miércoles, 30 de noviembre de 2011

36. (16 enero 2010)

-¡Hola niño!. ¿Qué tal ese paseíto?.
-¡Muy bien!. Como te dije, aunque suene muy cursi -parece automotivarse positivamente, que no es mi caso-, salí a caminar y correr por el río. Y llevaba por dentro una energía tan especial, de haberla compartido tu y yo, que te juro que mientras corría mi respiración era más vital, aguantaba más y mejor... Vamos, que el paseo fue, en una palabra, revitalizante.
-Genial.
-Mmm. Me ha dicho un pajarillo que te han dejado un detallito en el buzón, chica...
-Dios, hoy deseaba charlar contigo aunque solo fuesen cinco minutos. ¿Sabes?, lo que me ocurrió anoche jamás me había pasado.
-Pues nada, nada, que no os interrumpo, Angela. Tu... a hablar con Dios 'hoy deseaba hablar contigo', jajaja, lo has dicho. Y lo de anoche... júrame que es cierto, niña, porque es una pasada.
-Después de estar en mi cama, desnudita del todo, me levanté para ir al buzón, una fuerza imposible de describírtela me empujaba a ello...
-¿Que mágico, no?.
-Y que sorpresa, lo que encontré en ese buzón, ayyyyyyy niño, cómo escribírtelo, tendría que estar en ese momento delante de ti, para que me comprendieras. Y te juro por mis hijos y mi nieta, que es lo que más quiero en este mundo, que lo que te he escrito, es lo que en ese momento viví.
-También pensé en dártelo personalmente. Pero no me pude aguantar las ganas de enviártelo y saber que lo recibirías y te pondrías muy contenta al saber que era mío. Por eso te lo envié. Y cuando leí lo que me escribiste ayer... Aquí si que tenías que haber sido tu la que viese mi cara. Una sonrisa de alelado que no veas, y después de leerte eso que dices, respirar profundamente, y al ir soltando el aire, la piel que se me pone de pollo, pero totalmente todos los pelos erizados de la emoción.

Einstein dijo una vez 'Dios no juega a los dados'. En mi vida actual con Angela, en la maravillosa relación que compartimos, en el amor mutuo que nos damos incondicionalmente uno al otro, me doy cuenta de como los acontecimientos afectan unos a otros, y hay una música, una vibración de fondo que da vida a todo eso. Cuanta verdad hay en las palabras 'lo que das te lo das, lo que no das, te lo quitas'. Sin buscar recibir, cuanto más nos entregamos y nos damos plenamente Angela y yo uno al otro, mucho más recibimos en todos los sentidos. De eso somos conscientes y la experiencia nos hace ver y sentir que es así.

Las palabras no son las cosas, por mucho que haya muchas personas que se sientan sabias por haber leído mucho o saber mucho. En nuestra relación, he llegado a la conclusión de que la verdadera sabiduría se adquiere al vivir, al tomar conciencia de las experiencias. Yo, gracias a esta gran mujer que es mi vida, me estoy volviendo cada día más sabio en el amor, y en ser más y mejor en la pareja.

-Víctor, el libro me huele a ti. ¿Lo has perfumado con tu colonia habitual?.
-Si, jajaja. Es el perfume que me gusta usar. ¿Adivinas de que firma puede ser?. Te doy una pista. La creadora es una mujer. Piensa en mujeres con una línea muy moderna y actual de perfumes, complementos...
-¿Es (nombre)?. Me encanta el olor de ese perfume.
-¡Error!. Jajaja, te pillé. Es de (nombre).
-Ah, si, ya se. Solo con tocarlo ya huele a ti. Por cierto, es preciosa la dedicatoria, y hay dos páginas con las que he llorado como una descosida. Una es la historia de la nube y la duna. Y la otra, la que habla de permanecer abiertos al amor.
-Si, esas son muy buenas historias. Yo ese libro ya me lo he leído desde que lo tengo cuatro veces. Y cuando necesito por ejemplo levantarme la energía, voy pasando páginas y me leo solo los se que me ponen las pilas.
-Tienes razón, Víctor.
-Y si, Angela, perfumé alguna que otra página, para que lo huelas -dura mucho el olor sobre el papel-, y te acuerdes de mi, corazón. El colgante, es normalito, pero el detalle es lo que importa, ya sabes. La piedra semipreciosa es 'ojo de tigre'. Me gusta porque según de la luz, hace líneas y contrastes chulísimos, chica.
-El colgante, desde que me lo puse en ese momento, de vez en cuando, lo aprieto con mis manos, lo llevo a mi corazón y después lo pongo en mi boca, es una acción que no se porque la hago, me encanta lo que siento al hacerlo.
-Angela, en la piedra va energía de la más pura y bella que pude condensar de mi corazón y mi ser. Lo hice así para que siempre tengas una reserva extra de energía y buenas vibraciones en cualquier situación, y por muy 'plof' como tu dices a veces que puede estar uno, te levante el ánimo.
-¡Mi niño, me encanta!. Es sencillo, pero vaya si has acertado. Gracias, gracias, gracias. Cuando iba en el autobús, me daba el sol, he visto su reflejo en la piedra, la he apretado, y no veas que sensación. De hecho, ahora estoy escribiendo con una mano y con la otra tengo cogida la piedra.
-Y además así, chica, te doy un pedacito de mi corazón para intercambiarlo con uno del tuyo, del mismo sitio para que podamos encajarlos bien, y así cada uno llevar su corazón en el corazón del otro.
-Pero cariño, ¿Tu me puedes explicar como sucedió eso?. Que no te puedas dormir, que te levantes y vayas derechita a donde algo precioso te estaba esperando.
-Ay, Angela, corazón. Eso no se explica. Es una señal de la Vida. Y es tu corazón, que me pasa como a mi, que yo hablo con él, y me hace a veces hacer o buscar algo, y me suceden cosas como a ti esa de anoche.
-Me estás haciendo llorar, Víctor, pero del gusto de que me esté sucediendo esto. Hoy seguro que si te hubiera visto, te habría comido a besos.
-¡Cachís!. Haberlo dicho antes, que yo me dejo que me dejes los labios y las mejillas desgastados, mmm.
-Te quiero, Víctor. Te Amo...
-Te Amo, Angela...
-Si me pides que me acerque a pasear contigo, me acercaré, pues no necesitaría pensármelo contigo.
-Es de madrugada y muy tarde, chica. Pero mañana no tengo plan, y podemos hacerlo.
-El domingo es buen día, Víctor. Y me encanta cuando me dices chica. Si a ti te viene bien.
-¿Te quieres venir el domingo?. Pues hecho.
-Es que me encantaría verte...
-¿Sobre las nueve o así te viene bien?. Ya mañana te concreto justa la hora, y te vienes y tomamos algo. O si quieres cenamos algo, yo te invito a tu gusto y ganas, que para eso ya pones tu el venir aquí. Lo dejo a tu elección, chica.
-Vale, mañana me dices, que estaré encantada de verte.

Así quedamos, en vernos al fin. Un hormigueo intenso recorría mi cuerpo, al saber que iba a estar con la mujer que me hacía escribir tanto, con tantas ganas, y con una energía especial que me tocaba el corazón. Mi mente jugaba a ver a Angela, y ya los pensamientos más lúcidos daban paso a los más románticos, y como no, los más vivos. Mi corazón suspiraba por conocer a esa chica, por compartir con ella, por escuchar su voz y mirar en sus ojos la esencia de su Ser. Todo tenía una vibración especial. Todo presagiaba que el encuentro iba a ser una explosión de luz, sensaciones y pasión.

Aprovecho y saco mi baraja del tarot. No soy experto ni llevo muchos años usándola. Más bien, de tiempo en tiempo la cojo del cajón, pregunto algo y, tras barajar las cartas, vuelvo una hacia arriba. Lo que me transmite esa carta, es un buen indicador de por donde van las energías. Dicho y hecho, me decido, y pregunto -ya que estoy escribiendo esta historia-, sobre el momento actual de nuestra relación de pareja. Y me sale la carta de 'El Sol'. Tras lo cual puedo leer lo siguiente, pinceladas aportadas por Alejandro, que lleva muchos años haciendo tiradas gratuitas a la gente los miércoles en el café La Temeraire, en París:

"El sol es bueno para cualquier nueva construcción, indicando que actúa el amor incondicional y presagia éxito basado en un recorrido cálido e iluminado. Es la cristalización de una pareja enamorada, la obtención de un éxito, una realización en cualquier ámbito de la vida humana, en sus aspectos intelectuales, emocionales, creativos o materiales. También es indicio de una nueva vida, dejando atrás las dificultades del pasado; plenitud con el alma gemela"

Por supuesto, creo que las personas tenemos corazones que vibran en la misma frecuencia repartidos por el mundo, y cuando encuentras a uno de ellos, la vida te cambia. Si además es tu alma gemela, como nos ocurre a Angela y a mi, pues el ser afortunados ya es algo genial. Y claro, que me salga esta carta, que aún siendo pistas y no verdades absolutas, habla de plenitud con el alma gemela y de la realización dentro de la pareja enamorada, ya es algo que te hace sentir una alegría inmensa.

-Me gusta el tipo de chica y mujer que tiene piel clara o media con pecas, del rubio al pelirrojo. ¿Y tu preferido en cuanto a estilo de chico, Angela?.
-Eyyy, pues yo tengo pecas. Y soy muy blanca, y de pequeña pelirroja -ahí queda eso, jajaja-. ¿Dices que tipo de hombre me gusta a mi?.
-Si. Pero no de carácter, sino de complexión, pelo, y cosas así.
-Yo no tengo un tipo de hombre, lo único que no me gusta que sean muy guapos. Me enloquece un chico con cara atractiva, pelo negro o castaño, ojos verdes, o color miel... Y me gustan los hombres cuando se dejan ese triangulito como yo digo de perilla, pero muy poquita. Vamos, como tu en la foto que me mandaste, jajajajaja...
-Jajaja.
-En serio Víctor, es una coincidencia que tu la tengas, pero me gusta.
-Ooops, ¡vaya!. Pues me acabo de rapar el pelo al cero y la barba ídem -por cambiar de estilo-, así que espero que no te importe... Digo que no te importe la frase de coña que acabo de soltar, chica.
-En absoluto. A mi me gustas tu, la forma de ser que transmites, no el físico. Pero como ya te he visto como eres, te puedo decir que me encantas.
-Ya lo se, Angela. Mismo que tu físico me guste un montón -reconozco que me resulta muy atractivo-, lo que más me gusta de ti es tu forma de expresar, sentir y compartir.
-Y eso si, no te fijes en los años, por dios, fíjate en como soy, Víctor.
-Eso si quiero que lo tengas muy en cuenta, mujercita. Que yo para nada miro la edad. Para nada, recuérdalo. Yo cuando estoy compartiendo con alguien, no pienso en edades, disfruto o vivo con esa persona la experiencia que este viviendo.
-Chico, te quiero un montonazo.
-Eres una mujer estupenda, Angela. E interesantísima en muchos sentidos...

viernes, 25 de noviembre de 2011

35. (15 enero 2010)

Eres una persona realmente maravillosa, Angela... Hablar contigo, es tocar el cielo. Es abrir un regalo, quitar su lazo rojo y destapar la caja, y que de repente salga un montón de alegría que llena el ambiente... Que te voy a decir, si eso ya lo sabes, chica preciosa.
-Ya lo se, Víctor. Te Quiero y Te Amo un montonazo, chico.
-¿Sabes?. Me gusta decírtelo, aunque tu no me lo digas, más que nada porque es secreto y no te dejan decirlo, que eres un ángel del cielo, estoy convencido de ello. Vale, lo entiendo, el de 'arribita' no te deja ir diciéndolo por ahí, pero yo siento en el corazón que es así -y sabes que es muy listo mi corazón y lo pilla todo, jajaja-, y sabes que me habla y no me engaña nunca.
-Mira, no iba a salir. Pero estoy y me siento tan feliz, que tengo ganas de dar un pequeño paseo, hasta la pinada y el lago, y gritar lo feliz que soy de tenerte y poder compartir contigo.
-Pues si lo sientes, adelante. Hazlo.
-Claro que lo siento, y lo voy a hacer, ahora mismo, antes de que se haga de noche, serán solo unos minutos, pero los suficientes para gritar la felicidad que me inunda ahora mismo. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS por estar ahí, Víctor.
-Te Amo con todo mi Ser, Angela...
-Te Amoooooooo, Víctor...

Después de unas frases compartidas, Angela, como yo a veces también, sentíamos tal cantidad de energía vital dentro de nosotros, que necesitábamos abrir nuestras compuertas como si de un pantano a reventar de agua se tratase. Y aprovechábamos para salir a hacer deporte, caminar, lo que fuese para expresar al mundo y a la Vida que amábamos a la otra persona y nos sentíamos inmensamente felices por ello.

Quién le iba a decir a esta mujer que horas después, ya de madrugada, iba a tener -hasta el momento- la más fuerte, intensa, emocionante y especial experiencia de sentir Amor en toda ella, además de disfrutar de un orgasmo del alma continuo que de tan largo cambiaría su vida para siempre, y para mejor.

Desde luego, yo, que siempre tengo millones de palabras para describir los sentimientos del alma y el corazón, me quedo corto ante la fuerza de esta mujer en todo su esplendor y magia. Por ello, vuelvo al precioso relato, pues, quien mejor que ella para hacernos vibrar, erizarnos la piel, hacernos vivir en el amor, y a la vez desnudar la experiencia para que podamos vivirla como si fuésemos ella. Como Angela, nadie puede igualar en palabras esos sentimientos:

-Dios mío, Víctor... Mira la hora que es...

-Hace unos veinte minutos, que he llegado a casa. Me he duchado, me meto en mi cama y me acurruco como cada noche. Pero una fuerza mayor, me dice que me levante. Así lo hago, y voy derechita al buzón. Lo abro, y dios mío, encuentro un paquete, en el que el remite es de Víctor. En ese momento me pongo a temblar, es una sensación hermosa, de máxima felicidad. Rasgo el papel temblorosa y muy nerviosa, y veo un libro, de Paulo Coelho, 'Como el Río que Fluye', y un colgante, que en el momento de tenerlo entre mis manos, ellas solas con un impulso difícil de describirte, se desplazan hacia mi corazón. Y en ese momento rompo a llorar, Víctor. Es un lloro, de esos con hipo. Es un lloro, que como yo tantas veces te he dicho, son orgasmos del alma. Que a gusto me siento, ahora mismo lo tengo puesto, y te juro que no me lo quitaré nunca. Se que tu lo has tocado con tus manos antes de mandármelo, y que en el va toda tu energía, porque la estoy sintiendo en este momento...

-Víctor, la alegría que tengo ahora mismo, es comparable a la que tuve y sentí cuando nacieron mis hijos, y cuando vi a mi nieta por primera vez. No se si me creerás, pero es tan cierto lo que siento como que tengo a mis hijos.

-Gracias, Víctor del alma, gracias. Gracias. Gracias. Por ser como eres, por ser tan especial, por hacerme sentir tan bien, por transmitirme todo lo bueno de ti... Gracias por existir, y dejarme ser tu amiga. Y gracias por estar ahí... Cuanto TE QUIERO, cuanto TE AMO, soy inmensamente feliz.

Como la Vida te puede hacer sentir con tanta fuerza. Como te puede dar un vuelco, para que reacciones, y te des cuenta de que no importa a que edad o en que etapa de tu vida te suceda, siempre puedes elegir volver a nacer para vivir desde ese momento todo lo que tu corazón desea vivir.

Y cuando la Vida te revuelve la vida entera, te derrumba los cimientos de tu existencia dejando entrar la luz, la energía, y el Amor, y te demuestra cuánto merece la pena ser uno mismo y amar a otra persona hasta el infinito, en ese momento, no hay nada más precioso en el Universo que sentir dentro de ti todos los soles, galaxias, planetas, estrellas, sentir dentro de uno mismo como se mueven los océanos, como se emociona la tierra, y como las nubes recorren el mundo.

Y Angela, ya habiendo dormido unas pocas horas, seguía sintiendo todo eso y mucho más dentro de ella.

-¡Hola, buenos días, Víctor!. Me da igual que pienses que soy tonta. Me da igual que pienses que estoy loka. Se de sobra que no lo piensas, que es al revés y todo es positivo. He de decirte, que soy feliz, que hoy verdaderamente estoy radiante, estoy con una energía positiva, que no puedo guardarla dentro de mi, tengo que compartirla. Hoy es día de mercadillo, y me voy corriendo hacia él. Quiero que la gente me vea sonreír. Quiero que vean lo guapa que estoy hoy, y no me refiero solo al físico, me refiero a toda la belleza que hoy por fin siento que hay dentro de mi, y que por eso hoy se refleja en mi exterior... ¡Quiero contagiar mi felicidad!... Quiero con solo mirarme arrancar una sonrisa. Hoy es mi día, hoy es el día, que mi corazón me está gritando que salga. Además el día me acompaña, pues hace un sol radiante...

-TE QUIERO, TE AMO... Mil millones de abrazos y besos, se que en estos momentos los estás sintiendo, con la misma intensidad que yo te los estoy dando, fuertes, muy fuertes, y a la misma vez, delicados... uuuuuuummmmmmm, estos son los abrazos... muaaaaaaaaaaaaaaaaak, estos son los besos, siéntelos mi niño, siéntelos, van llenos de cariño y de amor por ti. Jolines, como Te Quiero...

Que decir. Que yo también Te Quiero, y Te Amo, Angela de Vida... Tu lo has dicho todo en este párrafo, corazón precioso. Todo...

martes, 22 de noviembre de 2011

34. (14 enero 2010)

-Vale. Cuando te acuestes y te tapes, Angela, te abrazas intensamente unos momentos pensando en mi, ¿ok?.
-Ok. Te Amo, Víctor.
-Yo te amo cada día, Angela.

Todavía continuaba -e iba a seguir por un tiempo- nuestra relación por internet a través de esta red social que ya era como nuestra mesa camilla, donde aprovechábamos tanto para compartir una comida, como para cogernos las manos por debajo y besarnos apasionadamente.

Yo sentía que una parte de mi, se convertía en energía para irse al lado de Angela en todo momento. Sentía como mi corazón, ya no estaba solo, pues notaba como la presencia de ella y su corazón también estaban dentro de mi y a mi alrededor.

Buscaba sus palabras, sus gestos entre las frases que iban apareciendo en la pantalla de mi ordenador. Descifraba cada letra, cada número, lo absorbía bebiendo el néctar de cada párrafo escrito por ella, sabedor de que la fuerza de sus palabras, la belleza de su corazón y su cuerpo, y su inagotable capacidad para despertar sensaciones y emociones hacían de nuestra escritura poesía, de nuestras conversaciones melodías, y de nuestros encuentros en internet magia digital. Todo ello aderezado con el perfume de dos personas que estábamos descubriendo algo más grande que nosotros mismos, y que deseábamos a toda costa experimentarlo más y más.

-Esta tarde no saldré, niño, pero lo haré a la noche, como hacemos los jueves, ya sabes, salida de chicas solas.
-Estupendo, Angela.
-El primer baile lo haré para ti, será como si estuviésemos bailando los dos juntos.
-¡Yo me apunto al baile! Y más si es contigo...
-¿Qué tal estás hoy, chico?.
-Muy bien, amor.
-Aquí hace mucho aire, Víctor.
-Yo iba a salir a correr luego, pero hace tal viento, que si voy por la orilla del río, igual me estampo contra un limonero o directamente me tira el aire al agua, jajaja, no me fío nada de salir si no es por obligación.
-Entonces no salgas. Mira que si te lleva el viento, que hago yo después sin ti, chico.
-Mujer... si salgo y me la pego por culpa de este fuerte viento contra un árbol, y me dicen que tengo que guardar un par de días de reposo... ya sabes quien puede hacer de enfermera.
-Yoooooooooooooooo... ¡yo misma!
-Mmm, has tardado dos segundos en responder, así que se siente. Elijo a Angela como cuidadora.
-Soy buena enfermera, eh. Que por lo menos mimos no te faltarían.
-Aunque si quieres te puedes venir conmigo. Claro que para mi tu vales mucho, y no es plan que te pase algo con esta tarde de perros por salir.
-Claro que me voy contigo, Víctor, a donde sea, pero contigo. Que yo soy muy lanzada... en el buen sentido, digo.
-Tu con lo guapa y estupenda que eres, a bailar con tus amigas y salir a pasártelo muy bien. ¡Que se note lo preciosa y maja que eres!.
-Es que me dicen, que bailo de maravilla, y tengo una sonrisa y una carita que atonto de bonitas. Sin presunción ni vanidad, pero es lo que me dicen las amistades.
-Haces bien en valorarte y hablar tan bien de ti misma, Angela. Eso significa que te aprecias, te quieres y sabes ver lo bueno que tienes, tus cualidades, tu belleza, y tu gracia.
-¡Claro que si!. Ten en cuenta que yo cada mañana, me levanto y me digo, lo mucho que valgo, lo feliz que soy, y que soy la mejor, y sinceramente, lo bien que me siento después.
-Que grande eres, Angela.
-¿Sabes una cosa?.
-Dime, mujer.
-Ahora mismo, me encantaría poder estar tomándome un cafetito contigo, mirarte a los ojos, y decirte, coño niño, CUÁNTO TE QUIERO...
-Que te crees, ¿que a mi no me pasa lo mismo?. Estamos igual.
-Oye, pues sabes que te digo, que el día que tu lo desees, nos conocemos, tomamos ese café o lo que sea, y hablamos y charlamos, si no vienes tu, voy yo.
-Desde luego, Angela. Que la de vueltas que he dado por España y Portugal, incluidas sus islas, tantos miles de kilómetros, para al final encontrar a una mujer maravillosa y tan amorosa a poco más de sesenta kilómetros de donde vivo, jajajajaja...
-Para que veas, chico...
-Vale, pues vamos pensando en cuando podamos, quedar.
-¿Es que sabes lo que me pasa, Víctor?.
-No lo se, dime.
-Que quiero ver tu carita, mirarte a los ojos, sentir esa energía que me transmites a través de esto... bueno, de esto que llaman 'caja tonta'.
-Es que es un deseo mutuo que nos ha surgido. Porque cuando nos escribimos también, pero me refiero a cuando hemos hablado por el móvil, hemos sentido muchísima energía en nuestras voces, una manera de expresarnos apasionada e intensa, y creo que eso nos ha hecho que nos pique mucho la curiosidad de querer vernos y conocernos.
-En eso tienes razón. Sinceramente Víctor, el día que hablamos, cuando colgamos, no te puedes hacer una idea de la sensación tan estupenda que sentí.
-Es lo que quería que sintieras, te soy sincero. Que sintieses alegría, y la sensación de que hablar tu y yo es aprovechar el tiempo.
-Genial eso que dices.
-La semana pasada han abierto un restaurante japonés, junto a la academia, Angela, que cuando vengas tenemos que ir. Tienen unos menús de degustación de platos de Japón, Tailandia, Birmania... que te chupas los dedos de ricos.
-¡Chico, eso me encantará seguro!. Dios, que bueno todo cuanto me transmites. ¿Puedo llamarte ahora mismo?. Aunque hablemos solo cinco minutos, lo que sea...
-Ok Víctor. Uf, como te quiero, como te amo, chiquillo...
-Como te amo yo a ti, Angela hermosa...

En la vida lo que importa es lo que haces, cómo lo haces, lo que piensas y como lo expresas, y lo que amas y sientes. Angela me ha enseñado -y sigue haciéndolo cada día- que lo más importante en una pareja es, sin dejar de ser tu mismo, entregarte al amor sin condiciones, de manera total. Me ha enseñado que cuando dos personas se aman al punto de ser algo más grande que el mismo mundo, se produce tal explosión de vida que lo único que se pide a esa misma Vida es eso, seguir vivo para poder disfrutar cada instante de cada segundo de cada día de la persona a la que amas.

Y yo os puedo asegurar, que cada instante de cada segundo de cada día de mi vida, que es nuestra vida, doy gracias y pido seguir vivo para poder amar y hacer feliz a la mujer más maravillosa que vive en mi corazón, a Angela, que en todo cuanto ella me hace sentir está presente la Vida.

sábado, 19 de noviembre de 2011

33. (11 enero 2010)

-Mira, Víctor, el otro día cuando iba conduciendo, un poquito antes de llegar a mi casa, hay un trozo de descampado, y yo me paro mucho a gritar lo feliz que soy, o cuando quiero o amo a alguien digo su nombre. Pues resulta que coincidí en el momento en que estaba gritando ¡SOY FELIZ! con una pareja que estaban paseando con su perro, y el perrito se vino corriendo hacia mi. Ellos se sorprendieron y me dijeron que era la primera vez que el perro iba tan contento hacia una persona sin conocerla. El animal comenzó a chuparme, y el me dijo 'eso no lo consiguen ni mis hijos'.
-Vaya...
-Si, y me dijeron que el SOY FELIZ, sonaba muy bien saliendo de mi boca. ¿Te lo puedes creer?. Pues créetelo, que me subí al coche llorando.
-Si que me lo creo, Angela. Tu eres una mujer muy expresiva, y tus lágrimas eran de emoción y de felicidad, que son las mejores que hay.
-Al llegar me vio una vecina, y se asustó. Le tuve que decir 'tranquila Andrea, que no pasa nada, estoy llorando de felicidad'.

Creemos que en la vida nos pasan todo tipo de cosas negativas. Más no es así. Generalmente, cuando vienen situaciones que no esperábamos, acontecimientos adversos u obstáculos, algunas veces son pruebas que nos está poniendo la misma Vida. Nos hace enfrentarnos a nuestros miedos, a nuestros temores, tratando de que reaccionemos y saquemos el valor que todos llevamos dentro.

Se trata de vencer al miedo, desde la calma, como el torero que sale con temple y valor a hacer frente a un toro tras otro en una tarde mágica.

Y en el amor sucede lo mismo. El Amor es para una pareja igual que la miel para las abejas. Ellas crean la miel, fuente de su vida con y desde el amor, y lo consideran un alimento sagrado. Así nosotros, cuando amamos con todo el ser, estamos alimentando la vida. Entre Angela y yo se daba amor continuamente, y se creaba un espacio lleno de vida.

Hoy, esa vida es la que nos mueve, nos impulsa, nos hace ser uno en el otro, y expresar ese amor en todo desde el corazón, sintiendo los latidos del mundo, y la vibración del Universo que está en todo cuanto sucede y es. Sentimos la necesidad de darnos todo en el amor, y por ese amor, llegamos más lejos, y hacemos que crezca cada día más y más.

-En esos momentos, Angela, da igual quien te vea o cómo te vean. Lo importante es que tu sabes lo que te está pasando por dentro, y que es lo que deseas vivir en esos momentos.
-A veces se me queda la mente en blanco unos momentos, jajaja... Y mira que yo hablo y mucho cuando me pongo.
-Se llaman pausas, chica. Para coger energía e impulso, y seguir hablando.
-Ey, eso no lo había escuchado yo nunca. Me encanta como lo has descrito.
-Es que a veces son necesarias, Angela.
-Ay, niño. Cuando te leo, y veo en tu nombre en el perfil lo de PuraVida, no sabes lo que siento.
-¡Gracias por sentir positivamente conmigo y hacia mi, Angela!
-Gracias a ti, chico, por hacer que sienta eso. Ya ves, solo con tu 'nick', lo mucho que transmite.
-Hacerte sentir eso, tal y como tu lo expresas, ya es motivo suficiente para estar agradecido a la Vida. Y lo demás que me venga de ti, pues regalos que me haces tu y la misma vida.
-Víctor, tu si que eres un regalo para mi.
-Ya ves. Me gusta poner alegría en tu corazón, y energía y fuerza en tu espíritu.
-¿Dónde estabas metido?. Mira que no encontrarnos antes, y que fueses tu el que me encontrara y pinchara en mi perfil.
-Yo creo que la Vida entiende que este es el momento perfecto en que tu y yo teníamos que coincidir en la vida, bien para amarnos, para aprender experiencias, y más cosas.
-Aún me vienen los comentarios que pusiste al principio en mis fotos, ¿lo recuerdas?. Ya te dije que eran los comentarios más bonitos que me habían puesto, y que me encantaron.
-Si lo recuerdo, si.
-Y gracias a ellos, nos conocemos, Víctor.
-Si, gracias a ellos, y a que tu los cogiste y conectaste también conmigo.
-Fíjate que a través de ellos, ya sentí algo bonito, algo limpio, que me decía que eras un chico especial.
-Yo solo se que desde que me escribiste, me surgió el deseo de que fueses feliz, como si algo superior me dijese que tu merecías recibir mi energía y mis pensamientos.
-Nunca se puede decir 'de este agua no beberé', yo que no pensaba en enamorarme. Y te he conocido, y ahora también te digo, que deseo sentir tus besos, tus abrazos, y sentirte a ti. Joer, como lo deseo.

Cuántas veces vemos en las parejas o en la gente que busca con quien compartir su vida, que ponen barreras, se crean muros imaginarios que les impiden conectar en toda su plenitud. Lo poco que se dan detalles el uno al otro, ya sea en forma de besos, de mensajes, de caricias. Todo es poco para encender la llama del Amor y de la Vida, y hacer que su fuego lo queme y transforme todo en algo maravilloso, y que su luz ilumine todo dentro de la pareja y de la persona.

Si por un momento fuésemos realmente conscientes de que solo tenemos una vida, y solo vivimos una vez sin posibilidad de volver atrás, dejaríamos lo que en verdad no importa para lanzarnos a vivir esa vida, a sacarle el mayor jugo posible, y en la medida en que pudiésemos, tratar de realizar nuestros sueños. Lo que le da sentido no es solo lo que deseamos conseguir, sino el empeño y las ganas que ponemos al intentarlo. El darlo todo en el camino nos satisface tanto como la meta o lugar al que aspiramos llegar.

-Y te digo, Angela, que lo que más me hace desear todo eso con fuerza, es por lo que tu dices. El poder besarte, abrazarte, acariciarte, y saber que lo hago deseando que sea más fuerte y crezca más lo que ha surgido entre nosotros, y poder compartirlo contigo en todo, tanto a nivel de experiencias, de lo que vivimos, como íntimamente y de manera más profunda y especial.
-Mmm, yo igual.
-Pues entonces sucederá. Si, entonces lo haremos, Angela.
-Lo más bonito de lo que nos decimos que deseamos los dos, es con que sinceridad y transparencia nos lo decimos, Víctor.
-Angela. Ahora se porque lo sé, y lo siento, que puedo aprender muchas cosas de ti. De como expresar emociones, de como transmitir, comunicar, soltarme en todo al compartir. Aprender a coger todo lo bueno de tu forma de ser e incorporarla y sumarla a todo lo bueno que yo ya tengo, en mis experiencias y en mi vida.
-Ey, que para mi que voy a ser yo la que aprenda de ti, chico.
-Si, claro, los dos uno del otro.
-Víctor, tu no te puedes hacer una idea de la riqueza que tienes de hacer que una persona se sienta feliz contigo a través de tu escritura, y mucho más a través de tu voz. Niño, si es que eres un encanto...
-¡Gracias Angela!. Eso es porque tu también sabes sacar lo mejor de las personas -en este caso de mi- de lo que llevan dentro. Te Amo, mujer...
-Te Amo, Víctor, y Te Quiero...
-Deseo que seas feliz, chica, y que todos los sueños que puedas abarcar se cumplan en tu vida, Angela.
-No dejes nunca de compartir así conmigo, Víctor. Léelo bien, nunca.
-Ainsss, jajaja, que te voy a dar, chica. Que ya tenemos que empezar a hablar en positivo, corazón. Recuérdalo siempre. En vez de decir 'no dejes nunca de compartir así conmigo', di 'quiero que siempre sigas compartiendo así conmigo'. ¿Ok?, siempre, SIEMPRE EN POSITIVO.
-Gracias por decirme eso, claro que lo intentaré así.
-Ojalá que siempre, siempre en todo momento, en tu día a día, entre lo bueno y positivo que la Vida tenga reservado para ti. Lo deseo con toda la fuerza de mi corazón y de mi ser. Y que la abundancia y la prosperidad estén cada día más en todo cuanto te rodea y en ti, mujer preciosa.
-Eso me gusta, chico. Te lo copio y lo pongo deseándotelo a ti, Víctor, que me ha llegado muy dentro.

¡Y cómo dejar de compartir así!. En esta mujer había muy buenas cualidades, y una preciosa forma de ser. Yo quería seguir y sabía dentro de mi que seguiríamos conectando. Lo que había surgido entre los dos ya era algo unido, y aún sigue unido, por siempre y para siempre.

jueves, 17 de noviembre de 2011

32. (10 enero 2010)

-Todavía me viene a la memoria la conversación de ayer, Angela. Cuando me acosté, todos los pensamientos que me surgían, eran recordando tus palabras, y nuestra conversación, de tan intensa que había sido. Se que tu y yo, cada uno por circunstancias, hoy por hoy llevamos nuestra vida. Pero hay veces que conversando contigo, hablando un poquito, siento que deseo vivir todo lo que nos escribimos contigo. Y es que hablar contigo sienta tan bien...
-Siento que la Vida me está dando la oportunidad de renacer, Angela. De hacer algo nuevo, de conectar con gente que quiere vivir igual que yo, o al menos compartir con gente que sienta, viva y exprese como nosotros, amorosa mujer...
-Y mira que ahora mismo mis días están bastante condicionados -en temas de horarios y tal- que si no ya habríamos quedado para salir juntos más de una vez y de dos. Pero no importa, pues la chispa ya ha prendido, y es un buen comienzo. Todo nos llegará, eso seguro.

Dentro de la pareja se puede crecer de una manera enorme tanto a nivel interior como exterior. Nuestros obstáculos personales, nuestros retos y aspiraciones, muchas veces salen reflejados en nuestra pareja, para regocijo nuestro y como señal de que hay que seguir adelante en el sendero de la Vida. Viviendo, y siendo lo que siempre hemos deseado ser y no lo que otros, la familia, la sociedad en su conjunto quieren que seamos.

El amor nos nutre, nos da vida, nos hace ser más completos. Nos hace ver desde un punto de vista maravilloso y nuevo cada día todo cuanto sucede a nuestro alrededor. Nos fortalece contra los embates diarios que tratan de hacernos caer en la rutina. El amor siempre encuentra momentos, espacios y tiempos para hacerse presente y traer la magia a nuestras vidas.

Se dice que en la creación del mundo, Dios estaba reunido con todo su coro de ángeles, arcángeles, y seres espirituales, pidiendo consejo sobre donde esconder la Felicidad, algo puro y especial que había creado para el ser humano. Uno de los ángeles propuso esconderlo en la sima más profunda, en el fondo del mar. Dios dijo 'un día inventarán máquinas capaces de escudriñar el fondo, y la descubrirán'. Otro dijo de esconderla en la montaña más grande y profunda, a lo que Dios respondió 'tampoco, pues un día derribarán montañas, y la encontrarán, y no será un tesoro difícil de encontrar, que suponga un verdadero reto'. Al final del día, por fin sonrió al pensar en la solución, y la comunicó a los que estaban con él: '¡Ya se!. Esconderé la Felicidad en el interior del corazón del hombre. Ahí solo los puros de corazón, los sinceros y nobles buscadores de la Vida, sabrán encontrarla'. Desde ese día, muchos son los que siguen buscándola, y otros ya la han encontrado.

-Muchos besos, mi niño precioso. Besos...
-¿Muchos?. Yo más, para que veas...
-Ya te digo yo, chico, que a mi a besos no me vas a ganar.
-Eso que te lo crees tu, Angela.
-Además, que los míos son más dulces, Víctor.
-Cuando pruebes los míos, chica, sentirás y verás que son la ternura personificada, y a la vez el deseo más íntimo y personal.
-Hace una hora más o menos que he llegado yo, Víctor.
-Hoy ha hecho por aquí un día malísimo de tiempo.
-Aquí por la mañana bueno con mucho sol, pero ahora que se ha ido hay muchísimo frío. Son de esos días que quieres y necesitas estar abrazadita a alguien. Bueno, no a alguien cualquiera, sino a alguien muy especial, tu ya me entiendes.
-Bueno, pues ya tenemos dos cosillas para hacer pendientes, chica. Estar abrazados y compartir y sentir esos besos y abrazos para ver quien da más, jajaja...
-Niño, hay que buscar una tercera para compartir, que a mi me gusta más si son impares.
-La tercera, pues invitarnos a tomar un rico capuccino -o lo que cada uno quiera y desee- en un rincón donde no nos moleste nadie, y hablarnos mirándonos a los ojos.
-¡Me gusta!.
-Angela, que tu también puedes proponer lo que quieras.
-Ya lo se, ya. Pero esa me vale, y me gusta. Así que está bien.
-Pues ya está decidido.
-¿Sabes Víctor?. Ahora mismo te abrazaría, te estaría abrazando sin soltarte mucho rato, dándote abrazos del alma. Y besándote, con besos del corazón llenos de pasión e intensidad.
-Puedo jurarte que compartir eso contigo, Angela, tiene que ser algo impresionante, por lo que conozco de ti. Tienes que transmitir una energía tan grande...
-¡Ya te digo-. Esta tarde estaba en una cafetería con las amigas, y había una señora sentada en la barra, que no hacía más que mirarme. Como a los diez minutos se acerca y me dice 'Perdona, pero no lo he podido evitar. Tienes una cara que me ha alegrado ya la tarde. Ha sido verte y me has dado la fuerza que necesito'. Total, que nos hemos puesto a hablar, nos hemos terminado dando un abrazo, y me ha dicho que jamás olvidará este encuentro.
-¿En serio?. ¡Que me dices!. Que maravilla, Angela.
-Hoy me siento muy alegre, contenta y feliz, y se me nota en la cara.
-Es que eso es cierto. Aunque no se sepa bien como funciona -que yo creo que si se sabe-, cuando una persona comparte desde el corazón, y se encuentra especialmente alegre por algo o tiene en su hacer diario la alegría, esa persona logra cambiar la energía del ambiente, y el ánimo de las personas con quienes comparte.
-Es que transmito lo que yo soy, Víctor. Es levantarse por la mañana, y mirándote al espejo decirte 'soy la mejor, valgo muchísimo, soy guapísima', incluso coger la barra de labios y escribirlo en el espejo, y leerlo diez, veinte, cien, hasta mil veces si hace falta. Y al final eso te ayuda y te funciona, te lo digo yo que lo experimento muchas veces.
-Eso es algo muy positivo, sobre todo como consejo, chica.
-Ey, chico, que hoy no te he dicho una cosita. Que Te Amo...
-Genial, porque yo también Te Amo, Angela...

Hablar de como potenciar la energía y lo positivo en la vida de uno es remontarnos a experiencias, prácticas -aprendidas o inventadas por uno mismo- y vivencias que demuestran que si uno repite muchísimas veces afirmaciones positivas, estas son capaces de mover una energía en el ambiente que atraerá si o si a las personas, circunstancias y experiencias que busca en la vida.

Al igual que la persona que siempre piensa en negativo, o siempre le busca las vueltas a cualquier experiencia pensando que no todo puede ser tan bueno, y en vez de vivir el presente se instala en el 'y si...', al final esa persona no transforma su vida en la medida en que podría hacerlo.

-Recuerdo yo, Angela, cuando practicaba yoga y crecimiento personal -hace ya lo menos quince años-, que un fin de semana quedamos un grupo en la clase, y lo que hicimos fue que uno a uno poníamos una cartulina gigante en la pared. Al que le tocaba ponerla, se quedaba de pie al lado de ella, y el resto, con rotuladores gordos que se quedara bien grabado, iban escribiendo lo bueno que sentían de esa persona, lo positivo que conocían, de su forma de ser y actuar. Por ejemplo, escribíamos 'Eres un chico malísimo. Tienes un gran corazón. Me encanta la alegría que siempre llevas encima. Tu forma de ser es maravillosa', y cosas así. Y te digo que la gente terminaba emocionadísima y sintiéndose con una energía y una alegría en el corazón enormes.
-Uf, que precioso tiene que ser eso, Víctor.
-Verdaderamente precioso. Uno imagina que van a escribir algunas cosas si. Pero me escribieron y pusieron de mi tantas cosas buenas, positivas, alegres, divertidas, que realmente hasta lloré de emoción. ¡Les transmitía todo eso y más!. Y encima sientes como te lo dicen mirándote a los ojos, y eso, cuando es tan sincero, no veas como te sube todo.
-Es que imagino que en esos momentos solo escribes desde el corazón, siendo sincero, lo que de verdad sientes, porque al final se crea un momento tan especial, que no hay cabida para lo falso, solo para palabras y sentimientos sinceros desde el corazón. Y para decir desde tu corazón y tu alma lo que ves en esa persona.
-Exactamente.
-Es como un día de la semana pasada. Venía yo por el río, caminando ya por la orilla junto a los naranjos, cuando un paisano que estaba de pie en la puerta de su casa, me dice al pasar '¿Qué tal, chaval?. Ya vuelves de correr, ¿no?. Así da gusto, ver gente tan sana como tu'. Te puedes imaginar el vuelco que me dio el corazón -como los orgasmos del alma-, que un abuelo -era muy mayor el hombre- te diga unas amables palabras sonriéndote con franqueza y con una sonrisa limpia y sincera.
-Eso si es verdad.
-A eso lo llamo yo 'magia', Angela. Que un hombre muy mayor, de la huerta, que no espera ni quiere nada en ese momento, simplemente porque siente en su corazón algo bello, te lo expresa, lo comparte contigo, y encima que se refiere a ti mismo. Eso no tiene precio, el vivir momentos así.

Y tal como nos contábamos estos momentos mágicos que habíamos vivido los dos, y como nos sucedían cosas extraordinarias, tan llenas de algo que parecía sobrenatural, y que eran señales de la vida que tocaban a nuestra puerta. Tal como nos sucedía esto en el día a día, nos iba sucediendo a los dos en nuestra relación a través de internet. Experiencias y momentos compartidos que nos tocaban de la misma manera, y nos hacían sentir cuánto deseábamos estar juntos, vivir momentos así, y darnos esos momentos uno al otro.

Y lo estábamos consiguiendo. A través de la red, todavía. A través de una red social de contactos. Daba igual el medio que fuese. Lo estábamos consiguiendo.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

31. (9 enero 2010)

-Yo preferí su amistad, a que por echar un polvo, se derrumbara todo lo que habíamos compartido, pues no sentía nada por él como para ir más allá. Solo una gran amistad.
-Vaya, Angela, me gusta lo coherente y centradita que eres chica.
-¿Ves?. Sin embargo lo tuyo y lo mío es distinto. Hay una conexión que no es normal, la gente pensará si estamos locos, aquí por internet. Lo que se es que tu me transmites cosas muy positivas y muy buenas, que me hacen al sentirte, desearte, y desear tus besos y abrazos.
-Eso si que es bueno...
-Me transmites una energía, que me hace estar viva y contenta, y me llena de una paz interior que es imposible describirla, y si lo hiciera, no me entenderían. Solo lo entendería alguien que fuese capaz de sentir con la misma profundidad que yo.
-Lo mismo me pasa a mi, que si acaso se lo contaría a una o dos personas que sí se que me entenderían, amistades de muchos años. No creo que otra gente pudiese comprenderlo. Acercarse a la experiencia si, pero sentirlo en sus corazones...
-Ya te digo, Víctor. Se perdería la magia de lo que estamos viviendo.
-Cuanta razón tienes.
-Es que es algo tan sumamente bonito, que solo quiero compartirlo contigo, vivirlo contigo.
-Mmm, dime, cuéntame que te está ocurriendo conmigo, Angela. Sigue contándome...
-Es lo que siento. La paz que me das cada vez que te leo, es estar en el paraíso, en un sueño constante, entre algodones. Mi cuerpo se vuelve ligero, lo siento como si no pesara. Si ves mi cara, es pura sonrisa, pura felicidad.
-Seguro que muestras esa alegría y felicidad, Angela. Seguro. Ya sabes que uno solo puede mostrar y regalar lo que tiene, ya sea material, emocional o espiritual. Así que piensa en lo que estás mostrando y compartiendo conmigo, y el resto vendrá solo.
-Víctor ¿Tu crees que esto que nos está sucediendo es muy normal?.
-No, no es muy normal. Joer, yo también pienso en lo intenso y real que es, es un sueño que se hace realidad.
-Entonces piensas como yo, chico. Vaya, y si es un sueño, no quiero despertarme.
-Hasta me viene a veces una sensación curiosa que me gusta, Angela. Diferente, y especial. Que deseemos hablar de energía, de alegría, de sonreír, de abrazos llenos de emoción, de cosas así.
-Mira, Víctor. Yo en mi perfil, tenía escrito antes de poner lo de tus besos, que me encanta sentarme en el borde de la playa, cerrar los ojos y dejarme llevar, y soñar. Soñar, pues dicen que a veces si sueñas mucho los sueños se cumplen. ¿Y sabes?. Los míos se están cumpliendo con creces, mucho más de lo que yo pedía.
-Es que tu y yo conectamos a todos los niveles.
-¡Tu si que eres pura energía!. Y me la contagias a mi.
-Vaya, que bien.
-Si. Y también tenía puesto que me encantaría darme un baño con margaritas, una de mis flores preferidas.
-¿Y ya te diste ese baño?. Ahora que hace frío sería la época ideal, con agua caliente, incluso agua salada para imitar un baño termal...
-Nooooo, aún no me lo he dado. ¿Tu te darías ese baño conmigo?.
-Si, pensándolo bien... si.
-¿Te imaginas llenar toda mi piscina de margaritas?.
-Sería curioso. Eso si, te harían falta unas cuantas. Bastantes, diría yo.
-Yo tengo unas cuantas en mi jardín, Víctor. Blancas y fucsias. Y rosas blancas, ahora mismo debo tener entre todos mis rosales unas cien flores a la vez.
-Pues que sigan ahí, en la planta. Ya que ellas han decidido crecer en tu casa y darte esa belleza gratis, se lo agradeces viéndolas cada vez que pasas junto a ellas.
-Chico, yo cada día me comunico con ellas, les digo palabras bonitas. Y si en ese momento se mueven con el aire cuando estaba todo en calma, pues pienso que me responden, que me sonríen a su manera.
-Pues mira, Angela. Yo no la conocí, pero cuenta mi madre que en su pueblo, había una mujer que tenía las mejores plantas, las más lozanas y grandes, llenísimas de flores siempre. Y esta mujer no dejaba que nadie las tocase. Decía que les hablaba, que les decía cosas bonitas y palabras positivas, y que por eso le crecían así las plantas. Porque son capaces de captar la energía de los sentimientos que les envían las personas.
-Entonces por eso está así mi rosal. Mañana le hago una foto y la subo a Badoo, para que lo veas.
-Genial, así compruebo que de bien tienes el rosal, Angela.

Como dijo John Lennon: El sueño que sueñas solo, es sólo un sueño. Un sueño que sueñas con alguien, es una realidad.

Angela y yo habíamos decidido no buscarnos, sino encontrarnos. Ir un paso más allá de todo y de todos, y hacer real lo que ya era real en el mundo virtual. No nos pedíamos nada, sino que nos entregábamos uno al otro, nos dábamos uno al otro, y por eso nuestra relación cada vez era más profunda e intensa. Al dar sin esperar nada a cambio, cada uno de los dos recibía mucho más de lo que daba, lo cual nos hacía aprovechar cualquier momento libre para conectarnos. No entrábamos al ordenador para conectar en sentido más amplio, sino para conectarnos solo nosotros dos.

Las personas tenemos todo el potencial para desarrollarnos. A nivel físico, intelectual, emocional, material, creativo y espiritual. Hay que abrirse, abrir el corazón, quitar todo cuanto pueda suponer un obstáculo, disolver miedos si los hubiese, y vivir.

La Vida. Ha venido, viene, y se irá. Es una invitada preciosa, una joya, a la cual hay que cuidar y respetar, haciéndola crecer. Y por eso hay que intentar vivirla siempre como uno siente dentro de si mismo que quiere vivirla. A pesar del mundo y de la gente. Precisamente por eso, porque solo tenemos una.

-¿Ves?. Como decía mi madre mucho, la frase tan común de 'nunca te acostarás sin saber una cosa más'.
-Si, eso es cierto. Hablando como estamos de plantas, a ver si hago fotos a mis cactus, que me gustan mucho -además de que en Murcia, si necesitas irte de vacaciones en verano y no tienes quien los cuide no se te mueren-. Parece mentira como unas bolas verdes con púas y espinas dan unas flores tan hermosas.
-¿Sabes que es bueno poner un cactus junto al ordenador?.
-Si, Angela, lo se. Pero solo hay dos variedades que son las que realmente al cien por cien te absorben radiaciones. Uno es el "Mirtylocactus Geometrizans" -vete a saber si está bien escrito, jajaja-, y el otro no me acuerdo del nombre.
-Joer, puf, ¿Y te sabes ese nombre tan raro y difícil?.
-Si, chica. Es de esos nombres que lo lees varias veces, y es tan raro que se te queda.
-¡Me dejas de piedra!.
-¿De piedra?. Mmm... entonces ya tengo estatua chula para el salón. De piedra. Si, me vale.
-Si, acepto. Claro que te cansarías de verme todos los días.
-Cansarme no. Pero prefiero que vuelvas a ser de carne y hueso, que me gustas más así.
-Bueno, que si me quedo de piedra, te pondría una postura chula, para que al pasar delante, me piropearas.
-Si, jajaja. ¡Preciosa! ¡Guapa! ¡Estás de estupenda que no veas!. Por ejemplo.
-Si me dices todo eso, ten por seguro que aún siendo de piedra, sonreiría y todo.
-Nada, que prefiero que sigas siendo humana y no de piedra chica.
-Bueno, jugamos a imaginar, que eso también es sano y divertido. ¿A ti te gusta jugar?.
-Si.
-A ver si hago rabiar a este chico...
-Grrrr... ¡Guau, guau!.
-Jajaja.
-Así lo entiendo yo, Angela. Jugar es algo muy sano dentro de una pareja, ya sean juegos íntimos, pícaros, hacer travesuras, o lo que sea.
-Mi amor, me encanta charlar contigo. No hace nadita que nos conocemos, y parece que nos conociéramos de toda la vida.
-Chico, mira la hora que es.
-Ya veo. Que maravilla que entre nosotros se pasen las horas y ni nos enteremos. Y eso que hoy no hemos estado tantas como otros días.

Está claro. Podemos ser como algunos pájaros, que construyen su nido en la rama más grande y segura del árbol, y esperar que pase el tiempo, envejecer y quizá morir en ella, eso si, devorados por el gato que trepó al árbol.

O ser como ciertos pájaros que construyen siempre sus nidos en las ramas frágiles. Aún siendo lugares inciertos, suelen aguantar, y los predadores no pueden subir hasta ellas, con lo cual viven tranquilos y no son cazados.

Yo lo creo así. Hay veces en que es necesario cambiar lo seguro por lo incierto, para así dejar entrar las posibilidades en nuestra vida. Un sinfín de posibilidades nuevas, que hacen de nuestra vida algo mucho más enriquecedor, interesante, y lleno de sorpresas y experiencias emocionantes.

Angela y yo nos amábamos, e íbamos adentrándonos en el terreno de lo incierto. Y al dejar que la Vida nos sorprendiese, ésta, complacida, nos comenzaba a regalar momentos únicos e inexplicablemente intensos entre los dos, que a cada día eran más, y mejores.

martes, 15 de noviembre de 2011

30. (8 enero 2010)

-Mira, es fácil. Durante los siete a nueve días que puedes hacerlo, tienes que poner en una botella de agua -de litro y medio o dos litros- nueve o diez cucharadas de sirope de savia, el zumo de un limón, una pizca de cayena en polvo, y una pizca de canela. Se rellena de agua, se agita, y ya está listo.
-Ya, Víctor, pero... ¿eso solo no te acaba debilitando?.
-Que va. Lleva los minerales y nutrientes necesarios para que sin comer puedas hacer vida normal -sin pasarse de esos ocho, como mucho diez días, más no-. De hecho, yo hacía una semana incluso yendo a trabajar -conduciendo y todo-. Claro está, si trabajas de albañil hazlo cuando estés de vacaciones, me refiero a trabajos de no mucho esfuerzo.
-Entiendo. Pues lo probaré. Es interesante depurar el cuerpo por dentro, desintoxicarlo de tanto químico y procesado como nos metemos sin saberlo, y renovarlo y dejarlo como una maquinaria casi nueva.
-Es lo mejor de esta limpieza, Angela. Que los órganos tienen tiempo para limpiarse al no tener que hacer trabajo diario ni extra. Y se nota, te lo digo yo que una vez al año lo llevo haciendo tres años seguidos.

Siempre viene bien darse cuenta de que el cuerpo, al igual que la mente, necesita periodos de descanso, de repararse o simplemente de hacer un buen mantenimiento. Y hay que reconocer que casi todo el mundo, a nivel de procesos físicos -digestión, el riñón trabajando, el hígado, la sangre...-, hace que su cuerpo trabaje sin descanso alguno las veinticuatro horas del día prácticamente. Y parar todas esas tareas una semana para que el propio cuerpo pueda dedicar el tiempo a limpiarse y quitarse porquería, es casi que una necesidad.

-Vaya pareja de dos que estamos hechos, ¿verdad?.
-Pues si, chica. Somos una pareja de dos única, jajaja... porque es como si fuésemos una sola, de lo bien que conectamos.
-Desde luego, Víctor, cada día me encantas más. Yo creo que a través de esta caja tonta me estás embrugando. Jajaja, ¿ves? ya hasta escribo mal de la emoción.
-No te embrujo. Simplemente eres tu misma, y eso me gusta. Me gusta muchísimo, Angela.
-Te Amooooooooooooooooo, Víctor.
-¡Yo también TE AMO, Angela!.

En la vida hay momentos en que no es preciso aprender nada. Porque no se puede, ya que lo que aparece como aprendizaje ya estaba ahí antes, solo era cuestión de descubrirlo, de destapar el frasco de las esencias y dejar que salga. En este mundo donde casi todo esta regulado, con normas, tradiciones, modos y maneras de hacer. En este sinfín de obligaciones, deberías, tendrías y habrías que, Angela y yo éramos dos transgresores sanos, dos locos muy cuerdos, que hacíamos y deshacíamos todo con tal de vivir la experiencia que deseábamos y estábamos teniendo.

Porque no se puede vivir sin sueños, ni se puede ir en contra de tu corazón, si lo que realmente quieres es sentir que todo en tu vida va cobrando sentido. Un simple viento frío de mañana camino al trabajo, puede ser el preludio de un día mágico. El beso que le das a tu pareja, sintiendo ella que ese beso se va a multiplicar para que dure todo el tiempo que por el motivo que sea vas a estar alejado de sus labios hasta el próximo beso, que puede ser al segundo siguiente o varias horas después -quien sabe-. Las manos cuando se entrelazan en un abrazo infinito, que dura para siempre...

Angela y yo, ya por aquellos días, juntábamos por que sentíamos que algo nos llevaba a ello, nuestras manos poniéndolas junto a la pantalla del ordenador. Hoy en día, que ya estamos viviendo la maravillosa experiencia del Amor Verdadero dentro de la pareja, siempre que estamos juntos, nuestras manos cobran vida propia, y hacen por juntarse y abrazarse como siempre han hecho, besándose en cada caricia que se dan, en cada cosquilleo que uno provoca en el otro, en cada corazón dibujado en la palma.

-Un beso, preciosa mujer. Como no se si estás, te dejo ese intenso beso. Y si estás ya dormida, pues te desabrocho la blusa para ver mejor, mmm... (ahora resulta que si que estás conectada y despierta, y capón que me llevo al canto por travieso, jajaja).
-Jajaja, te libras del capón porque no has llegado a desabrochar nada, que si no, tu mano no se libra de ir a su sitio.
-Hoy no ha parado de llover en todo el día, Angela.
-Uf, pues aquí no veas chico. Entre el viento tan fuerte y la lluvia, daba miedo salir a la calle. Por cierto, ¿Te ha llegado ya el video? ¿Lo has visto?.
-¡Si! ¡Ya lo he visto!.
-¿Y qué tal?. Estupendo, bien, decepcionante...
-Que va, chica, se entiende que es para que te viera, y los nervios de la primera vez, y así, tu grabándote a ti misma. Te imaginaba con la voz más aguda -antes de la llamada del móvil-, ya sabes que la cabeza asocia una imagen a una voz. Me gusta mucho tu voz, es muy sonora y tiene melodía, para mí es música. Por supuesto, ni tu ni yo tenemos veinte años, pero estamos estupendamente para nuestra edad, de eso estoy seguro.
-Yo ya tengo muchos años y tu aún eres muy joven, Víctor.
-¿Muchos años? Si estás en la flor de la vida, mujer. Que hoy día ya se vive de media sobre los ochenta años y más. ¡Gracias por lo de joven!.
-Dios que chico más guay...
-Pues este chico guay tiene unas ganas de comerte a besos, que no veas. Anda, que ya nos vale...
-Si, jajaja, vaya dos, no podemos -ni queremos- estarnos quietos, Víctor. Y esta chica preciosa también tiene ganas de besarte y achucharte sin parar.
-Estoy deseando sentir tus besos y tus caricias, la verdad.
-Yo también. Seguro que serán especiales, Víctor. ¿Sabes?. Hoy he pensado mucho en ti.
-¿Si? ¿Y qué te venía de mi a tu pensamiento, Angela?.
-Me veía en esta casa tan grande y tan vacía, y tu que venías a visitarme. Te abría la puerta, nos mirábamos, y nos abrazábamos. Y nos besábamos. Con unos besos de Amor... Te juro que lo he pensado, y lo he sentido tan real. Y en ese momento en que estaba pensando e imaginándome eso, vas y me envías un correo precioso. En ese momento me dije: él sabe en estos momentos que está en mi cabecita.
-¡Vaya!. Que intenso, chica, la verdad... Como me gusta compartir este nivel de conexión contigo, Angela.
-Que bueno.
-Bueno e intenso, chica. Como siento que te Amo -porque te amo- y como no quiero perderte nunca.
-Yo creo que los dos estamos sintiendo lo mismo, Víctor.
-Es cierto, chica. Yo por dentro siento que deseo amarte muchísimo, me llega ese sentimiento mismo que ahora mismo estemos conectando por aquí, por esta página social. Espero que así sea. Creo que si, que va a ser así, y vamos a amarnos muchísimo.
-¡Eso no vale!. Me has robado los pensamientos, o las palabras. Escribes tan rápido que al final lo que te iba a poner, Víctor, lo acabas poniendo tu antes. Casi se cruzan nuestras frases si yo llego a subir la mía, y verías como son muy parecidas en lo que expresan.
-Chica, es que la verdad es que despiertas en mi el amor. Compartir mucho amor contigo. Se que Te Amo, Angela. Y es algo genial, teniendo en cuenta que aún es solo por el ordenador, y el tiempo dirá a que nos lleva todo esto. Pero desde luego que te digo que nunca una red social fue testigo de como dos personas conectan al punto de desear seguir toda la vida conectada como lo está siendo Badoo con nosotros dos. Aunque conectemos en un espacio reservado para nosotros solos. Dan ganas de darlo a conocer al mundo, chica.
-Si, es cierto niño, vaya historia de amor. Como Te Amo, chico, como te amo... Hay momentos que despiertan vibraciones y sensaciones en mi que no había conocido nunca.
-Por eso lo estoy aprovechando al máximo, chica. Porque si la Vida me ha dado la posibilidad de vivir esto, no voy a dejar que pase sin probarlo, saborearlo, sentirlo, y ver que sale de todo esto.
-Ay, que ganas tengo de tenerte junto a mi para abrazarte. Por favor, abre los brazos y abrázame, que pueda sentirlo aunque sea en la distancia.
-¡Hecho, Angela!. Claro que si. Siente mi abrazo...
-Gracias por hacerme soñar unos momentos, y hacer ese sueño realidad para mi.
-Pues ya lo comprobarás en directo cuando nos veamos. Te voy a abrazar con amor, y te puedo asegurar que es todavía muchísimo mejor y más intenso.
-Desde luego que solo de pensarlo me ha erizado la piel, Víctor.
-Ya ves. Esto lo contamos, y el noventa y nueve por ciento piensan o que se nos ha ido la cabeza, o que estamos locos. Sin darse cuenta de que si dos personas sienten, sus corazones conectan, y se aman, que más da que sea escribiendo y a través de una pantalla. Se produce el milagro. Nos sentimos juntos, y eso si que es real.
-Seguro que muchos pensarían que es un enganche. Y tu y yo sabemos que no, que es algo emocional, y profundo, y bello, y va mucho más allá de internet y un par de ordenadores.
-Por supuesto que si, Angela. Va mucho más allá.

Siempre hay que ir más allá. Siempre. No os podéis hacer una idea de lo maravilloso que es aplicar la locura sana del corazón, y lanzarse a hacer todo eso que uno quiere y desea compartir con otra persona. Decirle las palabras que siempre uno quiso decir, transmitir las sensaciones y sentimientos que uno lleva tanto tiempo esperando poder decir a esa persona que ahora sí que está seguro que es a ella a quien quiere decírselo. Desear compartir amor y hacerlo, de manera sencilla, directa, llegando al corazón y al ser, y saber que uno ha encontrado a la persona con quien realmente quiere compartir ese amor.

Y lo mejor de todo, mejor que todo el amor que uno quiere y desea compartir con otra persona, aún siendo eso maravilloso y muy grande, es saberse correspondido. Eso si que no tiene medida ni palabras para expresar tan alto sentimiento.

Sin palabras...

sábado, 12 de noviembre de 2011

29. (7 de enero de 2010)

-El pueblo de mi familia materna, Angela, es precioso. Está en una zona toda de pueblos muy pequeños, distantes entre si -a veces solo ves monte lleno de robles y encinas y nada más-, con sus viñedos, casas todas de piedra pues es zona de mucho granito... Vamos, que te juro que para perderse es un sitio ideal.
-Uffff, tiene que ser realmente precioso, chico.
-Si que lo es, si.
-Es que a mi me gustan mucho las antigüedades, y las casas rústicas.
-Y hace... ¿cuatro?. Miento... hace cinco años, me cogí estando en el pueblo -está a 5 km de la frontera con Portugal- yo solo el coche, y me fui a conocer todo el norte de Portugal durante 6 días. Tiene una magia especial, y más cuando vas por pueblos pequeños, intentando que la gente mayor charle contigo mientras tratas de hacerte entender medio en español y medio en portugués...
-Me encantan los pueblos pequeños, Víctor, donde las calles son muy estrechas y algunas puedes abarcarlas y tocarlas con ambos brazos extendidos.
-De esos mismos te digo, Angela.
-Eso me enloquece, mmm...
-Imagínate. Amanecí un día en Vila Praia de Ancora, baje muy temprano del hotel, nada más amanecer fui a la playa... ojo que cuando digo playa, digo una playa atlántica enorme, de arena muy blanca, y salpicada toda ella de estrellas de mar. Yo solo caminando por la playa, cogiendo una estrella que se te enrosca en los dedos, y la devuelves al mar... Eso es emocionante, y por momentos así que merece la pena sentirse muy vivo y vivir.
-Joer... ¿Y por qué no me llevaste contigo?.
-No te lleve únicamente porque la Vida aún no me había regalado el conocerte, que si no ten por seguro que hubieses venido conmigo.
-Tuvo que ser maravilloso, Víctor.
-Si. Luego a medio día, en el mismo paseo de la playa, comerte un rodaballo al horno de leña con patatas asadas, que ya se sabe lo exagerado de los portugueses, me dijeron que era como para una persona y media, y en la bandeja yo vi un pescado y patatas como para tres. Claro, al final solo pude con medio plato, jajaja...
-Hubiera sido un sueño del que no hubiese querido despertar, así contigo, eso si que es magia.
-Eso es cierto, ahora que te voy conociendo, desde luego que me hubiese gustado compartirlo contigo, Angela. Pasear juntos muy abrazados por la playa, sintiendo la fuerza de la naturaleza y la pasión de nuestros sentimientos.
-En ese lugar tan hermoso, y así juntos, te hubiese dado un beso apasionado enorme, chico...

Había tanta claridad de ideas, de sentimientos, pensamientos y forma de ser en los dos, que en todo surgían conexiones mágicas, estupendas y auténticas. Podíamos pensar distinto en algo, no estar de acuerdo, tener puntos de vista diferentes, como dos personas cualesquiera. Pero había muchas más coincidencias entre nosotros, de como veíamos y sentíamos la vida, y como la vivíamos y expresábamos.

-Angela...
-Dime, niño...
-Te tengo que reconocer, Angela, en serio que estoy sorprendido. Mira que llevo años en internet, en momentos y etapas más o menos conectado con otra gente, y nunca, y te repito, NUNCA hasta ahora había coincidido con una mujer con las ideas tan claras, tan sana, tan positiva y de tan buen rollo en el 99'99% -no el 100% porque somos seres humanos, jajaja- como tu.
-Es que yo soy así, chico. Mis amistades me dicen que por aquí -y en mi vida diaria- no se puede ser tan sincera, tan abierta, pues muchas veces me puede perjudicar esto, pero yo soy así, si siento algo especial hacia una persona tengo que decírselo, para que callarlo, si es algo que me nace puro, sano, bonito.
-Ya, Angela, si tienes razón. Pero me sorprende, y me gusta mucho que haya gente como tu -yo también soy así-, que expresa abiertamente sus sentimientos sin miedo.
-Me gusta ser así como soy.
-Claro que si. A veces igual me pongo demasiado meloso -en el buen sentido chica-. Pero es que algo en mi interior me dice que sea así, muy cariñoso contigo, y yo siempre sigo a mi corazón si me dice que eso me va a traer algo bueno a mi vida.
-Pues a mi me gusta que te pongas así, Víctor, pues me transmites mucha sinceridad.
-Yo te digo a ti, Angela. Que quiero que lleguemos a conocernos, sin que importe el pasado -mismo que esté ahí y cada uno tenga el suyo-, ni el futuro. Solo el presente. Poder compartir, hablarnos y vivir desde el espíritu y el corazón, y desde el cuerpo y la cabecita. Y que le den por culo -perdona pero tenía que decirlo así- a la gente que no entienda que dos personas pueden vivir una vida consciente, mejorándose cada día y dando a los demás lo mejor de si mismos, sin por ello dejar de disfrutar esa vida y de cada día con lo que nos quiera traer.
-¡Bravo!. Ese es el Víctor que yo quiero...

Esa era también la Angela que yo amaba y quería.

Una mujer valiente. Muy, muy valiente. Decidida por demás. Deseando vivir, y realizar sus sueños. Angela, una mujer que por encima de todo ponía su corazón y sus sentimientos. Y era capaz de ir contra el mundo entero luchando por la persona que quería y amaba. En definitiva, una mujer cuyas armas eran las más poderosas, pues la sinceridad, la nobleza, la fortaleza interior y la alegría, barrían todo lo negativo de ella y la convertían cada día en una persona más viva, más fuerte, y más entera.

Si, la verdad es que apreciaba y quería cada día más a esta chica. Y como la quería...

viernes, 11 de noviembre de 2011

28. (6 de enero 2010)

-Si me has leído, Angela, pues... 1.000.000 de besos, amor...
-Claro que te he leído, Víctor. Hay que ver como me llegan esos besos tuyos. Que maravilla.
-Normal que te lleguen, ya sabes cuánto te quiero, chica, y que comparto amor contigo cada vez que conectamos.
-Esta tarde me pillas un poco 'plofff'. Pero vamos, no te apures chico, que me pasa solo cuatro tardes al año. Vamos, que me sucede con las estaciones, y ya le ha tocado al invierno.
-A ver, mujer. Eso tenemos que solucionarlo...
-Pues si, chico. Pues si...
-Mira, Angela. Me gusta tu estilo, eres una mujer estupenda, me gusta muchísimo tu forma de expresar, y la forma en que compartes conmigo. Eres muy bonita, tienes un cuerpo de infarto -jajaja-, y además cuando podamos vernos será mucho mejor aún. Eres auténtica, espontánea, natural como la vida misma...
-Ufff, ¡gracias!. ¿Ves?. Ya me has arrancado una sonrisa. Desde luego, tu corazón es grande como el mundo, Víctor, de eso no me cabe duda.
-¡Y como no!. Besos para ti... de libertad, de agua fría de montaña, de esos tan especiales de vainilla y licor de cerezas... todos para ti, Angela, porque Te Amo, mujer...
-Los mismos besos te envío yo a ti, chico mágico, pero multiplicados.

En los momentos en que uno de los dos, o los dos, nos tocábamos el corazón a través de la red social, y de internet, inmediatamente se nos humedecían los ojos, y la intensa alegría que sentían nuestros corazones fluía a través de nuestros rostros. Era normal ver en la pantalla del ordenador de alguno de los dos 'vaya lagrimones de alegría me están saliendo del corazón'.

Y es que Angela y yo en todo momento sabíamos -porque ya nuestros corazones lo pensaban así, que iba a suceder o que podía sucedernos de seguir compartiendo amor y cariño de esta manera- que esto avanzaba a pasos gigantes cada día, y nos llevaba mucho más lejos de lo que intuíamos.

Hay una hermosa fábula sobre esto, que resulta interesante contar. Ya que mucha gente actúa primero sin pensar en las consecuencias que pueden tener sus actos. O no actúa cuando verdaderamente si lo hiciera siendo consciente de que puede llegar a ocurrir, sus vidas darían un giro positivo en todos sus sentidos, en el de la pareja como nos pasaba a nosotros también:

"Un antiguo rey, volvía de un largo parlamento con otro rey, acompañado por su séquito. En eso que en un recodo del camino, vieron a un hombre mayor sentado sobre un tronco degustando unas frutas. El rey, que tenía fama de muy sabio, creyó ver en el hombre a un verdadero maestro, por lo cual se detuvo al lado de el.

-Majestad, os dare un buen consejo a cambio de cien monedas de oro -dijo el venerable anciano-.
-Ja, jajaja, jajajajaja... -comenzaron a reir los nobles que lo acompañaban-. ¡Majestad, este hombre quiere estafaros!. Un consejo, de acuerdo que os quiere dar. Pero... ¡Cien monedas de oro!. ¿Acaso te has vuelto loco, viejo?.
-Majestad. No os diré que no escuchéis a vuestros amigos. Solo diré una vez más, que si queréis un verdadero consejo, habréis de darme cien monedas. Si no, seguid vuestro camino.

El rey, tras reflexionar, mandó que se le diesen las cien monedas.

-He aquí mi consejo: Nunca comiences nada, sin que antes hayas reflexionado cual será el final de ello.

Los nobles se empezaron a enfadar.

-¡Silencio!. No tenéis motivo para hablar mal de estas palabras. Nadie ignora que deberíamos reflexionar antes de hacer cualquier cosa. Sin embargo, diariamente lo olvidamos y esto tiene terribles consecuencias. Gracias por tus palabras, anciano.

El rey hizo escribir en todas las paredes de su palacio y sus estancias dicho consejo, para perplejidad y asombro de todo el personal de palacio y sus más allegados.

Poco después, un enemigo del rey decidió matarlo. Consiguió sobornar con una fuerte suma de dinero a su médico, para que este le administrara en una de sus curas un potente veneno.

Ese día llegó. El rey, como de costumbre, se tumbó en su sillón, y cerró los ojos. El médico, preparado con las agujas para una punción, las sumergió en el líquido con el veneno. Al levantar la cabeza para mirar al rey, vio escrito en la pared el consejo del viejo del camino.

'Nunca hagas algo sin haber reflexionado antes las consecuencias de ello'.

El médico se dio cuenta entonces, de que si mataba al rey, el intrigante enemigo lo mataría a él para evitar testigos, con lo cual perdería su vida. Sus ojos comenzaron a llorar, a lo cual el rey, abriendo sus ojos, le preguntó al médico que le ocurría. Este, azorado y temeroso, le contó toda la historia.

El rey, mandó apresar a quien quería matarlo. Ese día reunido una vez más con sus nobles y asistentes durante la comida, dijo:

-¿Alguno de vosotros todavía se ríe o está molesto por las palabras que me dio de consejo el anciano?."

Si. Por supuesto que también nos encantaba compartir historias de las de siempre. Cuentos de tradiciones como la india, la sufí o similares, que estaban llenos de mensajes, y de sabiduría. Angela los leía con deleite, y ambos, leyéndolos y escribiéndonos, nos enriquecíamos a la vez que nos hacíamos más y más conscientes de la Vida.

-Chica, acabo de sacar al perrillo de la sobrina, que hoy duerme en casa, y he cogido la ruta de cruzar el puente del río que hay al lado de mi casa para mirar el termómetro a ver que temperatura marcaba. 8 grados. Pero no hacía sensación de frío. Si lo se te hubiese invitado, para dar juntos un paseo, muy abrazados, sintiendo la ternura de tus caricias. Muy juntitos los dos, para no enfriarnos, Angela.
-¿Lo ves, mocoso?. Esto son los 'orgasmos del alma'. Como ahora mismo, que de tanto como me transmites estoy llorando de alegría, y a la vez riendo y dando gracias a la Vida.
-Eso está muy bien.
-Por cierto. ¿Te ha llegado el correo que te envié?. Son unas fotos que me hice esta mañana, parecidas a unas tuyas que me enviaste.
-Si, si las he visto, Angela. Vaya casa que tienes, parece un palacete vista así desde fuera y desde el aire.
-Que dices, si es una casa normalita.
-Pues se ve estupenda, chica. Vamos, que no hay color comparando con mi piso. Son diferentes, como no. Pero tu casa es preciosa.
-Tiene dos plantas, pero en la de abajo también tengo de casi todo, con lo cual durante el día no me hace falta subir. Bueno, está mi habitación con el ordenador, que para eso si subo, para estar más a mi aire escribiéndote y eso.
-Yo, si me metiese o pudiese construirme -bueno, diseñarme- una casa, sería toda baja, no quiero incomodidades de muchas escaleras y demás. Y la haría muy funcional, da igual que fuese de estilo antiguo, para que diese poco trabajo -limpieza, mantenimiento...-. Con una buhardilla quizá, pero baja al fin.
-¿Te has fijado en la terraza de la mía vista desde arriba?. Tiene forma de corazón.
-Si, jajaja. Por eso te digo que me parece chulísima. Porque tienes una casa con mucho corazón, y eso es genial.
-Eso si, Víctor, tienes razón en lo de planta baja y que sea amplia sin ser demasiado grande. Esta da bastante trabajo para limpiarla.
-A mi me gustan las casas con estancias amplias, donde entre mucha luz natural, donde se pueda llenar el ambiente de energía positiva por todos lados...
-A mi también me gustan así, eso es verdad.
-Esto de los mapas en el ordenador y las vistas sobre fotos son geniales, Angela. Igual que he visto tu casa desde fuera, vi las calles del barrio de Madrid donde pase mi infancia y, viendo sitios concretos, me han venido montones de recuerdos y buenos ratos con mis amigos de pequeño.
-¿Y dónde era eso, Víctor?.
-Era en San Ignacio, el barrio que está al lado de Aluche.
-Vaya, imagino que si que eran buenos recuerdos, chico.
-Ya te digo, mujer.
-Yo tengo buenos recuerdos de San Martín de Valdeiglesias, de donde mi es mi familia materna...

Y así seguíamos y seguíamos desgranando historias. Historias de cientos de años atrás, o historias de nuestra familia, nuestra infancia, o recuerdo interesantes, divertidos, pícaros o intensos que habíamos vivido. Todo daba para contarnos cosas, y seguir compartiendo un amor que a cada segundo nos acercaba más el uno al otro, y más nos hacía enamorarnos.

Enamorarnos y compartir amor sin límites...