domingo, 29 de enero de 2012

45 (13 febrero 2010).

-Mmm... ¿Hello?. ¿Cómo estás, Angela?.
-Hoooolaaaaaa... ¿Qué tal estás?.
-Jajaja, soy un chico de Madrid, he pasado por tu perfil, y me parece muy interesante, ya que es lo que ando buscando, una chica tipo "Hulk" pa que me defienda de los malos.
-Jajajajaja...
-Si te interesa, chica, me dejas un comentario y tal. ¿Ok?. Gracias. Besos...
-Bueno... ¿Tu crees que es lo que andas buscando?. Me lo pensaré, estudiaré palabra por palabra lo que has escrito, y si me interesa, ya te lo comunicaré, pero he de decirte, que estás en la cola, tengo muchos pretendientes como tú, y si quieres algo, pues tendrás que hacer algo diferente a ellos.
-¿Distinto?. Yo en "mi mismo" ya soy diferente. Estoy -para nada con ánimo de ofender-, dispuesto a coger cuarenta y cinco kilitos más, para no desentonar con esta chica grande de piel verde...
-Guauuuuuu... Eso me gusta, ves, ya has ganado muchos puntos.
-Eso si, puño verde no tengo.
-Por eso no te preocupes, chico, que yo tengo otro aquí en casa.
-Ah, pues genial, porque sino me veo buscando uno, y como que no va a ser.
-Y no, no me cojas esos kilos que no me gustarás entonces así de gigante.
-Eso si, no tengo tantas camisas como para que se me rompan cada vez que me crezca el cuerpo y se me ponga de color verde. ¿Cómo solucionamos eso?. Si al menos fuese de "Lobezno", no tendría ese problema.
-Jajaja...
-Eso si, en la imagen apareces super grande...
-Bueno, si me das tiempo para adelgazar... ¿Cuánto me das?.
-Te doy... un mes, veintidós días, cuatro horas, siete minutos y cincuenta y cuatro segundos.
-¿Sabes, chico? Es que me gustas un montón, y me gustaría que yo también te gustase un poquitín, y... y si me tengo que quedar delgadita, por ti hago lo que sea.
-Pues, el tiempo comienza... ¡Ya!.
-¿Ya?. Vale.
-Mañana seguro que habré adelgazado diez kilos. Vamos, que te dejo elegir a ti.
-Ya que me dejas elección, pues cojete unos nueve o diez kilitos como mínimo más.
-Ufff... jajaja... ¿Quieres que coja nueve kilos más?.
-Tranquila chica, dicen que desayunando, merendando y cenando 'milhojas' (un par mínimo cada vez), no tardarás nada en subir esos diez kilos, así que es fácil.
-¿Me dejas que te mande un besote?.
-¡Genial!. Digo, lo del beso, no lo de coger kilos.
-Muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaak
-¿Eso es un beso?. Jajaja... ponle más chicha, Kav (nombre de la mujer gigante verde).
-Jajaja, vaya carcajada me has sacado, Víctor.
-¿Y te has puesto el nombre de Kav?. Si te llamas Angela...
-¿Cómo lo has descubierto?.
-Fácil, mujer preciosa. He puesto el traductor, y Kav, en Mongolia, significa Angela. Google cuando quiere hace maravillas.
-Dios, me dejas sin palabras. Eso pensé yo. El chico que lo descubra, ese me conquistará. ¿Y sabes?. Tu, me gustas.

-निश्चित रूप से, हम ध्यान दें कि कड़ी pajolera नहीं या भारतीय chiquiya बात …

-¿Ein?.

-Chica, es que el 'Hindi' se me da muy bien también.

-Tradúceme eso del hindi, que yo ni idea de eso. Suena a indio, jajaja...

-Aiiinnnnsss, que no, jajaja, no he estado con los Cherookees, sino con los indios de la India.

Aquí la comunicación era mejor que nunca, en todo, tanto en escribirnos como en sentirnos y llenarnos con todo lo que surgía entre los dos. Angela, con su estupenda espontaneidad y alegría, me hacía sentir especial, y su magia a la hora de transmitir emociones y sentimientos era sencillamente buenísima.

-Víctor, ¿Me dices tu número de móvil, que quiero oír tu voz?. Para ya tenerlo fijo...

-Pufff, jajaja, es que igual me corto, y no se que decirte. Ya sabes, eso hay que ganárselo y tal... Quizá en... cinco minutos o así.

-Jajaja, vale. Pero en serio, me gustaría oír tu voz. Se que eres especial, eso me lo transmites y yo lo siento de manera muy fuerte. Y eso muy poquitos lo consiguen.

-Gracias. Anda, va, llámame, que te pica el móvil ahí al lado del teclado, Angela.

-Ok, pero como no me des un número...

-Ah, claro. El número, joer, mmm...

-Que no es plan de adivinarlo, Víctor.

-Apunta. Es el 123 456 789. O si no al otro que tengo, el 987 654 321.

-Ya te vale.

-Venga, ya te lo he escrito -el bueno-.

-¿Te llamo ahora?.

-Si, hablamos un poquito, venga. Llámame, Angela.

-Me gusta tu nombre en clave, KAV. Kiero a Víctor.

-Jajaja, si. Si lo prefieres, lo cambio. Por ejemplo a VAK (Víctor, anda, como te quiero...)

Aún hoy, Angela y yo seguimos con la misma chispa de siempre, con una picardía y un humor buenísimos. Yo creo que dentro de veinte años, aún nos reiremos de nosotros mismos, disfrutaremos la vida como nos encontremos pero con las mismas ganas dentro de nosotros. Angela es una mujer especial, amorosa, de esas que surgen cada muchos años, que son diamantes en bruto al nacer pero luego se vuelven bellísimas joyas.

Sigo aprendiendo cada día de ella, y el sentirla tan profundamente en mi vida y en mi corazón, hace que el amor que me sale de todo mi ser y el querer que siento por esta chica hermosa sean la alegría que me relaja al dormirme, y la vida tan grande que me despierta cada día. Y esa vida es ella, Angela. Y esa paz en mi ser es ella también. Y Angela es corazón, es alma, es risa, es rocío, es perfume, luz... Y como dice una frase que me gusta: CON TU PERMISO, Y SIN EL, TE AMO, ANGELA...

No hay comentarios: