miércoles, 2 de noviembre de 2011

23.

-A mi me gusta el color verde, Angela, porque es el color que más está en la Naturaleza. Hay miles de tonos de verde, es un color de la Tierra, y me hace recordar que no estoy yo solo rodeado de otros yoes -personas-, sino que también formo parte de un planeta que está vivo.
-Si, a mi también me gusta el verde. Y el azul, que también está en el cielo, y en el mar. Los colores que más abundan en la naturaleza son preciosos, sobre todo si los sientes estando en lugares espectaculares.

Es mejor dejar que fluyan el corazón y las emociones, y lanzarse al río de la Vida para que nos lleve por parajes inhóspitos y maravillosos, por escarpadas laderas de montañas, por cañones imposibles salvo para el mismo agua, por valles tranquilos, y zonas sedientas, hasta llegar al inmenso mar.

Sinceramente, nuestra relación, y eso que aún era a través de una red social y de ordenador a ordenador, era aún un río de alta montaña. Discurría rápido, con cascadas llenas de luz y arcoiris, con aguas cristalinas que luchaban por horadar la piedra y abrir más el camino, con una riqueza de peces y animales que daban sentido a todo aquel espacio.

Porque no hay que intentar comprender. Hay que vivir la vida. Las personas venimos con la impronta de la felicidad. Un bebé cuando nace no nace condicionado por sentimientos de odio, avaricia o maldad. Simplemente le mueve una sana alegría, que brota de un corazón todavía sin corazas, sin puertas, sin barreras a lo negativo que muchas veces una sociedad inconsciente trata de imponerle.

Esa vida que puede durar cien años, o un suspiro. Por mucho que nos hagan ver que el día en que nos tengamos que ir está muy lejano, nada de eso es cierto. Hay que tratar de ser felices y vivir una vida con sentido y consciencia aquí y ahora. De dar y recibir amor en este instante y hacer que la persona con quien deseas vivir en este momento toda tu vida sea tu mundo, tu universo, y tu templo donde encontrar paz, y también experiencias y emociones que enriquezcan esa vida.

Porque puedes tener la joya más preciosa a tu lado y creer que solo tienes una vasta piedra entre tus manos, cuando si dejas ver las hermosas facetas que van saliendo, resulta ser tan perfecta aún con sus humanas imperfecciones, que quieres darte a ella y compartir con ella. Aunque muchas personas pasan por la vida en vez de vivirla y expresarla, y cuando las joyas llegan a ellas, no saben apreciarlas en su valor.

-Angela, cielo. Que nos está llamando la cama. A ver si nos acostamos tu y yo de una vez, chica, jajaja.
-Jajajajaja... Tienes razón, ya va siendo momento de ello. Se nos va el santo al cielo escribiendo. ¿Te has fijado?. ¡Llevamos cuatro horas conversando sin parar!. Impresionante.
-Impresionante y magnífico, chica. Algo genial. Venga, hazme un hueco en la cama que ya voy.
-Venga, vente, que te dejo un sitio, y ademas está calentito.
-Me apunto. Y si encima está caliente, pues ni te cuento si voy para allá.
-Abrazándonos y besándonos, Víctor. Así muy pegados, sintiendo.
-Eso sería genial. Piel con piel, respirando juntos y vibrando con las sensaciones que nos llega a cada uno del otro. Eso si, por como hablamos y nos escribimos, acabaríamos haciendo temblar la cama de excitación y placer sin límites, creo yo.
-Y crees bien chico. Seguramente pasaría eso.
-Si, Angela, pasaría eso seguro.
-Bueno, si quieres ponemos una separación entre los dos para evitar que salten chispas. Con un par de agujeros, para besarnos, y cogernos las manos.
-De eso nada, Angela, si lo hacemos, se hace bien. Sin reprimir nada, sin límites, y hablando de que deseamos hacer y compartir en ese momento, por intenso, sexual y mágico que sea.
-¡Ese es Víctor!. Me gusta que lo digas así.
-Ya te digo. En un momento así, difícilmente nos íbamos a poder contener. Tanta energía recorriendo nuestros cuerpos y haciendo vibrar el corazón y volar la imaginación.
-Sería impresionante, y algo para recordar siempre.
-Algo que estaría bien que sucediese entre nosotros, ya lo creo Angela.
-Todo puede ser, Víctor. Puede ser.

Y tanto que podía ser.

Solo de pensar en Angela, junto a mi en una cama, desnudos los dos. Saber que en lo profundo de nuestro corazón, de nuestra alma, y de nuestra mente, hay un mismo sentimiento. El de hacer el amor con la otra persona hasta límites que nunca antes haya conocido ser humano alguno. El de disfrutar de un sexo tan intenso y tan lleno de placer que durante unos instantes el estallido de excitación nos rompe en mil pedazos saliendo disparados, para seguir con miles de orgasmos, del cuerpo y del alma, hasta volver a ser dos personas que siguen haciendo el amor.

Hasta ese punto deseábamos y nos lo decíamos en algunas de las conversaciones.

-Y me dicen que cuide y mime mucho a un chico que he conocido, Víctor. Que merece la pena.
-Ah, pues si te lo han dicho, hazlo así sin dudarlo. Ya te digo yo que estarás haciendo lo correcto.
-¿Tu te imaginas de que chico te hablo?. Tu lo conoces.
-Si, creo que se llama como yo. Y que también se escribe contigo por Badoo. Y le pareces una mujer estupenda y encantadora. Mira que cosas.
-Exactamente.
-Ya pero dame alguna pista más, a parte de que también se llama Víctor.
-Pues... a ver. Que hace unos días fue su cumpleaños. Y cumplió 38.
-¿38?. Que lujo. Una edad muy buena, todavía es un chaval.
-Y además es de donde yo soy.
-¿De Torrevieja? Vaya, así lo tienes facilísimo, Angela.
-Noooooooo, jajaja, no de donde vivo, sino de donde yo soy. De Madrid.
-Ah, vale, es que estoy espeso hoy, mmm.
-Si, espeso, seguro. Que ya lo sabías que hablaba de ti, Víctor.
-Por supuesto, pero me gusta ser un poquito travieso, mujer.
-Venga, que te espera la cama. No tardes.
-Si, ya nos vamos a la cama cielo. Por cierto, recuerda algo importante, Angela.
-¿Qué cosa?.
-QUE TE QUIERO, ANGELA.
-Yo también te quiero, y lo sabes.
-Que duermas bien, Angela y te levantes mejor, y llena de energía.
-Lo mismo para ti, Víctor.
-¡Ciao!. Voy cerrando la puerta -gññññiiiiiaaaack (ruido de puerta)-...
-Xao.

Una vez más. Un encuentro más en internet. Más y más palabras de mi corazón al suyo y viceversa a través de lo que muchos demonizaban y criticaban. El poder de las redes sociales para conectar a dos personas y hacer que nazca una sincera y limpia relación llena de cariño, sensaciones, diversión, picardía, pasión y emociones.

Una vez más.

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