-Cuanta verdad hay en esas palabras, chica.
-Claro. Tu me deseas que sea feliz muy a menudo. Y verdaderamente que lo soy. A lo largo de mi vida he aprendido algo, y es que yo y solo decido si soy feliz, y lo demás son experiencias y circunstancias que te suceden en la vida. Soy feliz cuando ayudo, escucho, comprendo, acepto, consuelo, cuando estoy con mis seres queridos -entre los que te incluyo-. En ese aspecto no le pido más al de 'arribita'. Yo en estos momentos me considero multimillonaria en felicidad, porque tengo amigos, tengo a mis seres queridos, os tengo muy presentes en mi día a día. Y a ti ten por seguro que ahora que nos conocemos no te voy a dejar escapar -en el mejor de los sentidos-, jajajajaja.
Está claro que la mejor manera de predecir un buen futuro, es que uno mismo lo diseñe y se ponga a intentar conseguirlo. Que cuando uno siente que su corazón desea expresar el amor y darse por entero a compartirlo con otra persona, lo que ha de hacer para que se le cumpla lo que desea es lanzarse al torrente de la vida y hacer eso que desea. Y en ese sentido, Angela y yo cada día íbamos dando más y más pasos para que todo eso que sentíamos y deseábamos compartir se hiciese realidad. E iba tomando forma.
-Angela, ya sabes cuánto te quiero, chica. Ahora, si te parece bien, prefiero cambiar los 'te quiero' por 'te amo'. Siento que al decir 'te amo', uno abre todavía más su corazón, se fusiona y se une más con la otra persona, da un paso más allá. En un 'te quiero' va el cariño, la emoción, sentimiento. Para mi en un 'te amo', va el amor espiritual, el amor sexual, el de pareja, la pasión, el cariño, la fuerza vital, la energía del universo, lo bello, la expresión más grande de los sentimientos. Es algo más profundo. Por eso yo, a partir de ahora, prefiero decirte 'te amo'. Es más profundo también, y más del corazón y del Ser. Por eso... TE AMO, ANGELA...
Cuando se logra transformar la mirada, las palabras, y lo que transmitimos con nuestro cuerpo, en una bendición y un motivo de alegría para el otro, se llega a la magia. Esta entonces late tanto en la persona que la recibe, como en el que la emite. Y normalmente las dos acaban latiendo con una misma frecuencia, que es la frecuencia del Amor.
-Angela, ¿Estás ahí?. Que llevamos un par de días que entramos pero no a la misma hora, con lo cual nos dejamos mensajes solamente.
-¡Hola tesoro!. ¿Cómo estás?.
-¡Bien!. Vaya, como me alegro de verte. Echaba mucho de menos coincidir contigo, aún siendo tan poco tiempo sin hacerlo.
-Estoy aún a esta hora por aquí, porque he puesto unas fotografías que me hice anoche.
-Mmm. Eso no me lo pierdo, Angela.
-Si, unas fotografías y un video. Por eso se me ha hecho esta hora.
-Estupendo, ya lo veré eso chica.
-¿Sabes Víctor? Anoche soñé contigo. Y fue un sueño precioso.
-¿Y sobre qué fue el sueño?. Siento curiosidad.
-Si te lo cuento se pierde todo el encanto y la magia. Ya te digo que fue algo precioso.
-Vale, ya me lo contarás en su momento, Angela.
-En ese sueño iban todos los besos de los que hemos hablado. Y por dios, que besos...
-¡Que bueno!.
-Y ya no te digo más, jajaja.
-Ok. Pues ya probarás tu mis besos. Que yo beso pero que muy bien, mujercita.
-Ey, que yo también beso bien.
-Ya, ya. Eso tendrás que demostrármelo.
-Yo beso, Víctor, y a la vez acaricio, susurro, y más cosas.
-Vale, pero hasta que no los pruebe prefiero no dar una opinión, para ser más objetivo.
-Eso está hecho. Acércate que meto mis manos en la pantalla y las saco por la tuya para acariciarte...
-Mujer, que yo también quiero acariciarte y sentir el tacto de tu piel en mi piel, yendo a un ritmo natural y dejando que los cuerpos sean los que conecten en ello.
-Entonces ya somos dos, y solo es proponerlo, Víctor.
-¡Pues hagámoslo!.
-¿Te digo una cosa?. Yo creo que tiene que ser precioso conocer a una persona como tu. Cada vez que escribes mi nombre, y me transmites sentimientos y emociones, me recorre una sensación muy buena por mi cuerpo. Me llegan unas vibraciones muy positivas, que me gustan.
-Pues yo te siento a través del ordenador y puedo dar fe de que sí que se siente un hormigueo, una sensación agradable, y la energía tuya dentro de mi. Y es algo que me llega con fuerza, y me gusta. Y es que me gusta lo que viene de ti, Angela.
-Ay chiquillo, de verdad que cuando te digo que me gusta lo que siento, es que me gusta... ¿Sabes una cosa?.
-Dime, Angela.
-Estoy segura de que cuando nos conozcamos vamos a actuar igual que por aquí, con mucha naturalidad. Compartiendo y conectando de la misma manera, y haciendo lo que nos decimos que los dos queremos sentir y deseamos despertar en la otra persona.
-Si estuvieses ahora mismo a mi lado, chica, te abrazaría y besaría hasta el amanecer, con eso te lo digo todo.
-Seguro que esos besos serían intensos, llenos de pasión, de lujuria quizá, de ternura...
-¿Pues a que esperamos? La Vida nos lo está haciendo posible, mujer.
Esta claro que ante la vida, tenemos normalmente dos posibilidades. O transitar por ella -dejarse llevar-, o enfrentarnos a los obstáculos y crecer. Y en el Amor, pasa lo mismo. Puede ser que llegue a tu vida con la fuerza del momento, y con el tiempo la pareja lo convierta en una relación apagada y monótona. O puede que llegue y se declare tan vivo por parte de los dos, que sin importar el momento o las situaciones que vive la pareja, se mantiene encendido con la llama de la pasión iluminando todo.
En algunos templos de meditación en Japón, se muestran una palabra escrita en sus muros que al preguntarle a algún monje, sonriendo te traduce amablemente. '¡Felicidad!'. Y te lo explican. 'Si no te entregas a la felicidad de existir, ¿De qué sirve tu búsqueda en la vida?. Se te ha dado una existencia y la posibilidad de vivirla a tu manera. Por tanto, siempre puedes intentar ser feliz en todo cuando hagas'.
Angela se entregaba a la felicidad de existir. Y yo cada día ponía más y más felicidad en su corazón y en su vida. Y eso estaba dándonos sus frutos.
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