miércoles, 9 de noviembre de 2011

26.

-¡Angela!. Mira que me dije que hoy no iba a estar mucho tiempo que mañana -bueno, jajaja, mejor digo 'hoy'- me tengo que levantar bien temprano, y hablando contigo me siento tan bien que nos dan casi las cuatro de la madrugada.
-¿Qué?. Jajajajaja... Chico, tu y yo no podemos hablar -si podemos y nos encanta, ey-, se nos van las horas sin enterarnos.
-Si, es algo alucinante, pero es precioso.
-¡Venga, Víctor, a dormir ya!.
-Si por favor, que mañana no quiero levantarme zombie.
-Exactamente.
-Por cierto, Angela, una cosa...
-Dime.
-QUE TE AMOOOOOOOOOOOO...
-Mmm, eres increíble chico. Que corazón más grande tienes, muchacho.
-El que tu haces que me crezca cada día.

Como dice una no muy conocida frase: 'Cesa de hablar mal de los otros o del mundo. Cuando te pregunten tu opinión sobre algo o alguien di solo sus cualidades y virtudes. Si no las encuentras, mejor calla.'

Yo en aquel momento, y hoy día también, si pongo mente y corazón en hablar de Angela, he de reconocer, siendo totalmente honesto y sincero, que solo me salen buenísimas cualidades. Y desde luego, virtudes tiene tantas que enumerarlas me llevaría un capítulo entero.

Una pregunta que las parejas sería bueno que se hicieran -cada miembro de las mismas a si mismo-, es cuantas veces al cabo del día le dicen 'TE AMO' a su pareja. Y cuantas veces le regalan algo al cabo de la semana, ya sean frases bonitas, una flor, o invitarla a un delicioso postre. El gesto amoroso es lo que importa. Estoy convencido de que en muchas parejas de novios, casados, etc, al cabo del mes los 'te amo' de uno hacia el otro se cuentan con los dedos de una mano. Y realmente, si amas a tu pareja, si la amas desde el ser y el corazón profundamente, sientes una llama en tu interior que te hace decirle a lo largo del día con palabras y actos 'te amo'. Y te apasiona cuantas más veces, mejor.

-Mua, mua, mua...
-Esos besos tuyos, Angela, como me gustan...
-Es que te los envío con todo el cariño del mundo, tu ya lo sabes.
-Eso es cierto. Hay que reconocer que tus besos llegan muy dentro, y tienen tanto sentimiento y pasión que son una delicia.
-Pues igual que los tuyos, Víctor, que hacen subir al paraíso e incluso ir más allá.

Angela tenía una manera especial de compartir y de sentir, que a día de hoy es una parte de su forma de ser muy importante. Ella siempre pone primero su corazón en lo que está compartiendo, y lo pone por entero, sin dejar nada, con una intensidad que hace que yo me emocione continuamente. Como su maravillosa alegría hace aparecer unas muecas en su rostro, sus ojillos se entrecierran un poco, su sonrisa se hace aún más grande, y su cara se ilumina de tal manera que el lugar donde ella está se ilumina al instante.

Yo también reacciono a esa súbita alegría que nos surge tan a menudo. Nuestros dos corazones se hablan, se dicen tantas cosas, conversan tanto, y se aman a un nivel tan intenso, que a la mínima corremos a abrazarnos, y es normal que si quedamos en la calle, al encontrarnos nos abalancemos uno sobre el otro para comernos a besos como dos amantes que sienten cada día su amor renovado y crecido.

Tal es la fuerza de nuestra relación de pareja, que en todo lo que compartimos hay siempre amor, cariño y el deseo de poner felicidad en la vida del otro. Si uno está cocinando, lo hace sabiendo que desea que su pareja saboree el plato más delicioso que jamás se haya preparado, sea cual sea este. Si uno de los dos se va a la cama antes, se acuesta en el lado que suele coger el otro para calentárselo si es época fría. Cuando se puede coincidir, siempre estamos dispuestos a ir al trabajo del otro cuando sale para acompañarle de vuelta, pues sentimos que nada hay más bonito que demostrar el amor en todo cuanto podemos hacer juntos.

¿Qué si cada uno tiene también su espacio?. Por supuesto que si. Nos apasiona estar cuanto más tiempo juntos mejor. Pero cada uno tiene las cosas de su día a día, bien trabajo, ocupaciones, cosas que no puede hacer por el otro -como yo perfeccionando el inglés-, y todo se hace de una manera en que aún en estos momentos tratamos de coincidir y de hacerlas juntos. Y la verdad, es que conseguimos coincidir en sacar tiempo en muchas de las cosas que hacemos para hacerlas juntos. Algo que nos llena de alegría y nos hace valorar cuánto nos amamos.

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