jueves, 2 de febrero de 2012

46. (14 febrero 2010)

-¡Hola mi niño!. Fíjate que hora es, y aquí me tienes escribiéndote, anoche me acosté antes de las 12, ahora estoy desvelada, jajaja, y deseando escribirte y haciéndolo por este medio. Te doy gracias por los momentos que compartimos juntos, son verdaderamente preciosos.
-Yo estoy encantado de compartir contigo, corazón. Son una delicia los momentos juntos, y de hecho ya ves que cuando te veo y te siento contenta, feliz, y llena de alegría, no me cabe lo contento que estoy dentro del corazón. Para mi tu eres una persona muy especial, y lo sabes. Eres tan especial... Jajaja, y aquí hay un tonto -en el buen sentido, mmm- que teniendo a una mujer maravillosa como tu y compartiendo contigo, se lo dice poquito. Dame una colleja a ver si así aprendo, Angela. Y deseo compartir tu cariño, y tu energía, eso seguro. Te Amo angela, preciosa mujer...

Yo no comprendo a esas parejas, en las cuales el transmitir y darse el amor de uno a otro, regalar besos y abrazos, no es algo fundamental para ellos. Si supiesen y fuesen conscientes del bien que le hace a uno recibir lo más precioso del otro, que es su corazón abierto y lleno de amor. Y el que da, os puedo asegurar que cuando uno da todo lo que tiene como persona desde el más profundo y bello amor a la otra persona, lo que uno siente es una magia tan poderosa en todo el ser, que se transforma su mundo, interior y exterior.

Angela, bien sabe ella que está en la vida para recibir todo mi amor, todo el amor que sea capaz de expresar y dar y mucho más aún. Que el amor que comparto con ella, incluso eleva la vibración positiva del planeta al ser recibido por esta mujer, haciendo que donde ella está se vuelva todo mucho más lleno de armonía y paz.

-Toc toc toc. ¿Se puede?. 1.000.000 de besos, Angela...
-Hola. Buenas noches... ¿Cómo estás?. Gracias por todo lo que me has escrito, y por el reenvío del correo que te he mandado.ç
-¿Qué tal ayer, chica?.
-Bien, ayer en casita. Y hoy salí a las diez de la mañana, a ver a un amigo.
-Eso está muy bien, todo lo que es compartir, si es sano, pues es positivo.
-¿Sabes? He estado viendo Avatar, y me he quedado con una frase que dice: que la energía es un préstamo, que algún día habrá que devolver.
-Te ha gustado. A mi también, está pero que muy bien.
-Ya, pero fíjate en lo que se me ha quedado grabado. ¿Tu te diste cuenta de eso en la película?.
-¡Si!. Claro que me di cuenta. Bueno, yo no creo que sea un préstamo. Más bien que la energía es algo que está en todo, y que tenemos que hacer que circule, para que se mantenga el equilibrio. Yo al menos lo creo así, y así me parece que es. Imagino que algo parecido en el sentido a lo que tu dices.
-Es genial, Víctor.
-Joer cielo, si es algo que está muy presente en mi vida, Angela. El compartir energía, hacer que circule, que esté muy viva y nos haga sentir vivos... En eso tu y yo somos iguales. Incluso hay escenas que me recuerdan a ti y a mi vivamente, como por ejemplo ella y él conectando los dos su cabello al árbol de la Vida, y conectándose así a través de la energía. Eso si que me gustó.
-Pufff, ahora mismo te iba a escribir yo eso, pero tu eres mucho más rápido escribiendo, jajaja, y te me has adelantado. Estamos tan conectados, que es como si cada palabra la cogieras de mi cabecita para escribirla tu.
-Eso me gusta. Y además, tu y yo sabemos que funciona, porque cuando cojo tus manos y las siento con las mías, me recorre el cuerpo una sensación de plenitud, de vida, que no veas. Y eso es maravilloso, preciosa mujer.
-Tu también me transmites muchísimo con tus manos Víctor. O si no porque crees tu que te toco tanto tus manos, y te digo lo mucho que me gustan.
-Yo quizá por aquí escribiendo y hablando no se nota, pero cuando te acaricio, estoy sintiendo que acaricio mi propia piel. Es sentir que una parte que necesitaba descubrir de mi mismo, la descubro al sentirte, Angela. Y eso es... sencillamente una pasada, chiquilla.
-El otro día, ¿recuerdas cuando te dije que si alguien me preguntase, que si me enamorase de ti, por que sería, que entre muchas cosas, una de las importantes sería por tus manos?.
-¡Si, lo recuerdo!.
-Pues es verdad niño. Además de lo preciosas que las tienes, es todo lo que siento al tocarlas.
-Yo creo, chica, que es por eso, porque al acariciarnos, lo hacemos con una intensidad tal, pero a la vez con una pureza -mismo que sintamos también placer- que se pasa del uno al otro constantemente.
-¿Ves?. Tu si que dices cosas bellísimas, al decir que cuando me acaricias, es como acariciar tu propia piel. Eso si que es precioso, muy precioso.
-Si, es precioso. Sobre todo porque te lo digo porque siento que es así, corazón.
-Ahora mismo me he acariciado la cara, y joer, al leerte al mismo tiempo, ha sido como si fuese tu mano quien lo estaba haciendo. Y se que me lo dices así porque no tienes ninguna duda.
-Vaya, te lo estoy escribiendo, y no paro de cruzar y descruzar las piernas, jajaja. De la emoción de saber que sientes algo especial al leer mis palabras. Que bueno, Angela. Que bueno...
-Jajajaja... Tontito, ya me has arrancado una gran carcajada. Seguro que hasta tu la has oído.
-Ya te digo. Se me ha meneado toda la pantalla de la vibración.
-Como puede ser que tengamos esta conexión, Víctor.
-Porque sabemos en lo profundo de nosotros que deseamos conectar así, de esta manera y haciéndolo de este modo.
-Buf, increíble, chico.
-Pues si.
-Si tuviésemos ahora la cam puesta, te darías cuenta de porque te lo digo.
-¿Si?. Porque será... Además que le estoy dando mordisquitos a unos cuadrados de chocolate Valor, de esos un poco amargos que dejan un sabor buenísimo en la boca.
-Pues por eso lo digo, porque yo también he comido chocolate. Te cambio un trozo del mío por uno del tuyo, va.
-Ok. Venga, lo hacemos, a la de tres, Angela.
-Venga. Uno... dos... ¡y tres!.
-Riquísimo...
-Mmm... que bueno, tu sabor es inconfundible, Víctor.
-Golosa, golosaaaaa...

Puede parecer increíble, pero nos dábamos cuenta de hasta que punto estábamos conectados, o la vida nos hacía tener coincidencias interesantes. Como ésta de realmente hacernos una foto en tiempo real de lo que teníamos entre las manos -mejor dicho entre los dientes-, y ser chocolate en los dos, sin buscarlo ni prepararlo. Algo que nos hacía pensar cada día más en la magia que se daba entre los dos con una sencillez que nos atraía más y más por lo que nos hacía sentir.

Conexión que sigue siendo total, y con momentos increíbles, y eso que son más reales que la propia realidad. Conexión entre Angela y yo que hace de nuestra relación un estado de amor continuo, de alegría en todo momento, y de momentos de felicidad inigualables...

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