miércoles, 16 de noviembre de 2011

31. (9 enero 2010)

-Yo preferí su amistad, a que por echar un polvo, se derrumbara todo lo que habíamos compartido, pues no sentía nada por él como para ir más allá. Solo una gran amistad.
-Vaya, Angela, me gusta lo coherente y centradita que eres chica.
-¿Ves?. Sin embargo lo tuyo y lo mío es distinto. Hay una conexión que no es normal, la gente pensará si estamos locos, aquí por internet. Lo que se es que tu me transmites cosas muy positivas y muy buenas, que me hacen al sentirte, desearte, y desear tus besos y abrazos.
-Eso si que es bueno...
-Me transmites una energía, que me hace estar viva y contenta, y me llena de una paz interior que es imposible describirla, y si lo hiciera, no me entenderían. Solo lo entendería alguien que fuese capaz de sentir con la misma profundidad que yo.
-Lo mismo me pasa a mi, que si acaso se lo contaría a una o dos personas que sí se que me entenderían, amistades de muchos años. No creo que otra gente pudiese comprenderlo. Acercarse a la experiencia si, pero sentirlo en sus corazones...
-Ya te digo, Víctor. Se perdería la magia de lo que estamos viviendo.
-Cuanta razón tienes.
-Es que es algo tan sumamente bonito, que solo quiero compartirlo contigo, vivirlo contigo.
-Mmm, dime, cuéntame que te está ocurriendo conmigo, Angela. Sigue contándome...
-Es lo que siento. La paz que me das cada vez que te leo, es estar en el paraíso, en un sueño constante, entre algodones. Mi cuerpo se vuelve ligero, lo siento como si no pesara. Si ves mi cara, es pura sonrisa, pura felicidad.
-Seguro que muestras esa alegría y felicidad, Angela. Seguro. Ya sabes que uno solo puede mostrar y regalar lo que tiene, ya sea material, emocional o espiritual. Así que piensa en lo que estás mostrando y compartiendo conmigo, y el resto vendrá solo.
-Víctor ¿Tu crees que esto que nos está sucediendo es muy normal?.
-No, no es muy normal. Joer, yo también pienso en lo intenso y real que es, es un sueño que se hace realidad.
-Entonces piensas como yo, chico. Vaya, y si es un sueño, no quiero despertarme.
-Hasta me viene a veces una sensación curiosa que me gusta, Angela. Diferente, y especial. Que deseemos hablar de energía, de alegría, de sonreír, de abrazos llenos de emoción, de cosas así.
-Mira, Víctor. Yo en mi perfil, tenía escrito antes de poner lo de tus besos, que me encanta sentarme en el borde de la playa, cerrar los ojos y dejarme llevar, y soñar. Soñar, pues dicen que a veces si sueñas mucho los sueños se cumplen. ¿Y sabes?. Los míos se están cumpliendo con creces, mucho más de lo que yo pedía.
-Es que tu y yo conectamos a todos los niveles.
-¡Tu si que eres pura energía!. Y me la contagias a mi.
-Vaya, que bien.
-Si. Y también tenía puesto que me encantaría darme un baño con margaritas, una de mis flores preferidas.
-¿Y ya te diste ese baño?. Ahora que hace frío sería la época ideal, con agua caliente, incluso agua salada para imitar un baño termal...
-Nooooo, aún no me lo he dado. ¿Tu te darías ese baño conmigo?.
-Si, pensándolo bien... si.
-¿Te imaginas llenar toda mi piscina de margaritas?.
-Sería curioso. Eso si, te harían falta unas cuantas. Bastantes, diría yo.
-Yo tengo unas cuantas en mi jardín, Víctor. Blancas y fucsias. Y rosas blancas, ahora mismo debo tener entre todos mis rosales unas cien flores a la vez.
-Pues que sigan ahí, en la planta. Ya que ellas han decidido crecer en tu casa y darte esa belleza gratis, se lo agradeces viéndolas cada vez que pasas junto a ellas.
-Chico, yo cada día me comunico con ellas, les digo palabras bonitas. Y si en ese momento se mueven con el aire cuando estaba todo en calma, pues pienso que me responden, que me sonríen a su manera.
-Pues mira, Angela. Yo no la conocí, pero cuenta mi madre que en su pueblo, había una mujer que tenía las mejores plantas, las más lozanas y grandes, llenísimas de flores siempre. Y esta mujer no dejaba que nadie las tocase. Decía que les hablaba, que les decía cosas bonitas y palabras positivas, y que por eso le crecían así las plantas. Porque son capaces de captar la energía de los sentimientos que les envían las personas.
-Entonces por eso está así mi rosal. Mañana le hago una foto y la subo a Badoo, para que lo veas.
-Genial, así compruebo que de bien tienes el rosal, Angela.

Como dijo John Lennon: El sueño que sueñas solo, es sólo un sueño. Un sueño que sueñas con alguien, es una realidad.

Angela y yo habíamos decidido no buscarnos, sino encontrarnos. Ir un paso más allá de todo y de todos, y hacer real lo que ya era real en el mundo virtual. No nos pedíamos nada, sino que nos entregábamos uno al otro, nos dábamos uno al otro, y por eso nuestra relación cada vez era más profunda e intensa. Al dar sin esperar nada a cambio, cada uno de los dos recibía mucho más de lo que daba, lo cual nos hacía aprovechar cualquier momento libre para conectarnos. No entrábamos al ordenador para conectar en sentido más amplio, sino para conectarnos solo nosotros dos.

Las personas tenemos todo el potencial para desarrollarnos. A nivel físico, intelectual, emocional, material, creativo y espiritual. Hay que abrirse, abrir el corazón, quitar todo cuanto pueda suponer un obstáculo, disolver miedos si los hubiese, y vivir.

La Vida. Ha venido, viene, y se irá. Es una invitada preciosa, una joya, a la cual hay que cuidar y respetar, haciéndola crecer. Y por eso hay que intentar vivirla siempre como uno siente dentro de si mismo que quiere vivirla. A pesar del mundo y de la gente. Precisamente por eso, porque solo tenemos una.

-¿Ves?. Como decía mi madre mucho, la frase tan común de 'nunca te acostarás sin saber una cosa más'.
-Si, eso es cierto. Hablando como estamos de plantas, a ver si hago fotos a mis cactus, que me gustan mucho -además de que en Murcia, si necesitas irte de vacaciones en verano y no tienes quien los cuide no se te mueren-. Parece mentira como unas bolas verdes con púas y espinas dan unas flores tan hermosas.
-¿Sabes que es bueno poner un cactus junto al ordenador?.
-Si, Angela, lo se. Pero solo hay dos variedades que son las que realmente al cien por cien te absorben radiaciones. Uno es el "Mirtylocactus Geometrizans" -vete a saber si está bien escrito, jajaja-, y el otro no me acuerdo del nombre.
-Joer, puf, ¿Y te sabes ese nombre tan raro y difícil?.
-Si, chica. Es de esos nombres que lo lees varias veces, y es tan raro que se te queda.
-¡Me dejas de piedra!.
-¿De piedra?. Mmm... entonces ya tengo estatua chula para el salón. De piedra. Si, me vale.
-Si, acepto. Claro que te cansarías de verme todos los días.
-Cansarme no. Pero prefiero que vuelvas a ser de carne y hueso, que me gustas más así.
-Bueno, que si me quedo de piedra, te pondría una postura chula, para que al pasar delante, me piropearas.
-Si, jajaja. ¡Preciosa! ¡Guapa! ¡Estás de estupenda que no veas!. Por ejemplo.
-Si me dices todo eso, ten por seguro que aún siendo de piedra, sonreiría y todo.
-Nada, que prefiero que sigas siendo humana y no de piedra chica.
-Bueno, jugamos a imaginar, que eso también es sano y divertido. ¿A ti te gusta jugar?.
-Si.
-A ver si hago rabiar a este chico...
-Grrrr... ¡Guau, guau!.
-Jajaja.
-Así lo entiendo yo, Angela. Jugar es algo muy sano dentro de una pareja, ya sean juegos íntimos, pícaros, hacer travesuras, o lo que sea.
-Mi amor, me encanta charlar contigo. No hace nadita que nos conocemos, y parece que nos conociéramos de toda la vida.
-Chico, mira la hora que es.
-Ya veo. Que maravilla que entre nosotros se pasen las horas y ni nos enteremos. Y eso que hoy no hemos estado tantas como otros días.

Está claro. Podemos ser como algunos pájaros, que construyen su nido en la rama más grande y segura del árbol, y esperar que pase el tiempo, envejecer y quizá morir en ella, eso si, devorados por el gato que trepó al árbol.

O ser como ciertos pájaros que construyen siempre sus nidos en las ramas frágiles. Aún siendo lugares inciertos, suelen aguantar, y los predadores no pueden subir hasta ellas, con lo cual viven tranquilos y no son cazados.

Yo lo creo así. Hay veces en que es necesario cambiar lo seguro por lo incierto, para así dejar entrar las posibilidades en nuestra vida. Un sinfín de posibilidades nuevas, que hacen de nuestra vida algo mucho más enriquecedor, interesante, y lleno de sorpresas y experiencias emocionantes.

Angela y yo nos amábamos, e íbamos adentrándonos en el terreno de lo incierto. Y al dejar que la Vida nos sorprendiese, ésta, complacida, nos comenzaba a regalar momentos únicos e inexplicablemente intensos entre los dos, que a cada día eran más, y mejores.

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