sábado, 14 de enero de 2012

44 (9 febrero 2010).

-¡Hola!. Un saludo a la "Masa". Te sienta muy bien el verde, chica, jajaja...
-JAJAJAJAJA... ¿Cómo estás mi niño?.
-¿Ves?. Si hasta tienes la risa fuerte, como La Masa... Bien, estoy bien.
-Me alegro de que vayas bien, Víctor.
-Ahora, cuando lean tu introducción, y vean la foto esa... joer, con ese puño amenazándole a uno, cualquiera no te escribe todo lo que tu deseas, jajaja.
-Tu lo has dicho. Esa es mi intención. ¿A que soy guapa?.
-Siiiii, ya te dije que el verde te sienta muy bien, Angela.
-Eso es que tu me miras con buenos ojos...
-Oooouaaaahhhh... No paro de abrir la boca, no se que tontería tengo ahora.
-Cuéntame Víctor. ¿Qué tontería tienes?. Eso es que tienes sueño, o falta de dueño. O ganas de que te den un beso.
-¿Dueño?.
-Si, eso decíamos cuando yo tenía quince años. En tu caso dueña, claro, jajaja. Es un dicho.
-Ah, vale. Con esa imagen, dejarán de enviarte tantas solicitudes y mensajes, Angela, imagino.
-¿Dices que recibo menos mensajes?. Pues no paran de escribirme.
-Yo imagino que cuando ponen para buscar perfiles, que vean a esa tía con el puño, al menos de gente nueva tienen que entrar muchos menos mensajes por que si, Angela.
-Ojalá no entre nadie, jajaja... Bueno, no. Tu no salgas, quédate bien dentro.
-Claro, yo seguiré por aquí. Oye Angela, que lo del jueves sigue en pie, si no te surge nada por la tarde.
-Si claro. No me ha surgido nada.
-Pues entonces a una horita razonable estoy yendo para San Luis...
-Vale. ¿Conoces Torrevieja?.
-Hace mucho que fui, y no, no se como llegar a San Luis, pero no hay mucho problema, tiro de buscar en Google en el mapa, y me guío por la carretera.
-Es fácil. Yo tardo unos cuarenta y cinco minutos, tu menos, imagino.
-Depende del tráfico, chica.
-Si.
-Besos, Angela, QUE TE AMO, CHIQUIYA... Entre que he dormido poco y la hora que es, con las ganas que tengo de seguir escribiéndome contigo, y los ojillos que nada, que se empeñan en cerrarse.
-No te preocupes, Víctor. Descansa si lo necesitas, como no, mi niño.
-Gracias, puño de hierro. Un millón de besos llenitos de buenas vibraciones para ti, Angela preciosa.
-Besotessssss para ti también. Muaaaaaaaaaaak. TE QUIEROOOOOO...

Si. Realmente si que me gustaba la idea de quedar con ella, de vernos, de estar juntos, de besarnos, acariciarnos y llegar hasta donde nuestra imaginación desease llegar. Sigue siendo así, y cada día deseamos estar juntos, yo deseo llegar a casa y verla, quedar con ella, y besarnos y acariciarnos muchísimo. Es lo que tiene el amor, que tanto nos llena a los dos, que cuando estamos juntos, nos sentimos y vivimos uno dentro del otro. Y cuando estamos por el día a día separados -trabajo, recados, etc.- contamos los segundos que faltan para poder volver a juntarnos.

Y reconozco que Angela me toca tanto en todo cuanto yo soy, que mi vida y la suya son una sola vida, dos caminos que se juntan en uno que recorremos los dos. Dos corazones latiendo al ritmo de nuestras emociones. Y al pensar en ella mientras escribo estas letras, me emociono, mis ojos vuelven a brillar una vez más. Doy todo por ella, pues ella lo es todo para mi, y la vida que tengo doy gracias siempre a la Vida de poder estar compartiéndola con ella...

...con la mujer que susurra a mi corazón, que pone música en mis oídos, y me hace temblar las piernas de emoción y mis manos hormiguear de tanto amor como me da...

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