martes, 18 de octubre de 2011

13.

-Vale, ese es el trato Víctor, y si me hago famosa y millonaria, el 50 por ciento para cada uno.
-Por lo menos, si te lanza a la fama, nunca dejes de llamarme y que charlemos aunque sea de vez en cuando.

Ya veis, ella hablando de escribir y publicar un libro, y he aquí que ya está vivo y cobrando forma. Si en aquel momento nos hubiesen dicho si pensábamos en hacer algo como escribir nuestro comienzo, tan especial y auténtico, con tanto como sentíamos a pesar de ser a través de la pantalla del ordenador y de la vasta red que es internet, pues quizá hubiésemos dicho lo mismo, pero sin pensar en que sería una realidad.

-¡Trato hecho!.
-Venga, va. Pon la mano en el monitor, Víctor.
-Vale. A la de tres, como siempre. ¿Quién cuenta?.
-Tu.
-De acuerdo. Uno... Dos... ¡y tres!.
-Mi palma iba llenita de besos, que lo sepas, chico. ¿Los has sentido?.
-Vaya si los siento, que ni quiero despegar la mano de la pantalla, así que imagínate. Me da igual si me repito, chica. Sigo pensando que eres un ángel del Universo, no tengo ninguna duda, Angela.
-Ya me estas sacando otra vez los colores...
-Jajaja. Voy al frigorífico. Me apetece algo frío, y dulce como tu.
-Me parece bien.
-Así estiro también las patitas, chica.
-Mmm, ¿las tienes largas? Es decir, ¿Cuanto mides?.
-Bueno, patitas tengo, pero con ellas hago senderismo por la montaña, así que fuertes están. Mido un metro ochenta. Uno setenta y nueve con el pelo recién cortado.
-Jajaja, eres buenísimo, Víctor.
-Creo que yo a tu lado, me podrás dar hasta capones con la barbilla si te lo propones.
-Bueno, no hay problema. O pongo una escalera de esas bajas de tres peldaños, o me agacho yo para que puedas darme muchos besos.
-¡Eso me gusta!.
-¿Si? ¿Quieres darme muchos besos?. Por mi perfecto, Angela...
-Mmm... ¿tu a mi no?.
-Yo a ti, mujer, te estaría besando una noche entera, así te lo digo, como lo siento.
-Uf...
-Para así poder tener el sabor de tus labios en mi recuerdo siempre, chica.
-¿Sabor a cereza?.
-A cereza, fresa, vainilla, mandarina... Tengo una entrada en mi blog personal donde describo montones de tipos de besos, en una poesía. No es en Badoo, sino en un espacio personal mío.
-No se que es eso de Blogger, Víctor.
-Blogger es una aplicación que te permite tener un espacio personal como una página web donde la diseñas a tu gusto y subes tus historias, fotos, textos, enlaces, impresiones y demás.
-Eso suena interesante.
-Si, es interesante, y alguna gente escribe cosas muy buenas. Por ejemplo, hay una mujer que se llama en su blog "Lady Diabla", que escribe relatos eróticos que son geniales, y te hacen sentir y mucho.

Ya hasta de temas eróticos hablábamos, y eso que para nosotros conectar era un sinfín de temas diferentes, de historias, de momentos, de experiencias vividas. Y ya nos iban nuestros cuerpos diciendo que también había algo que nos conectaba a nivel físico. Pues cuando tocábamos en la conversación algo que tuviese que ver con los momentos íntimos, entonces se nos iban también los minutos en ese tema en particular.

Angela, en esos días, andaba viendo como podía darse de baja de Badoo, pero la Vida, que es muy sabia, le ponía toda clase de impedimentos, obstáculos, trabas y demás zancadillas para que no pudiese ni supiese que le pasaba que no podía darse de baja de esa página. Lo cual para mi era perfecto, pues no deseaba por nada perder su contacto.

-Ey, Víctor, ten en cuenta que empiezo a creer que el sistema no me deja borrarme, porque tenia que conocerte a ti, que lo sepas.
-¿Ves? Esa es una de las señales que yo digo que hay que estar atento. Si de varias maneras has intentado borrarte y no lo consigues, y ha coincidido con conocernos y comenzar a hablar por aquí, seguramente tiene algo que ver. Algo que por lo visto desea que mantengamos el contacto, Angela.
-Imagina que hasta el otro día vino un técnico, le explique lo que me pasaba -eso entre otras cosas mas- y el tampoco pudo y no se explicaba como no me dejaba hacerlo.
-Fíjate que hace unos meses, ya pensando en borrarme, quite todas mis fotografías, y en su lugar puse una de un chico gordísimo con un puño gigante verde en su mano, puse que tenía noventa y nueve años, que pesaba ciento cuarenta kilos, y media cuarenta centímetros. Y sin embargo me seguían intentando conectar muchos mas, jajaja...
-Calla, Angela. Que me dio por poner unos días nada más -lo tuve que quitar- el perfil de una chica lesbiana -saqué las fotos de una página de sexo- madurita, y no veas la de chicas que querían mas fotografías mías y conocerme. Ufff, lo dejé, yo con este perfil me sobra.
-Pues a mi me pinchan muchas chicas. También con intención de conocerme y de algo mas, ya ves.
-Que me dices, Angela.
-Ahora desde hace tres días, tengo a una que dice esta loquita por mi, y que le atraigo muchísimo físicamente.
-Wow...
-Dice que es fácil, que si hay algo de química, que me deje llevar, que ella me hace y que ya veré como me gusta y mucho. Que si tengo algo de miedo que ella lleva la iniciativa.
-No me extraña que hasta las mujeres quieran conocerte, si con esa figura tan atractiva y ese cuerpo tan estupendo que tienes, Angela, es para desear al menos conocer mas a fondo a la mujer que hay tras tus imágenes. Creo que aunque sea por curiosidad, le puedes decir que si, que aceptas, con esa chica, y luego me cuentas, jajaja...
-¿Que dices? Si a mi me encantan los hombres. Ya te vale, jajaja...

Desde luego, las conversaciones subidas de tono también nos hacían sentir que éramos dos seres especiales. El tacto con que tocábamos los temas sexuales, sin por ello dejar de expresar los deseos y fantasías, hacia que todo fuese, una vez mas, mágico e intenso entre nosotros. Algo que ya era la constante en nuestro ir y venir en la red.

Para mi, conectar con Angela, hablar con ella, reír juntos, sentirnos, era algo tan intenso, que llenaba todo a mi alrededor en los ratos de conversación. Y cada vez más y más Angela llenaba todo a mi alrededor.

Angela estaba en todo, y eso me gustaba...

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