto y no puedo parar de hablarle de todo cuanto de bello y profundamente hermoso veo y siento en ella.

-¡Hola!. Buenas tardes cielo. Ves, no se como te las arreglas, pero ya tengo la sonrisa de oreja a oreja. No se lo que pasa, pero tus besos me han llegado, lo he sentido muy dentro de mi, ya no tengo casi sitio donde ponerlos, jajaja, de tantos como son.
-¿Cómo no escribirte así, corazón? Si pones Alma, Corazón y Vida en cada frase que me escribes, y me llegan con tanta fuerza...
-Que precioso, Víctor.
-Deseo tu felicidad, deseo tanto que seas feliz, deseo con tal intensidad que tu amor y tu alegría no se acaben nunca, y espero poder conocer al menos un poquito de ello -más adelante espero que más aún, mmm-.
-¡Guau!.
-Te prometo que lo que te digo lo siento, porque me está ocurriendo como te lo cuento. ¿Por qué te digo esto?.
-¿Por qué?.
-Te gustará leerlo, Angela.
-Sí, cuéntamelo, chico.
-Ayer -nada que ver con hoy que está lloviendo y hace una tarde de perros-, no te contesté pues el termómetro de la terraza marcaba 20 grados, hacía sol y quise salir a caminar...
-Ahá.
-Y leí antes de salir tus mensajes por aquí. Y la verdad, que salir a hacer deporte con tus palabras en mi cabecita, pues como que sales con muchas más ganas. En una palabra, que salí muy contento gracias a ti a la calle.
-Sigue, sigue, por favor.
-Pues será coincidencia o no, pero ya tantas señales me está dejando la Vida, que no se si son señales nada más o toda una pista de aeropuerto señalizada con flechas luminosas -jajajajaja-. Porque nada más salir del portal, con mi música en los oídos, y pensando en ti con cariño, me suena una canción para mi muy emocional que me toca el corazón desde que soy un adolescente.
-¿Y cual es? Debe de ser muy sentido eso que te pasó.
-Se llama 'nothing else matters'. Es de un grupo heavy llamado 'Metallica' pero que tienen alguna canción sinfónica lenta. Para que la veas, ahora la ha versionado Lucie Silvas, pon el título y este nombre en Youtube, y sabrás de que canción te hablo.
-Ayyyyy, ay ay, mira que me gusta sentir todito, pero todito, lo que me escribes, niño. Lo que me transmites, con todo lo que quiere decir la palabra transmitir. Eso es lo que siento cada día, cada minuto, cada segundo y décima de segundo, desde hace unos días.
-Exuberante y hermoso, Angela.
-Me gusta que me digas todo lo que tu sientes, lo mismo que yo te lo escribo a ti. Eso es señal de que estamos vivos, y de que los sentimientos, cuando son sinceros y transparentes, tienes que expresarlos. Algo tan bonito, tan natural, tan limpio, no puede estar arrinconado dentro de uno. Aunque estén ahí muy presentes, en el corazón y en el alma, uno ha de expresarlos y hacérselos llegar a la otra persona.
-Gracias chica.
-Bueno, voy a desconectar un rato que tengo cosas que hacer. Voy primero a escuchar la canción, y luego te comento que he sentido al escucharla, ¿vale?.
-¡Perfecto!. Así quedamos.
-Así quedamos pues, Víctor.

Era sencillamente impresionante. En cualquier momento del día, inesperadamente, me inundaba una energía y una paz tremendas, a la vez que Angela aparecía en mi mente con tal nitidez que la veía al lado mío como si fuese algo natural. Cualquier momento, por pequeño que fuese, se volvía en mi algo sorprendente al desear poder llegar a Angela a través de las emociones que este momento me hacía sentir por todo el cuerpo. A veces incluso, necesitaba pararme en medio de una gran avenida atestada de gente, para cerrar los ojos un instante, para respirar hondo, la gente mirándome y viendo a un chico agradecido a la Vida y muy sonriente. Como no sentirme así al pensar en Angela.

Como no sentirme así...

-Dios mío, esto no es normal. Al empezar la canción he cerrado los ojos, y al ser en inglés y no saber que decía, la he escuchado para entenderla con mi corazón, para sentir que me transmitía toda la melodía en si misma. Víctor, se me ha erizado todo el vello. Como describirte este momento... no sabría hacerlo si no es teniéndote cara a cara y mirándote a los ojos... Y aún así sería imposible, aún la sigo escuchando y estoy en una nube, estoy flotando, mi cuerpo solo siente, una paz interior preciosa, largamente intensa y de felicidad. Si ahora mismo me pusieran un aparato que midiese las sensaciones de una persona, lo que siento ahora mismo, estallaría, porque no podría resistir el peso de mi felicidad, con mayúsculas, entre paréntesis y subrayado mil veces...

Eso si que es Felicidad, desde luego. ¡Y encima subrayado mil veces!.

15.

-Vamos a ver... ¿Quién quiere compartir estas uvas tan ricas con un poquito de queso que me voy a cenar?. Y ya imagino quien va a decir que si, jajaja...
-Yo, Víctor, yoooooo...
-Si ya decía yo.
-Es que ya sabes, uvas y queso saben a beso, y en tu caso muy apetitosos.
-Cierto. Pues con queso si o si, que me encantan los besos, Angela.
-¿Ves? Ya me has arrancado una carcajada.
-Genial chica.
-Bueno, bueno. Que tu has ofrecido y yo me he apuntado. Así que marchando esas uvas, que he dicho que las compartiría contigo.
-Marchando unas uvas para esta chica, con beso incluido.
-Tu lo has dicho, Víctor. Los besos siempre saben buenos. A mi me encanta saborear, el sabor de la persona.

En verdad que los besos a mi me encantaban con Angela, y eso que de momento eran escritos y enviados con energía, pues aún no habíamos quedado. Y tantos besos y tan preciosos como nos deseábamos, yo quería disfrutarlos, la verdad.

-Mira Víctor, para estar contenta, activa, y sentirse feliz, hay que estar de 'novia' con la Vida y yo lo estoy.
-Que bonito, Angela.
-Que preciosas las cosas que tu me escribes, eso si que es bonito.
-Pues intentaré grabar con mi mp3 las frases positivas y deseos que te he expresado, con mi voz, para que los tengas y cuando necesites los escuches, chica.
-Eso sería un precioso regalo.
-Sería no, 'será' un precioso regalo.
-Que bien. Por favor, hazlo.
-Claro que lo haré. Verte tan animada es un estímulo para hacerlo, pues me transmites tu energía.
-Si solo con leerte, Víctor, ya me haces sentir y sacar esa energía tan positiva. Muuuuuuaaaaak, un besote enorme que te lo mereces.
-Espera que pongo la mejilla... ooops... ¡recibido!. Por cierto, que soy ruso -jajajajaja- y aquí nos solemos dar tres besos en vez de uno.
-Jajaja... pues venga, ponla otra vez, anda.
-¡Gracias!.
-Fe me han fedao lof labiof pegadof a fu mefilla, Víftor.
-Si, quizá fue porque puse un poco de miel para que se te pegaran un poquito.
-Es porque también no desean despegarse, mmm...
-No los quites todavía, Angela. Que quiero sentirlos más y más.
-Me encantas. Entre la miel que has puesto, y tu mejilla, santo dios bendito, cuanta dulzura.
-Si, claro que Dios es santo y bendito, sino menuda historia, jajaja...
-Jajajajaja... Soy muy besucona. Mi hija dice que hasta empalagosa, pero bien que luego les encanta y me piden esos besitos...
-Oye, yo quiero comprobar eso de que eres besucona, Angela.
-Si ocurre, me dirás que vaya pesada.
-Ya lo veremos, a lo mejor soy yo el que te doy una sorpresa...

Hay que reconocer, que aunque actualmente Angela dice que mis besos son mejores, a mi los suyos me saben a gloria, y yo creo que sus besos te llevan directamente al lugar más bello que uno pueda soñar. Yo he vivido y sentido esos besos, y por encima de todo en mi vida reconozco que está Angela, con su forma de ser, su forma de sentir, de expresar, y de compartir.

Angela lo es todo. Y cuando digo TODO, me refiero a que en una mujer como ella está la esencia del perfume más intenso, la Vida y energía de una persona impresionante, el atractivo de una mujer que se sabe muy femenina, y la más maravillosa y estupenda compañera de viaje en la vida que jamás imaginé.

Es decir, Angela es tan completa por si misma, que al juntarnos surge entre nosotros la magia de una pareja auténtica y feliz.

miércoles, 19 de octubre de 2011

14.

-¿Cómo dices que se pone un enlace al perfil?.
-Pues es fácil, Angela. En la barra del navegador, seleccionas y copias estando en el perfil que quieres o dentro de un perfil en alguna foto o parte del mismo, y me lo pegas en la ventana en que escribes y me lo envías. Así puedo yo cogerlo y entrar y verlo.
-Ah, vale. Que todo parece fácil, chico, pero cuando una no está acostumbrada a hacerlo pues no sabe como hasta que se lo explican.
-Eso si.

Angela se iba soltando con el ordenador a la vez que nos soltábamos en nuestros encuentros en la red. Como a mi me gustaba la informática, pues todo lo que ella no sabía por ser raro o complicado, ya fuese como usar programas, o trucos para realizar esta o aquella tarea, se lo explicaba. Y ella estaba encantada con ello, pues además de conectar y tener conversaciones geniales, acababa sabiendo sacarle mucho más partido al ordenador y a internet.

-Aquí sigue lloviendo, chica. Me gusta el sonido de la lluvia golpeando el cristal de la ventana de mi habitación. Es relajante.
-Pues aquí también llueve mucho. Por cierto. ¿Recuerdas que unos de los besos que me escribiste y enviaste eran 'besos de lluvia'?.
-Si me acuerdo. Esta noche es ideal para compartir juntos besos de lluvia, Angela.
-Si, jajaja. Otros de chocolate, de tarde de rocío, de luna llena... Uf, cuanta cantidad y variedad de besos. ¡Dios, cuántos besos!. Me dieron ganas casi de borrar lo que yo tengo escrito en mi perfil, y en su lugar poner esos besos, Víctor.
-Son hermosos, pues los besos son instantes. Besos de playa desierta, de gatito de pelo suave, besos de chocolate amargo y dulce, besos en Hong Kong, en Buenos Aires...
-Esos mismos...
-Pues si quieres cógelos y ponlos en tu perfil, Angela. Me parece estupendo.
-¿Entonces me das permiso para ponerlos?. Diré que me los ha enviado una persona muy especial.
-¡Claro que si!. Besos de diamante, de brillo en tus ojos, de sábanas revueltas, besos de arcilla, de falda corta y blusa abierta...
-¿Sabes? Soy muy feliz...
-Me alegra saber que estás sintiéndote feliz, Angela.
-Estás haciendo que me estremezca, Víctor. Y ya me vas conociendo, y sabes que si te lo digo y expreso es porque lo siento.
-Me alegra que me digas eso, porque yo siento que si tu eres feliz, y pongo alegría en tu vida, mi día se vuelve mejor en todo.
-Víctor, la gente por aquí suele decir que no se sienten sensaciones, emociones, vibraciones... Yo les diría a quienes piensan así, que qué sabrán ellos.
-Si. Qué sabrán.
-Yo al menos por aquí si que he sentido, amor, y amistad, y muy sentidas dentro de mi corazón.
-Es que es así. Si te insultan, o se ríen de ti, o se pasan escribiendo contigo, mismo que no hagas caso o que te resbale, pero sales ese día de la página de Badoo diferente, quizá hasta desanimada. En cambio, después de una conversación como las nuestras, uno sale con energía, con positividad, y sintiéndose mejor.
-Y los que dicen, Víctor, que por aquí todo es mentira, que es falsedad lo que la gente muestra para poder así conseguir relacionarse como ellos desean pero no quieren que se sepa. Pues yo habré tenido suerte en la vida, pero entre tanta mentira y falsedad yo he conocido el Amor como nunca, y la amistad sincera.
-Hasta ahora, Angela. Hasta ahora. Siempre se puede amar más, o más correctamente, se puede amar cada vez mejor.
-Jajaja, no creo que pueda amar más, si amase más quizá llegaría a la locura.
-Se puede amar siempre más y mejor, e ir un poquito más allá cada día en el amor. Eso tiene una palabra hermosa, que es VIVIR.
-Quizá tienes razón. Yo creo que ya no tengo capacidad de amar más de lo que he amado. Ha sido tanto, que igual es mi límite en cuanto a amar se refiere. Puedo amar, pero hasta ese nivel.
-Pues si que la tienes. Porque los límites en el amor los pone cada uno. Y si uno cree firmemente que no tiene límites, al final resulta que te das cuenta de que es así, de que siempre puede uno ir más allá. Yo lo he vivido y experimentado, por eso se que es así.
-Es posible, Víctor.
-Mira, Angela. Se puede amar sin vivir, más no es recomendable, pues lo coherente es llegar al equilibrio. Se puede vivir sin amar, pero entonces será una vida vacía, sin un sentido. Lo mejor, así lo siento yo, es vivir amando, y poner amor en todo cuanto vivimos.
-Claro que si, tu lo has dicho. ¡Preciosa frase!. La voy a recordar siempre.

Siempre me gustaba hablarle a Angela de la Vida, con mayúsculas. De esa Vida que es la que le da sentido a todo cuanto hacemos, y a nuestro paso por el mundo. Esa Vida que nos es regalada para que la aprovechemos, la disfrutemos, la sintamos, y hagamos por dar lo mejor de nosotros mismos, siendo un ejemplo de amor, de consciencia, de alegría, de amistad, de solidaridad, y mucho más.

Y a ella le encantaba leer esas palabras, pues sabía que una persona que escribía así, y que sentía así, era una persona con un corazón grande, con un alma limpia, y con una visión de la vida tremendamente positiva y alegre. Y todo eso siempre merece la pena compartirlo e incorporarlo a nuestras vidas, y si es a través de una persona que nos agrada o nos gusta, o que llega a ser nuestra pareja, mucho mejor.

-Angela, ¿Nos vamos a la cama?.
-¿Qué?
-Si, digo que si nos vamos a la cama. Los dos, por supuesto.
-Jajaja...
-Si cada uno a la suya, me temo de momento. Aunque prefiero seguir escribiéndome contigo que acostarme ahora mismo.
-Claro que nos podemos ir a la cama. Y juntos. Ponemos un cartón u otra separación en medio, y solucionado.
-¿Y a que esperamos? jajaja, ¡vamos a ello chica!.
-Claro, hasta puede haber abrazos, mimos, algún beso...
-Si, pero entre tu y yo igual empiezan a salir chispas, y terminamos lo que se comienza.
-Mmmmm... Es posible, Víctor. Es muy posible. Aunque por como somos tu y yo de forma de ser, acabaríamos apretándonos fuertemente con cariño y diciéndonos 'te quiero', 'te amo' y expresando sentimientos así.
-Pues yo si quiero que nos lo digamos, Angela.
-Yo también.
-Te quiero, Angela, desde lo más bonito y profundo de nuestro Ser y de mi corazón, TE QUIERO...
-TE QUIERO, Víctor, desde lo más profundo de mi, y lo más bonito e importante de mi corazón.
-Te quiero, Angela, de la manera más preciosa que se pueda querer a otra persona.
-Dios, que paz interior siento ahora mismo, chiquillo... Es precioso.
-No esperaba estar todo este rato, Angela, diciéndote cosas hermosas, y deseándote todo lo que mi corazón desea que te ocurra de bueno, pero es algo maravilloso, nos ha venido así, y así de especial ha surgido.
-Víctor, entre nosotros, doy gracias a este mundo virtual. ¿Sabes por qué?. Porque sin él, nunca te hubiese conocido.

Yo sí que daba gracias a internet, a la tecnología, al mundo virtual, a las páginas de la red, a mi conexión de alta velocidad. Angela era -y es- una mujer como no hay otra igual en la mágica y maravillosa forma de ser y vivir.

martes, 18 de octubre de 2011

13.

-Vale, ese es el trato Víctor, y si me hago famosa y millonaria, el 50 por ciento para cada uno.
-Por lo menos, si te lanza a la fama, nunca dejes de llamarme y que charlemos aunque sea de vez en cuando.

Ya veis, ella hablando de escribir y publicar un libro, y he aquí que ya está vivo y cobrando forma. Si en aquel momento nos hubiesen dicho si pensábamos en hacer algo como escribir nuestro comienzo, tan especial y auténtico, con tanto como sentíamos a pesar de ser a través de la pantalla del ordenador y de la vasta red que es internet, pues quizá hubiésemos dicho lo mismo, pero sin pensar en que sería una realidad.

-¡Trato hecho!.
-Venga, va. Pon la mano en el monitor, Víctor.
-Vale. A la de tres, como siempre. ¿Quién cuenta?.
-Tu.
-De acuerdo. Uno... Dos... ¡y tres!.
-Mi palma iba llenita de besos, que lo sepas, chico. ¿Los has sentido?.
-Vaya si los siento, que ni quiero despegar la mano de la pantalla, así que imagínate. Me da igual si me repito, chica. Sigo pensando que eres un ángel del Universo, no tengo ninguna duda, Angela.
-Ya me estas sacando otra vez los colores...
-Jajaja. Voy al frigorífico. Me apetece algo frío, y dulce como tu.
-Me parece bien.
-Así estiro también las patitas, chica.
-Mmm, ¿las tienes largas? Es decir, ¿Cuanto mides?.
-Bueno, patitas tengo, pero con ellas hago senderismo por la montaña, así que fuertes están. Mido un metro ochenta. Uno setenta y nueve con el pelo recién cortado.
-Jajaja, eres buenísimo, Víctor.
-Creo que yo a tu lado, me podrás dar hasta capones con la barbilla si te lo propones.
-Bueno, no hay problema. O pongo una escalera de esas bajas de tres peldaños, o me agacho yo para que puedas darme muchos besos.
-¡Eso me gusta!.
-¿Si? ¿Quieres darme muchos besos?. Por mi perfecto, Angela...
-Mmm... ¿tu a mi no?.
-Yo a ti, mujer, te estaría besando una noche entera, así te lo digo, como lo siento.
-Uf...
-Para así poder tener el sabor de tus labios en mi recuerdo siempre, chica.
-¿Sabor a cereza?.
-A cereza, fresa, vainilla, mandarina... Tengo una entrada en mi blog personal donde describo montones de tipos de besos, en una poesía. No es en Badoo, sino en un espacio personal mío.
-No se que es eso de Blogger, Víctor.
-Blogger es una aplicación que te permite tener un espacio personal como una página web donde la diseñas a tu gusto y subes tus historias, fotos, textos, enlaces, impresiones y demás.
-Eso suena interesante.
-Si, es interesante, y alguna gente escribe cosas muy buenas. Por ejemplo, hay una mujer que se llama en su blog "Lady Diabla", que escribe relatos eróticos que son geniales, y te hacen sentir y mucho.

Ya hasta de temas eróticos hablábamos, y eso que para nosotros conectar era un sinfín de temas diferentes, de historias, de momentos, de experiencias vividas. Y ya nos iban nuestros cuerpos diciendo que también había algo que nos conectaba a nivel físico. Pues cuando tocábamos en la conversación algo que tuviese que ver con los momentos íntimos, entonces se nos iban también los minutos en ese tema en particular.

Angela, en esos días, andaba viendo como podía darse de baja de Badoo, pero la Vida, que es muy sabia, le ponía toda clase de impedimentos, obstáculos, trabas y demás zancadillas para que no pudiese ni supiese que le pasaba que no podía darse de baja de esa página. Lo cual para mi era perfecto, pues no deseaba por nada perder su contacto.

-Ey, Víctor, ten en cuenta que empiezo a creer que el sistema no me deja borrarme, porque tenia que conocerte a ti, que lo sepas.
-¿Ves? Esa es una de las señales que yo digo que hay que estar atento. Si de varias maneras has intentado borrarte y no lo consigues, y ha coincidido con conocernos y comenzar a hablar por aquí, seguramente tiene algo que ver. Algo que por lo visto desea que mantengamos el contacto, Angela.
-Imagina que hasta el otro día vino un técnico, le explique lo que me pasaba -eso entre otras cosas mas- y el tampoco pudo y no se explicaba como no me dejaba hacerlo.
-Fíjate que hace unos meses, ya pensando en borrarme, quite todas mis fotografías, y en su lugar puse una de un chico gordísimo con un puño gigante verde en su mano, puse que tenía noventa y nueve años, que pesaba ciento cuarenta kilos, y media cuarenta centímetros. Y sin embargo me seguían intentando conectar muchos mas, jajaja...
-Calla, Angela. Que me dio por poner unos días nada más -lo tuve que quitar- el perfil de una chica lesbiana -saqué las fotos de una página de sexo- madurita, y no veas la de chicas que querían mas fotografías mías y conocerme. Ufff, lo dejé, yo con este perfil me sobra.
-Pues a mi me pinchan muchas chicas. También con intención de conocerme y de algo mas, ya ves.
-Que me dices, Angela.
-Ahora desde hace tres días, tengo a una que dice esta loquita por mi, y que le atraigo muchísimo físicamente.
-Wow...
-Dice que es fácil, que si hay algo de química, que me deje llevar, que ella me hace y que ya veré como me gusta y mucho. Que si tengo algo de miedo que ella lleva la iniciativa.
-No me extraña que hasta las mujeres quieran conocerte, si con esa figura tan atractiva y ese cuerpo tan estupendo que tienes, Angela, es para desear al menos conocer mas a fondo a la mujer que hay tras tus imágenes. Creo que aunque sea por curiosidad, le puedes decir que si, que aceptas, con esa chica, y luego me cuentas, jajaja...
-¿Que dices? Si a mi me encantan los hombres. Ya te vale, jajaja...

Desde luego, las conversaciones subidas de tono también nos hacían sentir que éramos dos seres especiales. El tacto con que tocábamos los temas sexuales, sin por ello dejar de expresar los deseos y fantasías, hacia que todo fuese, una vez mas, mágico e intenso entre nosotros. Algo que ya era la constante en nuestro ir y venir en la red.

Para mi, conectar con Angela, hablar con ella, reír juntos, sentirnos, era algo tan intenso, que llenaba todo a mi alrededor en los ratos de conversación. Y cada vez más y más Angela llenaba todo a mi alrededor.

Angela estaba en todo, y eso me gustaba...

lunes, 17 de octubre de 2011

12.

-Te envío un beso, Angela, con los deseos más puros del espíritu, y a la vez con la pasión más intensa de mi corazón. Él -mi corazón-, me dice que te diga que ese beso te traerá alegría, muchísima alegría que sentirás dentro de ti.

Deseaba de todas las formas y maneras posibles hacer crecer la alegría, la salud, la energía, la vibración del ser de Angela. Y lo estaba consiguiendo. Ella reaccionaba ante tales muestras de cariño sincero y de nobles y buenos deseos. Eso hacía que cada contacto, cada conversación, cada comento compartido a dúo, fuese más emocionante y auténtico que el anterior.

-Víctor. ¿Cual es tu flor preferida?
-Pues... a ver que piense y recuerde...
-Te lo pregunto porque ahora mismo se ha caído un pétalo de una rosa blanca que me regaló el chico de anoche, por eso te lo digo.
-¡Ya está!. La margarita. Esos campos inmensos llenos de margaritas, que te invitan a tumbarte al atardecer imaginando que estas contemplando el cielo desde una mullida cama...
-¡No puede ser! Jajaja... Eso no vale chico.
-Se ha caído una hoja, porque ha sucedido un momento único mientras hablábamos tu y yo. Una señal, Angela.
-Ufff.
-Si, mujer, es la manera que tiene a veces la Vida de hacernos saber que estamos ante algo mágico, por medio de las señales. Si uno está atento, y hace por ser consciente de cuanto siente y le sucede durante el día, verá que ocurre con más frecuencia de la que nos creemos.
-Es que además esa es también mi flor preferida, junto con la cala.
-A veces son señales curiosas, diferentes, que parecen no cuadrar con el momento y por ello nos damos cuenta de que son señales.
-Eso he pensado yo, Víctor. ¿Si está verde aún como es que se ha desprendido y caído esa hoja?.
-Eso ha sido la energía tan potente que tu generas y que hay en ti y alrededor tuyo, que la ha hecho caer suavemente, con dulzura.
-Cuando se caen es porque están ya secas, pero esta tiene un verde precioso... La he cogido, la tengo entre mis dedos, y no veas que sensación más intensa.
-Que precioso, Angela.
-Víctor, te estoy transmitiendo ahora mismo esta sensación, haciendo que tu también la sientas. No te escribo en unos momentos para poner mi fuerza y mi energía en que la sientas.
-Mmmm...
-¿Que notas?
-Angela, siento como mi respiración se relaja, se vuelve más lenta, más tranquila. Y cierro los ojos y veo luz, siento luz por todas partes.
-Y yo... yo... vaya orgasmos del alma, chico. Vaya lagrimones de felicidad y alegría. Gracias por compartir estos momentos contigo, Víctor.

Sentí en esos momentos como todo mi cuerpo pasaba de una tensión producida por una hermosa y potente energía que me llegaba de Angela, al suave temblor producido por la caricia de su ser. Mi piel entera vibraba al ritmo de una sensación que no era mía, era de ella. En la oscuridad de mis ojos cerrados, aparecía una inmensa luz que llenaba mi alma, mi espíritu, mi cuerpo, y todo cuanto yo era. La indescriptible luz que uno comprende que es la sabiduría de la Vida encarnada en la tremenda fuerza y la bella sencillez de una mujer que cada día crecía más y más, ya no solo por y para ella, sino en mi interior.

-No te puedes imaginar, Angela, como deseo en estos momentos que seas inmensamente feliz.
-¿Sabes? De verdad que lo soy.
-Quiero y deseo con todo mi corazón y con todo mi ser, que seas feliz, y que cada día esté más y más lleno de momentos de intensa alegría en tu vida y en tu corazón.
-Ahora mismo tengo una sonrisa de oreja a oreja que no te puedes hacer una idea, Víctor.
-Quiero y deseo que siempre encuentres personas que te quieran, te amen, y te aprecien, y que tus amigos de verdad crezcan como los días, a uno diario.
-Si me pudieses ver por un agujerito, dirías: caray, cuanta felicidad rebosa esta mujer.
-Siento que eres una mujer que está en el Mundo, que fluye con la Vida, y deseo que esta misma Vida te llene de bendiciones, y te permita realizar tus sueños...
-Chico, ¿Has visto el tiempo que llevamos charlando?
-No, no lo he mirado.
-Contigo se pasa el tiempo volando. Cada día le doy más gracias al de arribita por haberte conocido.
-Quiero y deseo que seas feliz. Quiero y deseo que seas feliz. Quiero y deseo que seas feliz. Quiero y deseo que seas feliz. Quiero y deseo que seas feliz. Quiero y deseo que seas feliz. Quiero y deseo que seas feliz...
-Idem para ti.
-Chica, déjame hacerte una pregunta. Es para confirmar algo, aunque no me hace falta.
-Adelante. Dispara la pregunta, venga...
-¿Eres un ángel? (de esos que son puro amor, y van por el mundo disfrutando la vida y poniendo alegría en los corazones de la gente)
-Nooooooo, soy Angela en el nombre, jajaja... Aunque si le quitas la 'a' descubrirás mi verdadero ser en ese nombre.
-Ahhhh, ya entiendo. Estás de incógnito en el mundo y no puedes revelarlo, no sea que te pille tu jefe -el de 'arribita', claro-.
-Jajajajajaja, con la carcajada que he soltado, fijo que he despertado a media urbanización, Víctor. Hasta me están gritando: chhhssss, no metas tanto ruido, chica.
-Me lo creo.
-Pero otros dicen que siga, que les contagie esta alegría.
-Yo creo que si que eres un ángel, aunque aún no te has dado cuenta porque todavía estás dentro de un cuerpo humano, pero ya te darás cuenta, ya.
-Eso que escribes es realmente precioso.
-Chico, al final escribo un libro con nuestras conversaciones, después ya me ayudarás tu a ponerle un título.
-Mmm, ¿un título? podría ser: 'Angel, un espíritu muy humano en el mundo'.
-Víctor. Se podría titular simplemente 'PuraVida', como tu sobrenombre por aquí.
-¡Si! ¡Me gusta tu idea!.
-Suena precioso...

Es más, yo puedo afirmar desde esos momentos, y hoy día también, que era precioso. Y continuó siendo precioso. Pasarán los años, muchos años, y seguirá siendo precioso entre nosotros, pues cuando dos almas se encuentran, dos cuerpos se unen para sentir todo, dos personas se dan todo en la vida, y dos caminos se convierten en uno de mucha más riqueza, todo se transforma y se vuelve más y mejor.

Tienes razón, Angela. Tu que eres todo Amor y Vida. Suena precioso...

viernes, 14 de octubre de 2011

11.

-Aunque te parezca tonto, prefiero mil veces, Angela, besarme con una chica una noche entera y abrazarnos y sentirnos, que tener solo sexo con ella. Prefiero descubrir y compartir a una mujer emocionada, que un entrar y salir. Eso lo tengo claro.

Angela y yo nos entendíamos a las mil maravillas, y eso era porque en nuestros corazones y en nuestra forma de ser había muchísimas similitudes. Los dos anteponíamos el sentir emociones, el tocar lo más profundo del Ser del otro, y el descubrir la magia en la otra persona mientras estábamos en un momento muy íntimo. Lo que no era obstáculo para que luego eso desembocase en un sexo sin límites abriéndonos a darnos todo, hasta la vida -en términos de placer y disfrute-, el uno al otro.

-¿Sabes? El otro día estuve bailando desde las doce y media hasta las 5 de la madrugada, Víctor.
-Mmm, vaya como trasnochas, chica. Tu es que no paras -dije-.
-Pues ya ves. La energía que tengo dentro. Fue muy divertido, picante, sano...
-¿Picante? Cuenta, cuenta...
-Pues que con un amigo del grupo de gente, todo en plan solo de amigos, nos picábamos insinuándonos, bailando, yo le hacía gestos y el respondía... Había mucha química entre nosotros. Pero me dijo que no quería seguir yendo por ahí.
-¿Y eso?
-Porque Víctor, dice que es muy fácil enamorarse de mí, por como soy y lo que transmito, y que acaba de salir de una relación. Dice que soy muy sensual, y que mi sonrisa enamora con solo mirarla un segundo.
-Es cierto. Cuando hay complicidad y una sana amistad, se puede hacer eso y más. Yo con una compañera de trabajo, que es como tu, cuando bailábamos en las cenas de compañeros de oficina, acabábamos a un centímetro uno del otro, nuestros labios, y para nada sentíamos otra cosa que no fuese disfrutar un rato agradable y lleno de diversión y vida. Y ninguno sentía que quisiese ir más allá con el otro. Eso es lo que te hace sentir bien, la amistad de ciertas personas.
-Pues si, Víctor, eso mismo nos pasó a nosotros. Y son momentos mágicos, pues son auténticos.
-Y para mi al menos, Angela, en momentos así, te da una subida de energía y vida por dentro, que aguantas lo que te echen. Imagina que cuando el grupo ya estaba muerto en la discoteca a las seis de la mañana, ella y yo todavía nos decíamos '¿un baile más?' y ala, otros veinte minutos sin parar. Al final, salíamos ya amanecido.
-¡Joer niño! No me estarás robando los pensamientos... jajaja, que estás contando lo mismo que yo hice y sentí cuando estuve de fiesta con esta gente.
-Eso es que conectamos tu y yo muy bien, chica.

Igual que en el baile sensual y travieso, yo iba dejando perlas sueltas en la conversación, giros del lenguaje muy directos cual flechas que llegaban a Angela. Mis palabras y mis frases, expresaban todo cuanto sentía, a la vez que llenaban la mente y el corazón de esta chica de emoción y alegría, al saberse querida, deseada, apreciada. Y yo hacía porque fuese así cada vez más y más.

-Ten en cuenta que sí que despiertas esa pasión, Angela. Fíjate en nosotros, nos hablamos con una energía muy especial. En pocas frases ya hemos conectado y me pareces una chica muy intensa y agradable. Tu sabes que soy muy directo y sincero contigo. Y te digo que despiertas buenas sensaciones en la gente, al menos eso siento yo. Y también veo en ti a una mujer muy atractiva y pasional, y eso a mi me gusta mucho en una chica.
-Te entiendo, Víctor. ¿Pero sabes una cosa?
-Dime -dije curioso-.
-En el Amor... Desearía conocer lo que aún no conozco, escuchar lo que no he oído, y contemplar lo que nunca he visto. Fundirme en el misterio, y descubrir el porque...
-Ese momento te llegará, Angela. Conocerás y vivirás experiencias que llenarán tu Ser, y te harán sentir la Vida como nunca dentro de ti.

Quien me iba a decir a mi que el tiempo, que todo lo pone en su sitio, o todo lo descabala y lo vuelve loco, al igual que el corazón y la Vida, me iba a convertir en protagonista de mis propias palabras, de los sentimientos que ponía en ella y de lo que ella misma deseaba con toda su alma expresar y vivir también en su propia vida.

-Te lo juro, Víctor, que lo deseo con toda mi alma y todo mi Ser. Encontrar a ese hombre que no me quiera tanto, sino que me quiera mejor y mejor cada día. Que me lleve al fin del mundo, y que ponga nombre a todas las olas mientras contemplamos el amanecer a la orilla del mar.
-Que bien suena eso, chica... ¡Me estás dando un momento único y genial!. Jajaja... no tengo ahora mismo ruido en mi casa, salvo la lluvia que golpea el cristal de mi ventana, y tus palabras que van surgiendo en mi pantalla. Es algo realmente intenso, Angela.

Si en ese mismo momento, Dios me hubiese concedido un deseo, creo que hubiese elegido fundirme para entrar dentro del corazón de Angela, conocerla completamente por dentro, y salir de nuevo volviendo a ser yo, pero con el conocimiento de esta mujer tan vital y especial.

Y ella algo también sentía ya en su interior, al escribirme a continuación:

-Tu también sentirás, Víctor. Y sentirás lo que yo te he escrito, de las olas, y el mar. Porque aunque aún no te conozco, he de decirte que eres de esas personas que eres multimillonario en espíritu, y con una profundidad como ser humano fuera de lo normal.
-Angela. Yo quiero sentir en una mujer como se emociona con solo cruzar nuestra mirada. Que al despertarnos cada mañana, la cama nos queme -literalmente- de las ganas de vivir y compartir cada nuevo día. Que para nosotros hacer el amor y tener sexo, sea juntar nuestras manos, acercarnos y empezar a temblar de gusto aún sin habernos rozado siquiera. Que tengamos un nivel de conexión tan alto, que estando separados, si yo pienso en ella o ella en mi, sintamos un cosquilleo especial, como una transmisión de pensamiento y emociones que llega a través del aire.
-Mujer, me sorprendes al escribirnos, mi corazón me dice que tienes una capacidad de amar y recibir amor enorme. Y tu y yo sabemos, que la cabecita es un mono que no para de hablar y muchas veces nos lía. Pero el corazón no se equivoca nunca...
-Cierto, Víctor, el corazón no se equivoca nunca. Y el tuyo está acertando mucho conmigo.
-Dice mi corazón, Angela, que le encanta acertar cuando es contigo...

Y había acertado con Angela, de eso mi corazón me hacía llegar señales sin parar. Y yo, que siempre he creído en mi corazón, resultaba que también creía en las señales.